Salir o quedarse en el t¨²nel de la tuberculosis
En Sud¨¢n del Sur, a?os de guerra y un sistema de salud fr¨¢gil han dejado a muchas personas sin acceso a tratamiento para enfermedades como la tuberculosis. En Sud¨¢n se repite el problema
John Jimis no entend¨ªa cu¨¢l era el problema. Hasta tres veces visit¨® el centro de salud de su campo de refugiados. Los medicamentos que le prescrib¨ªan no serv¨ªan de nada. "Estaba tosiendo todo el tiempo y no dorm¨ªa bien. Mi peso segu¨ªa bajando¡±, me explica el joven, de 28 a?os. Delgado, ojos nublados, voz tenue pero firme. Nos conocimos a finales de 2019 en el estado del Nilo Blanco, en Sud¨¢n, que alberga a unos 250.000 sursudaneses que, como ¨¦l, han huido durante los ¨²ltimos a?os del brutal conflicto que asola el pa¨ªs vecino.
Oriundo de la ciudad de Malakal, John hab¨ªa llegado all¨ª tres a?os atr¨¢s para reunirse con su familia. Su estado empeor¨® tanto en tan poco tiempo y se puso tan enfermo que sus familiares le acabaron llevando a otro hospital, el de M¨¦dicos sin Fronteras (MSF) en Al Kashafa, un campo de refugiados situado a unos pocos kil¨®metros. ¡°Llegu¨¦ al hospital inconsciente, con un peso de solo 45 kilos¡±, recuerda. El equipo m¨¦dico tom¨® una muestra de su esputo y confirm¨® que ten¨ªa tuberculosis. Enseguida empez¨® el tratamiento y en pocas semanas not¨® la mejor¨ªa.
"Ahora me he recuperado. Despu¨¦s de dos meses, regres¨¦ al hospital y volvieron a analizar mi esputo. Mi peso esta vez era de 54 kilos y a d¨ªa de hoy contin¨²a aumentando. El m¨¦dico ha cambiado mis medicamentos para poder comenzar la siguiente fase del tratamiento. Estoy tomando la medicaci¨®n. Puedo caminar f¨¢cilmente y me siento en forma y saludable, gracias a Dios. Estoy muy feliz porque no esperaba una recuperaci¨®n tan r¨¢pida", afirma.
Una de las principales causas globales de muerte
Mientras John sale del t¨²nel, muchos otros entran sin saber bien c¨®mo abandonarlo. En Sud¨¢n del Sur, a?os de guerra y un sistema de salud fr¨¢gil han dejado a muchas personas sin acceso a tratamiento para enfermedades infecciosas cr¨®nicas como la tuberculosis. Cada a?o, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), se reportan unos 14.600 casos en el pa¨ªs. En Sud¨¢n, por su parte, la cifra de casos detectados es a¨²n mayor, unas 20.600 personas, si bien la poblaci¨®n es cuatro veces superior a la del vecino meridional, el pa¨ªs m¨¢s joven del mundo, que se independiz¨® de Jartum en 2011.
Si no se trata, la tuberculosis debilita severamente la salud y puede ser mortal. De hecho, es una de las diez principales causas de muerte a nivel mundial: 1,5 millones de personas murieron en 2018 en el mundo, seg¨²n la OMS.
Que la enfermedad devora vidas lo sabe de sobra Simon Dau. Al igual que John, Simon procede de Malakal, una ciudad que tras Yuba era la m¨¢s poblada de Sud¨¢n del Sur antes de que estallara la guerra en 2013 y que ha cambiado varias veces de manos en estos a?os. Anta?o un vibrante centro comercial junto al Nilo, hoy en Malakal todav¨ªa se ven las cicatrices del conflicto. La urbe se recupera lentamente pese a los avances del proceso de paz, que han tenido como ¨²ltimo paso la reciente formaci¨®n de un gobierno de unidad nacional entre las facciones rivales.
Simon tiene hoy 42 a?os y lleva trabajando con nosotros desde 2013. Actualmente es responsable cl¨ªnico del programa de VIH y de tuberculosis que MSF lleva a cabo en su ciudad natal. ¡°Recuerdo a un t¨ªo m¨ªo que tuvo fiebre y tos hace unos a?os, en 2011. Le dimos amoxicilina y paracetamol, pero su condici¨®n no mejor¨® en absoluto y finalmente muri¨®,¡± me explica con un punto de rabia. ¡°Cuando m¨¢s tarde me un¨ª a MSF y tuve m¨¢s acceso a informaci¨®n sobre la enfermedad, me di cuenta de que seguramente mi t¨ªo hab¨ªa estado sufri¨¦ndola¡±, a?ade.
En muchas partes de Sud¨¢n del Sur todav¨ªa no hay programas de tuberculosis y el acceso a atenci¨®n m¨¦dica de calidad puede ser una odisea. Es un hecho que la falta de instalaciones y de conocimientos en materia de salud son factores que siguen conduciendo a la muerte de muchas personas.
Simon me explica que, durante su trabajo, toma nota del historial cl¨ªnico completo del paciente, de sus s¨ªntomas y de sus contactos. Y luego, si la prueba da positivo, el paciente es puesto en aislamiento. ¡°Recibimos pacientes que han estado enfermos y han mostrado s¨ªntomas durante mucho tiempo. A veces llegan muy tarde, cuando su estado de salud es sumamente grave¡±, se lamenta.
Herramientas f¨¢ciles que mejoran el diagn¨®stico
Es posible que muchas de estas personas que llegan demasiado tarde hayan ido primero a otras instalaciones m¨¦dicas sin capacidad de diagnosticar tuberculosis, como le ocurri¨® a John. El diagn¨®stico, que antes era un proceso muy complicado en pa¨ªses que, como Sud¨¢n del Sur, presentan grandes desaf¨ªos log¨ªsticos para desplazarse o para tener suministro continuo de agua o de luz, ha mejorado con la incorporaci¨®n en los ¨²ltimos a?os de herramientas innovadoras, como el ultrasonido en el punto de atenci¨®n (o Pocus) y el GeneXpert.
¡°Si sospechamos que un paciente puede tener tuberculosis, usamos el ultrasonido de punto de atenci¨®n, o Pocus, para tratar de encontrar algunos signos b¨¢sicos de tuberculosis, como derrames peric¨¢rdicos y pleurales o ganglios linf¨¢ticos¡±, me explica Simon. De hecho, a?ade que el Pocus se puede usar para muchos otros prop¨®sitos, como pediatr¨ªa y cirug¨ªa, ya que complementa la radiograf¨ªa y es mucho m¨¢s funcional y f¨¢cil de usar. Esto es particularmente ¨²til en los contextos remotos donde trabaja habitualmente una organizaci¨®n como la nuestra.
A trav¨¦s de una muestra de fluidos, principalmente esputo, se confirma m¨¢s tarde el diagn¨®stico con GeneXpert, una m¨¢quina autom¨¢tica que amplifica el ADN. Este aparato tambi¨¦n puede detectar si la forma de tuberculosis es resistente. Da resultados muy r¨¢pidamente, en solo dos horas.
"Son m¨¢quinas muy ¨²tiles. Antes solo us¨¢bamos el microscopio y ten¨ªamos que enviar muestras al laboratorio. Esto pod¨ªa llevar varios d¨ªas. Ahora todo es mucho m¨¢s r¨¢pido y m¨¢s sensible", asegura Simon.
Hacinamiento y desplazamiento, desaf¨ªos
En Malakal se encuentra uno de los seis complejos de Protecci¨®n de Civiles de Naciones Unidas en Sud¨¢n del Sur. Campos de desplazados protegidos por cascos azules donde, pese a la existencia de servicios humanitarios, las condiciones de precariedad contribuyen al deterioro de la salud de sus habitantes. En el de Malakal hay actualmente unas 29.000 personas y, seg¨²n datos recogidos por nuestros equipos m¨¦dicos, la incidencia de tuberculosis es all¨ª unas tres veces superior a la tasa nacional.
¡°Las dif¨ªciles condiciones de vida que afronta tanto la poblaci¨®n local como la refugiada, la situaci¨®n de hacinamiento en la que se encuentran los refugiados, adem¨¢s de la falta de agua limpia y de un sistema de saneamiento adecuado, crean el ambiente perfecto para que se propaguen algunas enfermedades¡±, me cuenta Yumo Arop, supervisor de VIH y tuberculosis en el campo de refugiados de Al Kashafa, en Sud¨¢n.
Una persona infectada en un lugar superpoblado puede transmitir la enfermedad a muchos de sus contactos m¨¢s cercanos
Una persona infectada que viva en un lugar superpoblado puede transmitir la enfermedad a muchos de sus contactos m¨¢s cercanos, por lo que la profilaxis [tratamiento preventivo] debe distribuirse a los familiares.
La volatilidad de la regi¨®n es un desaf¨ªo. El conflicto lleva a menudo a las personas a moverse de un lugar a otro. Tambi¨¦n puede provocar que los pacientes interrumpan el tratamiento, aumentando as¨ª el riesgo de que desarrollen resistencia a los medicamentos contra la tuberculosis.
¡°Cuando en 2017 estall¨® una nueva crisis en el noreste de Sud¨¢n del Sur, con violentos combates, miles de personas cruzaron al estado del Nilo Blanco en Sud¨¢n. Examinamos la condici¨®n de los reci¨¦n llegados y confirmamos que algunos ten¨ªan tuberculosis¡±, recuerda Yumo.
Algunos ya recib¨ªan tratamiento en Sud¨¢n del Sur, pero muchos vieron c¨®mo este se ve¨ªa interrumpido debido al desplazamiento. ¡°Algunas personas hab¨ªan pasado seis u ocho meses sin recibirlo¡±, recuerda Yumo, ¡°pero afortunadamente, los equipos solo detectaron un caso de tuberculosis resistente¡±.
El t¨²nel de esta enfermedad puede ser corto y relativamente sencillo y, sin embargo, cada a?o, ya sea en Sud¨¢n, Sud¨¢n del Sur o en muchos otros puntos del planeta, se vuelve largo y tortuoso para cientos de miles de personas. Por eso es importante seguir luchando. Para que el camino sea lo m¨¢s llevadero posible y no se acabe complicando.
Igor G. Barbero es responsable de comunicaci¨®n de MSF en ?frica del este.
MSF comenz¨® a tratar la tuberculosis en Sud¨¢n y en lo que hoy es Sud¨¢n del Sur a mediados de la d¨¦cada de 1990. Los programas iniciales se llevaron a cabo en Leer y Nasir en 1994 y luego en Lankien en 2006. Entre 2013 y 2019, MSF ha tratado a 10.139 pacientes con tuberculosis solo en Sud¨¢n del Sur, un promedio de casi 1.450 por a?o.
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