Cuando la pol¨ªtica influye en lo que comemos
Nuestro poder de elecci¨®n en la alimentaci¨®n es relativo. Las decisiones gubernamentales determinan en parte qu¨¦ comemos y a qu¨¦ precio.
Cuentan que, con tan solo 10 a?os, la concertista venezolana Teresa Carre?o (1853-1917) fue invitada a tocar ante el presidente estadounidense Abraham Lincoln, que le pidi¨® que interpretara una canci¨®n de cuna en un desafinado piano de la Casa Blanca. Su padre, Antonio Carre?o, fue el autor del conocido como Manual de Carre?o, una obra repleta de lecciones y consejos sobre c¨®mo comportarse en lugares p¨²blicos y privados. Y ese Manual de urbanidad y buenas maneras ¡ª?que ese fue su t¨ªtulo exacto¡ª publicado a mediados del siglo XIX es el que ayud¨® a alumbrar la idea de que hablar de pol¨ªtica en la mesa no es ni conveniente ni adecuado si se desea preservar la armon¨ªa, especialmente cuando se atienden visitas.
Parad¨®jicamente, la mesa es uno de los espacios m¨¢s pol¨ªticos a los que cotidianamente accedemos sin saberlo. Y no me refiero a las charlas que animan la sobremesa. Seg¨²n datos de la OMS, las pol¨ªticas agr¨ªcolas, de transporte, de planificaci¨®n urbana, medioambientales, educativas y de procesamiento, distribuci¨®n y comercializaci¨®n de los alimentos influyen directamente en los h¨¢bitos y las preferencias alimentarias de los ni?os, as¨ª como en su actividad f¨ªsica. Tras el entramado de preceptos jur¨ªdicos vinculados a estas ¨¢reas hay un impacto directo en la prevalencia de la obesidad infantil y, por ende, en el bienestar de la poblaci¨®n y en el futuro gasto sanitario. Por otro lado, regulando la actividad de grandes industrias se ha llegado a dejar fuera de juego a peque?as explotaciones que preservaban modos de hacer tradicionales y lo que se conoce como variedades patrimonio, esas especies tanto animales como vegetales vinculadas a un territorio que han perdido terreno en favor de otras m¨¢s productivas y globales.
Educar y formar a los consumidores y desarrollar mercados que acerquen los productos de peque?os productores y zonas rurales fomentar¨ªa la conservaci¨®n de m¨¦todos de trabajo que salvaguardan el patrimonio alimentario, ayudando, por ejemplo, a frenar la despoblaci¨®n del campo. Recordemos que a mediados del siglo pasado, acciones gubernativas destinadas a procurar resultados cuantitativos en el sector primario, minusvalorando lo aut¨®ctono, originaron la desaparici¨®n de innumerables especies animales. Seg¨²n datos del Ministerio de Agricultura, Alimentaci¨®n y Medio Ambiente, 139 de las 165 razas aut¨®ctonas presentes en el cat¨¢logo oficial ¡ªes decir, el 84%¡ª est¨¢n en peligro de extinci¨®n. Como podemos intuir, los planes y estrategias, actividad legislativa, formaci¨®n, ayudas y convenios, campa?as informativas, proyectos de cooperaci¨®n, protecci¨®n y prevenci¨®n de los Gobiernos inciden directamente en los procesos de producci¨®n, distribuci¨®n y consumo, determinando qu¨¦ comemos y a qu¨¦ coste, que no siempre es econ¨®mico. Favoreciendo unas particularidades frente a otras se incurre en problemas como el calentamiento global, la disparidad en la distribuci¨®n de los ingresos o el ahogamiento de la diversidad. Por eso es bueno hablar de ello, porque cuando una sociedad comienza a preocuparse por los alimentos de su mesa, los pol¨ªticos y las industrias tambi¨¦n lo hacen. O al menos deber¨ªan hacerlo.
¡®Intxaursalsa¡¯
Ingredientes
Para 4 personas
Para la crema intxaursalsa
- 75 gramos de az¨²car
- 125 mililitros de agua
- 100 gramos de nuez pelada
- 150 gramos de nata
- 150 gramos de leche
Para la teja de nuez
- 200 gramos de harina
- 250 gramos de nuez pelada
- 100 gramos de mantequilla
- 130 gramos de az¨²car moreno
- 4 gramos de sal
Instrucciones
1. La crema intxaursalsa
Llevar el agua junto al azúcar a ebullición y hacer un almíbar. Añadir las nueces y cocinar durante 20 minutos a fuego suave. Incorporar la nata y la leche y reducir 10 minutos más. Triturar, colar y enfriar.
2. La teja de nuez
Triturar la nuez en un robot de cocina hasta que quede un polvo fino. Poner a punto de pomada la mantequilla y juntar con el resto de ingredientes hasta hacer una masa homogénea. Dejar reposar media hora en nevera. Aplanar y hornear a 170 grados durante 10 minutos. Romper con la mano y hacer tejas desiguales.
3. Acabado y presentaci¨®n ?
Disponer la crema y sobre ella las tejas de manera irregular.
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