Sybille de Selys Longchamps, el tercer eslab¨®n en el matrimonio de Alberto y Paola de B¨¦lgica
La madre de Delphine Bo?l, reci¨¦n reconocida por la Justicia como hija del rey em¨¦rito, conoci¨® al entonces pr¨ªncipe en 1966, cuando ambos estaban casados
El pasado 27 de enero de 2020 supuso un antes y un despu¨¦s para?Delphine Bo?l. Tras m¨¢s de una d¨¦cada luchando por ser reconocida como hija biol¨®gica de Alberto II de B¨¦lgica, los resultados de la prueba de ADN han obligado al rey em¨¦rito a admitir la realidad a la que tanto tiempo estuvo dando la espalda. La protagonista de esta historia ha sido Bo?l y su antagonista, el monarca. En un segundo plano ha quedado Sybille de Selys Longchamps, la madre de la mujer de 51 a?os que a partir de esta semana puede afirmar con certeza que es descendiente de?Alberto II.
La baronesa Sybille de Selys Longchamps, de 78 a?os, proviene de una familia arist¨®crata belga. En 1966, cuando ten¨ªa 25 a?os, conoci¨® en Atenas al rey em¨¦rito, que en aquella ¨¦poca ostentaba el cargo de pr¨ªncipe de Lieja. Ambos estaban casados: Alberto con Paola de B¨¦lgica y De Selys Longchamps?con?Jacques Bo?l, un noble belga de familia de empresarios. A los dos a?os de su primer encuentro naci¨®?Delphine Bo?l y ambos guardaron el secreto. ?l por el esc¨¢ndalo que supondr¨ªa para un miembro de la corona tener un hijo bastardo y ella por respeto a los intereses de su pa¨ªs y por miedo a la imagen negativa que el pueblo tendr¨ªa de ella, como desvel¨® la baronesa al diario belga Le Soir. No obstante, en palacio eran conscientes de la situaci¨®n, acostumbrados a la fama de donju¨¢n que ten¨ªa Alberto.?
Jacques Bo?l le dio su apellido a?Delphine y estuvo casado con su madre hasta 1978, a?o en que se hizo efectivo su divorcio.?De Selys Longchamps volvi¨® a contraer nupcias cuatro a?os despu¨¦s. Esta vez con?Michael Anthony Rathborne Cayzer, un empresario viudo y de familia de arist¨®cratas, con quien vivi¨® en el Reino Unido hasta que ¨¦l falleci¨® en 1990 y ella decidi¨® regresar a su pa¨ªs natal.
Entre matrimonio y matrimonio, Alberto II y?la baronesa estuvieron a punto de formalizar su relaci¨®n. El pr¨ªncipe le comunic¨® a su hermano,?el rey Balduino de B¨¦lgica,?su intenci¨®n de emprender una nueva vida con su amante. Aunque al principio se mostr¨® reacio, Balduino acab¨® asimilando la idea y organiz¨® todo un proceso legal para aclarar las condiciones del divorcio. Entre ellas, que perder¨ªa su derecho al trono ¡ªera el primero en la l¨ªnea de sucesi¨®n debido a que Balduino y Fabiola de B¨¦lgica no ten¨ªan hijos¡ª y que se limitar¨ªa a actuar como regente hasta que su hijo Felipe alcanzara la mayor¨ªa de edad.
Sin embargo,?De Selys Longchamps no soportaba m¨¢s la situaci¨®n y amenaz¨® con marcharse del pa¨ªs con su hija, por lo que los acontecimientos se aceleraron.?El gobierno belga dio su visto bueno y empez¨® a pensar en c¨®mo preparar a la opini¨®n p¨²blica. Todo estaba ya decidido, pero 15 d¨ªas antes del anuncio oficial la arist¨®crata se arrepinti¨®. Otro requisito para formalizar el divorcio era que Alberto mantendr¨ªa la relaci¨®n con sus hijos leg¨ªtimos, pero nunca en presencia de la baronesa,?que temi¨® quedar retratada como la mala de la pel¨ªcula.
En 1993, tras la muerte del rey?Balduino, Alberto II asumi¨® el trono. Seis a?os despu¨¦s los cimientos del?Palacio Real de Laeken se tambalearon cuando se public¨® una biograf¨ªa?no autorizada de la reina consorte, Paola de B¨¦lgica, en la que se desvelaba que el monarca hab¨ªa tenido una hija fruto de una relaci¨®n extramatrimonial.?Alberto II reconoci¨® en su discurso de Navidad de ese a?o su paternidad, pero no especific¨® de qui¨¦n se trataba. Bo?l telefone¨® al rey despu¨¦s de que se desvelara el secreto: "Se puso furioso. 'No me llames m¨¢s. No quiero o¨ªr hablar m¨¢s de esta historia. Adem¨¢s, no eres mi hija".
Bo?l public¨® en 2008 una autobiograf¨ªa titulada Delphine. Cortar el cord¨®n umbilical, en la que indaga en la relaci¨®n que mantuvieron durante a?os sus padres biol¨®gicos y en la que explica que cuando ten¨ªa 18 a?os su madre le confes¨® que su verdadero padre era el entonces pr¨ªncipe heredero. Antes de saberlo, Alberto II era simplemente un viejo amigo de su madre, que sol¨ªa visitarlas y al que llamaba Papillon (mariposa, en franc¨¦s). "Tiene un gran sentido del humor, es alegre y divertido", record¨® B?el en su libro. Pero las estancias en su casa del entonces pr¨ªncipe se terminaron cuando se reconcili¨® con su esposa en 1984, en sus bodas de plata.
Las desavenencias durante el matrimonio de los reyes em¨¦ritos no se debieron solo a las infidelidades del monarca, al que se ha relacionado con modelos, coristas o actrices como Elizabeth Dolac. Paola de B¨¦lgica tambi¨¦n vivi¨® romances fuera del matrimonio y no dud¨® en mostrar su personalidad rebelde, que chocaba con el comportamiento m¨¢s formal de sus cu?ados. Uno de sus amantes fue?el conde Albert Adrien de Munt, un fot¨®grafo italiano que trabajaba en la revista Paris Match. ?l estaba casado, pero no quiso desperdiciar su minuto de fama al avisar a los paparazis de que se encontrar¨ªa con la princesa en las playas de Porto Redondo, en Cerde?a (Italia). Paola tambi¨¦n mantuvo una relaci¨®n con el cantante Salvatore Adamo que inspir¨® la canci¨®n Dolce Paola. A pesar de ser un matrimonio de tres, o m¨¢s, Alberto y Paola de B¨¦lgica siguen casados 60 a?os despu¨¦s de su boda. La pareja tiene tres hijos: Felipe, el actual rey, Astrid y Lorenzo.
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