Gordon es un gato
Jos¨¦ Gordon es un gato que hay que abrazar ¡ªo leer¡ª por la luminosidad de sus ideas, la brevedad que concede a la grandeza y ese latido en medio del silencio que aporta ilusi¨®n en las noches m¨¢s oscuras
Jos¨¦ Gordon es un gato. Entra?able como de peluche, apapachable y sonriente, con la media luna de labios que iluminan la noche bajo un espeso bigote nublado. Es un paseante pensante, psic¨®logo de div¨¢n ambulante y sensibilidad po¨¦tica, de voz pausada y mirada clara que de pronto estalla en una carcajada contagiosa. Pepe Gordon es un gato que ronronea mientras lee en algo cercano al silencio, entre la ciencia y la filosof¨ªa, entre la gran literatura como laberinto y el agua del azar; es un feliz felino que se pasea en el inmenso bosque de la memoria que nos une.
Jos¨¦ Gordon a tiempo reuni¨® en un cuaderno verde todas las hojas de un jard¨ªn de sincron¨ªas y coincidencias y ha ocupado la pantalla para llevar de la mano la imaginaci¨®n de miles de videntes por los caminos iluminados de Los Imaginantes: breves c¨¢psulas de espl¨¦ndida producci¨®n visual donde todo espectador se vuelve lector de los sue?os de Luis Bu?uel, las magias de Julio Cort¨¢zar, las letras de fin¨ªsimos poetas y los p¨¢rrafos de alt¨ªsimos cronistas y ensayistas. Tigre, jaguar, le¨®n de mucho cine y selva, Gordon es un gato que hay que abrazar ¨Co leer¡ª con toda la frecuencia posible por la luminosidad de las ideas que contagia, la brevedad que concede a la grandeza y ese latido en medio del silencio que nos brinda siempre una ilusi¨®n en medio de las noches m¨¢s oscuras de la incredulidad y el desamparo: que si el cambio clim¨¢tico ya se percibe en las yemas de los dedos, Gordon ha de hablar entonces de un proyecto esperanzador de energ¨ªas renovables; que si el pesimismo se empe?a en deletrear el vac¨ªo, Gordon ha de explicar con met¨¢foras el infinito n¨²mero de las estrellas y la melanc¨®lica consistencia de ciertas mol¨¦culas que producen ox¨ªgeno.
Jos¨¦ Gordon ha venido a Madrid a presentar un libro que ya conquist¨® la pasada FIL de Guadalajara. Se trata de una joya editorial titulada Gato encerrado, bajo el sello de Sexto Piso en coedici¨®n con media docena de instituciones (entre ellas la UNAM y el Instituto Polit¨¦cnico Nacional de M¨¦xico) que nos transporta al inocente y magn¨ªfico jard¨ªn de la infancia siendo uno de esos libros que llaman pop-up: se abren las p¨¢ginas y saltan figuras, salen cajas, ma¨²lla un gato¡ el gato que somos todos al leer y cantar los p¨¢rrafos donde Pepe Gordon, clon de Sherlock Holmes (o m¨¢s bien, Dr. Watson) va de lupa en mano explicando o invit¨¢ndonos a salir de la cuadr¨ªcula ins¨ªpida de nuestros tedios, salir de la caja donde nos quieren encerrar y abrir las ventanas del cosmos por medio de la poes¨ªa y el saber probados. Gordon parte de un conocido experimento donde habiendo encerrado a unos gatitos reci¨¦n nacidos en cajas cuyo interior estaba rayado con l¨ªneas horizontales, una suerte de jaula acostada que condicion¨® la mirada de los peque?os gatitos que al salir a la intemperie se tropezaban con las patas de las mesas y las esquinas de las sillas porque su mirada no reconoc¨ªa la verticalidad. As¨ª nosotros, todos gatos en la lectura de Gordon hemos de salir de las cajas y descubrir los para¨ªsos ilimitados de la imaginaci¨®n y la inteligencia.
Dec¨ªa Ram¨®n G¨®mez de la Serna que en la noche espesa se alcanzan a ver los ojos de los gatos porque adentro ¨Cquiz¨¢¡ªhabita un viejo sabio chino que est¨¢ leyendo con velas y dec¨ªa Neruda que la amarilla ranura de sus ojos se dej¨® en su anatom¨ªa para as¨ª poder echar las monedas de la noche. Erudici¨®n sin pedanter¨ªas, lucidez contagiosa con la amabilidad infinita de quien invita a pensar e imaginar al pr¨®jimo hasta convertirlo en un tigre a escala, le¨®n de bolsillo, gato de angora colgado de la rama de una sonrisa lunar. ?Miau o Meow, mininos del mundo un¨ªos que nos quedan m¨¢s de siete o nueve vidas para seguir leyendo prosas que nos salvan de cualquier diluvio!
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