El silencio estrat¨¦gico de Moro sobre la muerte del miliciano amigo de la familia Bolsonaro
La muerte de Adriano del N¨®brega preocupa a quienes temen que ¨¦l pudiera ser una pieza clave para poder llegar al responsable del asesinato de Marielle
La muerte del miliciano y el excapit¨¢n del Bope Adriano del N¨®brega, a manos de la polic¨ªa, un hecho que ha sido noticia internacional por sus posibles relaciones con la muerte de la activista Marielle Franco, ha dejado abiertas una serie de interrogantes que la opini¨®n p¨²blica debe exigir conocer.
?Era inevitable, por ejemplo, para la polic¨ªa, dado que el fugitivo estaba aislado y solo, acabar con su vida en vez de entregarlo vivo a la Justicia? ?Supo S¨¦rgio Moro, como ministro de Justicia y de Seguridad P¨²blica, con antelaci¨®n acerca de la operaci¨®n policial en marcha? ?Interesaba al presidente Bolsonaro y a su familia, con qui¨¦n el miliciano mantuvo en el pasado largos a?os de amistad, acabar con su vida para que no pudiera hablar? ?Y a Moro?
?C¨®mo explicar el silencio hasta ahora del ministro de Justicia sobre la muerte del importante miliciano, cuando en otras ocasiones felicit¨® a la polic¨ªa por sus acciones contra la violencia? ?C¨®mo explicar el malhumor de Bolsonaro ante los periodistas que lo interrogaron sobre el caso y el haberse negado irritado hablar con la prensa?
Sin duda se trata de una muerte que escuece, y que preocupa a quienes temen que el miliciano pudiera ser una pieza clave para poder llegar al autor o los responsables del asesinato de Marielle y para conocer mejor las relaciones estrechas entre ¨¦l y el hijo del presidente, el senador Flavio, que lo hab¨ªa condecorado por dos veces y manten¨ªa en su Gabinete a algunos de sus familiares.
Se sabe, seg¨²n la polic¨ªa, que el miliciano ten¨ªa con ¨¦l 13 celulares que podr¨ªan encerrar informaciones preciosas y hasta explosivas. ?Ser¨¢ revelado su contenido a la opini¨®n p¨²blica o dir¨¢n que estaban vac¨ªos?
Si es hasta plausible la irritaci¨®n del presidente con la noticia de la muerte del miliciano, parece m¨¢s bien estrat¨¦gico el silencio de Moro. ?Por qu¨¦ no ha mostrado satisfacci¨®n con la noticia de la muerte del miliciano? ?Por qu¨¦ no ha aplaudido la operaci¨®n policial?
Es importante ese silencio de Moro dentro del juego de espejos que est¨¢ llevando a cabo con gran habilidad y posiblemente con una estrategia bien definida. Para conocer la realidad de las cartas que est¨¢ jugando el poderoso ministro de Justicia, es necesario recordar, que hoy nadie pone en duda que el haber dejado su puesto de juez de la operaci¨®n Lava Jato, que le hab¨ªa dado fama mundial como luchador contra la corrupci¨®n, no era solo por el gusto de ser ministro. Sus aspiraciones, joven como es, y con una popularidad que est¨¢ creciendo, van m¨¢s all¨¢ de las de ministro de Bolsonaro.
Es posible que en este momento, y a juzgar por algunos textos en las redes de su esposa anim¨¢ndolo siempre a vuelos m¨¢s altos, ni siquiera la posibilidad de llegar al Supremo Tribual Federal le sea suficiente. En la calle ya es visto como un sucesor natural de Bolsonaro o hasta como un competidor suyo en las urnas, en caso de que la figura del presidente de extrema derecha, que ha empezado ¨²ltimamente a perder fuerza en las redes sociales, llegase debilitado a la reelecci¨®n.
No es f¨¢cil el equilibrio en el que se mueve Moro en este momento. Su ¨²nica estrategia frente a Bolsonaro y su familia, que gobierna junto con ¨¦l, si es cierto que su ambici¨®n verdadera es la de poder vestir la faja presidencial, es la de conseguir conjugar sus ambiciones futuras sin, al mismo tiempo, indisponerse con ellos y con sus seguidores m¨¢s fieles.
Moro deber¨¢ aparecer como fiel ministro de Bolsonaro y de su Gobierno, para no perder el consenso de ese 30% fiel a¨²n al mito, y al mismo tiempo actuar h¨¢bilmente para que Bolsonaro no crezca en consenso, y si fuera posible que vaya debilit¨¢ndose, poco a poco. Operaci¨®n dif¨ªcil porque no puede aparecer ni como abogado defensor de la familia Bolsonaro ni como un enemigo suyo.
En la sutil estrategia para mantener ese equilibrio, Moro, debe aparecer al mismo tiempo a la opini¨®n p¨²blica, como fiel a su jefe, a quien intenta ayudar en sus comprometidas relaciones con la corrupci¨®n y las milicias, y al mismo tiempo ir colocando piedras para que pueda tropezar sin que aparezca su doble estrategia.
Es a la luz de esos intereses pol¨ªticos de Moro como puede ser examinado su silencio frente a la muerte del excapit¨¢n Adriano, y su a¨²n desconocida actitud con la operaci¨®n policial. El interrogativo sobre si a Moro y a Bolsonaro interesaba el miliciano vivo o muerto, podr¨ªa estar directamente relacionado con la estrategia de Moro de aparecer fiel su jefe y al mismo tiempo no ver con malos ojos que su figura pueda aparecer comprometida.
La pol¨ªtica, sus estrategias, sus extra?os y ocultos laberintos han sido siempre cl¨¢sicos en la b¨²squeda del poder. Nicol¨¢s Maquiavelo, el fil¨®sofo y escritor italiano, considerado como el padre de la ciencia pol¨ªtica moderna, nos lo hab¨ªa ense?ado ya, siglos atr¨¢s.
Y Moro empieza a ser visto por los analistas pol¨ªticos como el nuevo y sutil Maquiavelo brasile?o, autor del famoso El pr¨ªncipe, que defend¨ªa que los fines pueden justificar los medios para conseguirlos.
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