Hacia una cooperaci¨®n espa?ola diversa y enraizada en la sociedad

En un ecosistema, los distintos organismos vivos que lo componen interact¨²an entre ellos y, adem¨¢s, con el medio f¨ªsico en el que se encuentran. Podemos encontrar organismos individuales, grupos de organismos de la misma especie, interacciones entre dos especies, interacciones entre grupos m¨¢s numerosos de especies.

Como si de un ecosistema se tratase, en la cooperaci¨®n al desarrollo espa?ola encontramos distintos actores y niveles que la configuran y le dotan de vida. Uno de esos niveles es la cooperaci¨®n descentralizada: la que se realiza desde las entidades locales y las comunidades aut¨®nomas. Una propuesta que se constituye en el rasgo diferenciador de la cooperaci¨®n espa?ola y que hunde sus ra¨ªces en el tejido social de ciudades y pueblos.

Gracias a todos estos actores se ha conseguido la sensibilizaci¨®n ciudadana necesaria para animarnos a seguir trabajando en la cooperaci¨®n al desarrollo. Adem¨¢s, esta diversidad y pluralidad ha sido reconocida por la comunidad internacional porque gracias a ella se han consolidado numerosas interacciones con otros ecosistemas de cooperaci¨®n, a diferentes niveles y con actores muy diversos. Sin embargo, muchas veces nos surge la duda de si se est¨¢ aprovechando o no la potencialidad de este valor diferencial.

Tradicionalmente, siguiendo con la met¨¢fora del ecosistema, hemos considerado organismos de la cooperaci¨®n descentralizada a las administraciones locales ¡ªayuntamientos, diputaciones y cabildos¡ª y a las comunidades aut¨®nomas, y a las organizaciones de desarrollo. Con una mirada m¨¢s amplia entendemos que hay que tener en cuenta a las universidades. Sumamos tambi¨¦n a organizaciones de segundo nivel como pueden ser los fondos de cooperaci¨®n, las coordinadoras de ONGD, el Observatorio de Cooperaci¨®n Universitaria al Desarrollo y la FEMP.

Hay que encontrar una manera diferente de trabajar todos juntos como nos plantea la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de la ONU

Asistimos a un debate sobre las reformas necesarias para que el sistema de cooperaci¨®n sea m¨¢s eficaz y responda a los retos globales. En el caso de la cooperaci¨®n descentralizada, el reto est¨¢ en avanzar en la articulaci¨®n multiactor y multinivel. Hay que superar los discursos de la complementariedad ¡ªcada actor y cada nivel tiene unas tareas determinadas que se complementan¡ª y de la coordinaci¨®n ¡ªun organismo superior que dise?a las pol¨ªticas y que coordina a quienes tienen que desarrollarlas.

Partiendo del principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, habr¨ªa que empezar a hablar de la importancia de la aportaci¨®n de cada actor al ecosistema y, de manera paralela, imaginar nuevos espacios en los que avanzar en la articulaci¨®n. En definitiva, encontrar una manera diferente de trabajar todos juntos como nos plantea la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Hasta ahora el esfuerzo realizado por la Administraci¨®n General del Estado por conectarse con los niveles subestatales ha quedado reducido a las escasas convocatorias de la Comisi¨®n Interterritorial y la Conferencia Sectorial. Por su parte, las comunidades aut¨®nomas han mantenido sus encuentros anuales que han servido m¨¢s para intercambiar ideas y compartir acciones innovadoras que para avanzar hacia una agenda compartida y acciones coordinadas.

Durante la ¨²ltima d¨¦cada el resto de los actores de la cooperaci¨®n descentralizada ha tenido que encajar el golpe de la crisis y los recortes. Se han repensado tanto en sus estructuras como en sus posicionamientos y en su visi¨®n del trabajo en red. No son pocas las trabas que tienen que enfrentar, empezando por la Ley de Racionalizaci¨®n y Sostenibilidad de la Administraci¨®n Local, la Ley de Subvenciones o la heterogeneidad de los criterios y procedimientos por parte de las diversas cooperaciones auton¨®micas y locales. Por si fueran pocos estos obst¨¢culos legales, han de lidiar con el manido e insolidario discurso de "primero los de aqu¨ª" que ahora se disfraza con el "devolvamos esta competencia al Estado".

Si se quiere refundar la cooperaci¨®n espa?ola para que sea m¨¢s moderna y capaz de hacer frente a la pobreza, la desigualdad y a la insostenibilidad, es imprescindible que se reconozca la cooperaci¨®n descentralizada como un elemento estructural que canaliza el torrente solidario de la ciudadan¨ªa de nuestro pa¨ªs con la sociedad civil de los pa¨ªses con los que colaboramos. As¨ª este ecosistema no solo seguir¨¢ ganando en riqueza sino en organismos que lo constituyen.

Pastora Mart¨ªnez Samper es vicerrectora de Globalizaci¨®n y Cooperaci¨®n de la UOC. Andr¨¦s Rodr¨ªguez Amayuelas es presidente de la Coordinadora de ONGD de Espa?a. Sonia Rodr¨ªguez Cobos es concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Burgos.

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