Yo confieso: 17 hombres relatan gestos machistas que a¨²n cometemos a diario
Si los hombres se miran al espejo una de las cosas que ver¨¢n ser¨¢ su herencia machista. Un pu?ado de ellos (algunos rostros populares) cuentan sus deslices para as¨ª tener m¨¢s clara la enmienda
Lo dijo John Lennon hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas: "No podemos tener una revoluci¨®n que no involucre y libere a las mujeres". Sin embargo, sigue siendo un reto para la sociedad actual librarse de una herencia machista que a¨²n impera en ¨¢mbitos culturales, pol¨ªticos y cotidianos. La educaci¨®n y el entretenimiento (series, pel¨ªculas, libros...) que el ser humano ha consumido a lo largo de los a?os han dejado mella. Hoy, la mayor¨ªa es consciente de las actitudes machistas m¨¢s flagrantes. La dificultad est¨¢ en acabar con esos gestos de discriminaci¨®n (algunas veces sutiles, otras no) que llevan a cabo incluso los hombres m¨¢s concienciados. "El g¨¦nero masculino est¨¢ trufado de actitudes inapropiadas hacia las mujeres. Es un hecho objetivo que el tratamiento que ellas reciben no es el mismo que el que recibimos nosotros. Un ejemplo que yo veo clar¨ªsimo por mi experiencia es que no se le da importancia a la trayectoria profesional de las mujeres", explica a Icon Javier Royo, autor del libro Homo Machus. De animales a hombres (Lumen).
"Me encuentro con muchos casos de chicos que me confiesan tener pavor a meter la pata al hablar con mujeres sobre feminismo. Cuando esto ocurre, lo que les aconsejo es que hablen con libertad pero con un filtro previo para no soltar cualquier barbaridad" Javirroyo, autor de 'Homo Machus'
El ilustrador (Zaragoza, 1972) est¨¢ convencido de que visibilizar el machismo y hablar de los abusos que se dan a diario es clave para acabar con ¨¦l. En su libro confiesa que empez¨® a dibujar sobre la discriminaci¨®n hacia la mujer "sin conocer realmente la profundidad de semejante oc¨¦ano". Royo, que entiende el machismo como un monstruo que educa en los estereotipos, que cosifica, que minusvalora y acosa a las mujeres, anima a los hombres a revisarse para perder el miedo a enfrentarse a ¨¦l. "Me encuentro con muchos casos de chicos que me confiesan tener pavor a meter la pata al hablar con mujeres sobre feminismo. Cuando esto ocurre, lo que les aconsejo es que hablen con libertad, pero con un filtro previo para no soltar cualquier barbaridad", afirma este ma?o que empez¨® a dibujar estas vi?etas a ra¨ªz del juicio de La Manada. "Homo Machus surgi¨® sin pretensiones de hacer un libro. Las ilustraciones me salieron de forma natural en un momento en que la sociedad empez¨® a culpabilizar a la v¨ªctima de esta violaci¨®n m¨²ltiple", se?ala Javier Royo.
El resultado del ejercicio gr¨¢fico de Royo es un libro de ilustraciones que aboga porque el feminismo sea cosa de todos: mujeres y hombres. "Los hombres somos esclavos del machismo por culpa de los valores que se nos han inculcado. Somos nosotros los que debemos, por ejemplo, dejar de ver el cuerpo de la mujer como un objeto".
Tal y como ha comprobado el propio autor, su trabajo ha servido para remover a los hombres que lo leen. "Aunque no est¨¦n de acuerdo con todo lo que aparece, todos los chicos con los que he hablado, tanto en las presentaciones del libro como a trav¨¦s de las redes sociales, me han confesado que de una forma u otra se han quedado tocados y les ha hecho reflexionar", apunta.
La sex¨®loga Ruth Gonz¨¢lez Ousset informa a Icon de que lleva una d¨¦cada encontr¨¢ndose en su consulta con hombres que se bloquean cuando dan con una mujer liberada. "El hombre ve como una amenaza que la mujer demande cosas como el empleo de juguetes en la relaci¨®n sexual. Creen que hay un problema y por eso siempre se ha tratado de apagar el deseo sexual de la mujer", se?ala la terapeuta, que en consulta ha lidiado con muchos hombres que se sienten amenazados por el feminismo. "No se dan cuenta de que el foco no es ese. La realidad es que las mujeres queremos a los hombres m¨¢s cerca que nunca", defiende Ousset. Javier Royo coincide y afirma que el machismo es una epidemia mundial que, sin embargo, "no tiene ese tratamiento por el simple hecho de que no la sufren los hombres".
En Icon hablamos con 17 hombres que nos cuentan qu¨¦ gestos son fruto de esa herencia machista en la que nos hemos criado como sociedad...
- Gonzalo Sierra (gestor, 52 a?os): "Yo estaba en contra de la paridad en principio. Ten¨ªa ese argumento que dice que lo importante es ser capaz, no hombre o mujer. Me cabreaba especialmente en el tema de los festivales de m¨²sica ?Por qu¨¦ iba a haber los mismos hombres y mujeres en un cartel si los aficionados a la m¨²sica no somos machistas? Si en los festivales hab¨ªa m¨¢s chicos que chicas era simplemente, pensaba, porque hay m¨¢s m¨²sicos que m¨²sicas. Estaba completamente equivocado. Cuando algunos festivales empezaron a implantar la paridad obligatoria, y tuvieron que esforzarse en encontrar grupos de chicas, la discriminaci¨®n positiva nos demostr¨® varias cosas que hab¨ªamos olvidado. Primero, que hab¨ªa tantas chicas como chicos que hac¨ªan m¨²sica. Segundo, que adem¨¢s eran tan buenas como los chicos, si no mejores. Simplemente se las valoraba menos por ser mujeres. Por supuesto eso es extrapolable a cualquier otro ¨¢mbito laboral".
- Rayden (rapero, actu¨® en la ¨²ltima gala de los Goya, 34 a?os): "Noto que ahora cuido mucho m¨¢s el uso del lenguaje. Eso y que antes era el primero en re¨ªr chistes machistas a amigos y ahora soy la persona que dice: 'Oye, cortaos que esto no tiene gracia".
- Pedro Mart¨ªnez (periodista, 26 a?os): "Llevo ocho a?os fuera de casa de mis padres, pero siempre que voy sigo consintiendo que sea mi madre la que haga las tareas de la casa. Ella se dedic¨® a los cuidados de la casa y de sus hijos mientras mi padre trabajaba porque fue un acuerdo que pactaron entre los dos. Pero ahora que todos somos mayores, no vivimos en casa y mi padre est¨¢ jubilado, mi madre sigue encarg¨¢ndose de todo y me siento mal por actuar as¨ª de forma inconsciente cuando estoy con ellos".
- Nacho Gonz¨¢lez (inform¨¢tico, 35 a?os): "Antes de ser padre no le daba importancia a que la baja paternal fuera obligatoria y no era consciente de c¨®mo perjudica a las mujeres que el hombre decida no cog¨¦rsela. Tengo un hijo de casi un a?o y cuando avis¨¦ a mi jefe de que me ir¨ªa las semanas que me correspond¨ªan de baja por paternidad lo encaj¨® muy mal. El problema es que en mi trabajo ning¨²n hombre se coge m¨¢s de dos semanas cuando es padre. Not¨¦ que a mis compa?eros les sent¨® realmente mal que no quisiera renunciar a mi derecho a estar con mi hijo sus primeras semanas y alguno incluso lleg¨® a decirme que eso era cosa de las mujeres y que precisamente por eso prefer¨ªan trabajar con otros hombres".
- Javier Guti¨¦rrez (actor con dos premios Goya, 49 a?os): "Los hombres antes ¨¦ramos m¨¢s permisivos con los chistes machistas y yo creo que con la cantidad de asesinatos machistas que hay la tolerancia, al menos por mi parte, debe ser cero. Y no solo con estos chistes sino con comentarios machistas. Creo que no soy el ¨²nico y que ahora los hombres estamos m¨¢s concienciados. Yo me lo tomo muy en serio y no consiento ning¨²n comentario que pueda resultar ofensivo hacia la mujer".
- Julio Garc¨ªa (abogado, 32 a?os): "Siempre que quedo para comer o tomar una copa con una mujer, aunque solo sea una amiga, pago yo. Nace de m¨ª el instinto de pagar y me sale de forma autom¨¢tica. Sin embargo, cuando pienso en ello asumo que puede resultar ofensivo".
- David Moya (responsable de comunicaci¨®n, 25 a?os): "Antes era incapaz de entender que por una simple mirada una mujer pod¨ªa sentirse inc¨®moda o acosada. Sin embargo, me abri¨® lo ojos algo que me pas¨® un d¨ªa en el gimnasio. All¨ª otro chico no dejaba de mirarme de una forma bastante ansiosa y me pregunt¨® si me iba a la ducha con ¨¦l. Es triste, pero hasta que no sent¨ª en mis propias carnes eso no fui capaz de entender lo que una mirada pod¨ªa provocar. Yo creo que nunca he lanzado miradas con esa intenci¨®n, pero recuerdo que antes de ser consciente del machismo en el que nos educamos estaba en fase de negaci¨®n y una amiga me dijo: '?Crees que las mujeres no nos sentimos inferiores por el simple hecho de serlo? Ve caminando por la calle y mira a los ojos a todos los hombres con los que te cruces y la mayor¨ªa te aguantar¨¢n la mirada, incluso muchos lo har¨¢n de forma desafiante. Haz lo mismo con las mujeres y la mayor¨ªa agachar¨¢ la cabeza'. Lo hice, y as¨ª fue".
- Leiva (m¨²sico, ex-Pereza, 39 a?os): "El rock es un g¨¦nero machista y hay que asumir que vivimos en una sociedad machista en general. El que crea que est¨¢ limpio de cualquier expresi¨®n o chiste machista probablemente se equivoque. Yo mismo descubro que expresiones m¨ªas de canciones de hace a?os son machistas, aunque no fuera intencionado. Hay que hacer un ejercicio diario de no colaborar con los micromachismos".
- Javier Alonso (consultor de comunicaci¨®n, 36 a?os): "A menudo sigo cometiendo un micromachismo, ya sea en el trabajo o con amigas, de lo que obviamente no estoy orgulloso. Uso muchas coletillas del estilo 'mira, bonita...' cuando voy a reprochar algo y me gustar¨ªa corregirlo".
- David Negr¨ªn (m¨²sico, 36 a?os): "Hace unos meses, en un periodo de falta de ideas musicales, tir¨¦ de notas de audio antiguas para buscar un poco de inspiraci¨®n. Estas notas son estrofas o estribillos que se me ocurren, ideas tarareadas e improvisadas en las que suelto lo primero que me viene a la cabeza. Pues entre estas notas tengo alguna improvisaci¨®n que al escucharla el otro d¨ªa me asust¨® bastante y sent¨ª mucho alivio por no haberlas terminado y que quedaran en un caj¨®n. No eran historias reales, pero me hizo reflexionar hasta el punto de reescuchar todo lo que he grabado y analizar todas mis letras. Despu¨¦s de hacerlo me he dado cuenta de que antes confund¨ªa el despecho con falsa superioridad, aunque por suerte creo que puedo seguir cantando el 90% de mis temas sin sentirme extra?o".
- Quique Gonz¨¢lez (m¨²sico, 46 a?os, ¨²ltimo disco, Las palabras vividas): "Puede que mi canci¨®n Miss camiseta mojada me chirr¨ªe hoy porque es cierto que este tipo de concursos cosifican al personaje de la canci¨®n. Aunque el tema tiene un tono humor¨ªstico y creo que se entiende as¨ª. Lo que est¨¢ claro es que es importante que todos hagamos el ejercicio de revisarnos un poco".
- Alberto Rodr¨ªguez (ingeniero, 30 a?os): "Hace unos a?os, cuando estaba con mi novia, experiment¨¦ un episodio de celos que no me gust¨® nada. Ella estaba hablando con un t¨ªo y fui all¨ª a marcar territorio. Desde entonces controlo mucho no dejarme llevar por los celos. Creo que sobre todo ocurre por un tema de educaci¨®n: nos han vendido un amor exclusivo y rom¨¢ntico que no es real".
- Ra¨²l Jim¨¦nez (inform¨¢tico, 50 a?os): "Hay una cosa que hago mucho, aunque ahora que soy consciente trato de hacerlo menos. Siempre que coincido con otro hombre al que no conozco y con el que tengo que entablar alg¨²n tipo de conversaci¨®n trivial empiezo sacando el f¨²tbol como tema de conversaci¨®n para romper el hielo. Lo hago asumiendo que por ser hombre le tiene que gustar este deporte, algo que por supuesto no hago cuando la persona con la que tengo que hablar es una mujer".
- Juli¨¢n (fil¨®sofo, 37 a?os): "Durante un tiempo trabaj¨¦ como camarero y hac¨ªa dos cosas que hoy veo claramente que eran fruto de la educaci¨®n machista en la que todos hemos crecido. La primera es que cuando una pareja me ped¨ªa la cuenta siempre le llevaba el ticket al hombre para que pagara. La segunda es que cuando una pareja ped¨ªa una cerveza y un refresco autom¨¢ticamente le pon¨ªa la cerveza al hombre, dando por hecho sin preguntar que era para ¨¦l y no para ella. Si hoy trabajara en un bar, tengo claro que no volver¨ªa a cometer estos errores".
- Javier Royo (autor de Homo Machus, 48 a?os): "Yo ahora escucho m¨¢s, pero antes practicaba un mansplaining de libro. Cuando ten¨ªa una conversaci¨®n con una mujer le explicaba algo que ella ya me hab¨ªa dejado claro que sab¨ªa. Soy consciente de mi error desde hace bastante tiempo y hago el ejercicio de no dar lecciones".
- Abraham Boba (cantante del grupo Le¨®n Benavente, 45 a?os): "Lo m¨¢s importante es que se ha generado la posibilidad de repensar nuestra postura como hombres. Pongo un ejemplo. Cuando propuse poner el t¨ªtulo a nuestro ¨²ltimo disco, que se llama Vamos a volvernos locos. Pens¨¦ en poner: Vamos a volvernos locas. Creo que el mero hecho de plantearse esto me parece positivo" (nota: Le¨®n Benavente lo forman cuatro hombres).
- Juan Pablo Cancho (profesor, 52 a?os): "Mi novia decidi¨® hace unas semanas no depilarse las axilas. Al principio me sent¨® mal y decid¨ª disuadirla. No lo conceb¨ªa. Luego pens¨¦ que, por supuesto, no ten¨ªa derecho a exigirle nada".
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