?Qu¨¦ significan los extra?os elogios de Lula a Bolsonaro?
El expresidente brasile?o asegura que Bolsonaro es una v¨ªctima a la que se le impide hablar y que ha tenido el m¨¦rito de demostrar que se puede, con las redes sociales, prescindir de los medios de comunicaci¨®n
El presidente de extrema derecha, Jair Bolsonaro, no podr¨ªa nunca imaginar recibir tantos y tales elogios de la boca de su gran antagonista pol¨ªtico, el expresidente Lula. Claro que debe tratarse de un c¨¢lculo estrat¨¦gico del exsindicalista que es maestro en las artes de sorprender.
Los elogios a Bolsonaro, pronunciados en una larga entrevista al site UOL parecen m¨¢s bien proferidos por algunos de sus seguidores. Lula ha alertado a los suyos para que dejen de juzgar a Bolsonaro a un solo a?o de su mandato y ha recordado que a¨²n puede crecer mucho su popularidad. M¨¢s a¨²n, ha llegado a defenderlo porque, seg¨²n ¨¦l, hay cr¨ªticas que ¨¦l hace a los medios de comunicaci¨®n "que son correctas".
Seg¨²n ¨¦l, Bolsonaro es una v¨ªctima a la que se le impide hablar y que ha tenido el m¨¦rito de demostrar que se puede, con las redes sociales, prescindir de los medios de comunicaci¨®n, peri¨®dicos, radios y televisi¨®n.
Todo ello en una larga entrevista donde pudo hablar en total libertad. ?Para qu¨¦ todo eso? ?Necesitaba Lula, en este momento, tejer ese paneg¨ªrico de un presidente considerado, internacionalmente, como al¨¦rgico a los derechos humanos y a todas las minor¨ªas?
Antecediendo a los elogios a Bolsonaro, Lula intent¨® tambi¨¦n d¨ªas atr¨¢s ganarse igualmente a los evang¨¦licos a su causa. Lleg¨® a decir que ¨¦l siempre hab¨ªa tenido "um jeitinho de pastor" y que el lugar natural de esas iglesias ser¨ªa militar en el PT.
Ese resbal¨®n de Lula se da paradojicamente en el momento en que en Brasil, la clase democr¨¢tica y pensante, est¨¢ obligando a Bolsonaro a hacer marcha atr¨¢s en sus arrobos autoritarios que a veces rozan el fascismo y hasta el nazismo, como lo fue en el caso del responsable de la Cultura, Roberto Alvim, al que se vio obligado, contra su voluntad, a dimitir fulminantemente. Ya antes, el ministro de Exteriores de Bolsonaro, Ernesto Ara¨²jo, hab¨ªa afirmado que "Dios hab¨ªa mandado a Trump, junto con Bolsonaro para salvar al mundo".
En su defensa y elogios a Bolsonaro, Lula, que en la c¨¢rcel le hab¨ªa dicho al exjuez espa?ol Baltasar Garz¨®n que el nuevo presidente significaba un "peligro para el mundo", envi¨® a los suyos el mensaje de que deben respetar que el nuevo presidente fue elegido en las urnas por voto popular. Que tiene todo el derecho a gobernar los cuatro a?os y de probar la reelecci¨®n. Eso es cierto, pero ambiguo en la boca de Lula que sabe muy bien que no es la primera vez , y probablemente no ser¨¢ la ¨²ltima, en que un presidente elegido en las urnas ha acabado siendo depuesto.
Hoy hasta no pocos de quienes le eligieron preferir¨ªan ver a Bolsonaro fuera de la Presidencia tras haber conocido su forma autoritaria de gobernar, la selecci¨®n de algunos de sus ministros, sus proyectos malditos sobre la Amazonia, su visi¨®n ofensiva sobre los ind¨ªgenas y sus arrobos fascistas contra los medios de informaci¨®n. ?C¨®mo explicar entonces los elogios hechos por Lula?
Bolsonaro, gracias a la resistencia de la sociedad que le dijo no a sus locuras autoritarias, se ha visto obligado a decir y desdecir, a nombrar ministros y tener que dimitirles, en un vaiv¨¦n de contradicciones que indican que ¨¦l empieza a saber que no puede hacer lo que quiere. Y que no es cierto que es ¨¦l quien manda, en el sentido de que puede gobernar a su antojo y seg¨²n su idiosincrasia despreciando la Constituci¨®n.
No podemos olvidar, y no deber¨ªa olvidarlo Lula, que Bolsonaro inici¨® su mandato queriendo conmemorar el aniversario de la dictadura militar, que se empe?a en negar que fue tal. Ni sus proyectos de exterminar a la izquierda a cualquier costo y de hacer de la Amazonia, coraz¨®n verde no solo de Brasil, sino de la Humanidad, un desierto de petr¨®leo o un pasto de ganado. Y de los brasile?os, incluso de los adolescentes, un ej¨¦rcito de personas armadas prontas para matar.
Es duro escuchar de Lula una defensa de la conducta de Bolsonaro con los medios. Es verdad que Bolsonaro tiene todo el derecho de gobernar un pa¨ªs que le dio los votos abundantes para ello; pero para quien tienen un alma y un coraz¨®n democr¨¢tico no es f¨¢cil olvidar que, por ejemplo, en el 75 aniversario de la liberaci¨®n de Auschwitz, Bolsonaro prefiri¨® viajar a la India en vez de ir a aquella celebraci¨®n mundial contra el Holocausto.
Es duro tejer elogios del presidente Bolsonaro que hab¨ªa llegado a jactarse de que uno de sus bisabuelos, hab¨ªa sido soldado de Hitler.
Del fundador del nazismo, Bolsonaro lleg¨® a decir que hab¨ªa sido un "gran estratega" y que "cualquier general, por ejemplo, aqu¨ª en Brasil o en cualquier otro ej¨¦rcito del mundo, tiene que estar preparado para aniquilar a otro pa¨ªs, destruir otro pa¨ªs, para defender a su pueblo".
Un d¨ªa los especialistas deber¨¢n analizar el lenguaje de Bolsonaro, pre?ado de una fuerza aterradora. Sus verbos m¨¢s usados suelen ser, destruir, aniquilar, disparar, deportar. Raramente aparecen en su boca y en sus mensajes palabras como paz, dialogo, convivencia, libertad o respeto por los que sufren a causa de sus diferencias.
"?l fue un pacifista y yo soy un soldado", dijo Bolsonaro ante el monumento de Gandhi en la India. Todo un mensaje cifrado. Podr¨ªa leerse as¨ª: "yo no puedo ser pacifista porque soy soldado". Gandhi predicaba el perd¨®n para pacificar a la India. La misi¨®n de Bolsonaro es el ataque aunque sea a costa de aniquilar a quienes no piensen como ¨¦l. ?Seguir¨¢ Lula tejiendo paneg¨ªricos del soldado presidente Bolsonaro que como ¨¦l mismo ha rebelado, duerme con un arma pegado a la almohada?
Y antes que alg¨²n lector me lo recuerde, es cierto que a?os atr¨¢s, en una entrevista en la revista Playboy, el entonces sindicalista Lula al preguntarle sobre los personajes que m¨¢s admiraba respondi¨® que, junto a Gandhi y Luther King, tambi¨¦n admiraba a Hitler. Es de esperar que los a?os y su experiencia posterior hayan hecho al Lula democr¨¢tico arrepentirse de aquella desdichada afirmaci¨®n. O nos ver¨ªamos forzados a pensar que quiz¨¢s Lula y Bolsonaro no sean tan diferentes como parecen. Y que hasta buscan un acuerdo.
Sinceramente, prefiero pensar que no, ya que estamos ante dos biograf¨ªas bien distintas, aunque es cierto que Satan¨¢s en el campo del poder tent¨® hasta a Jesucristo. "Todo esto te dar¨¦ si postr¨¢ndote me adoras" (Mt. 4,9).
?Ser¨¢ que la b¨²squeda por el poder lo permite y lo perdona todo? La verdadera riqueza en pol¨ªtica y en la vida es m¨¢s bien la libertad de esp¨ªritu para quien no existen ni santos ni demonios, sino mujeres y hombres como nosotros tomados por mano en camino hacia la tierra de la libertad
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.