Las fresas pertenecen a la familia bot¨¢nica de ros¨¢ceas, algo as¨ª como un enorme clan donde confluyen desde las rosas a los melocotones. Aunque en el lenguaje popular las fresas se consideran una fruta m¨¢s, desde un punto de vista bot¨¢nico no son ni siquiera un fruto. En realidad, son un engrosamiento del recept¨¢culo floral, un tallo floral rechoncho sobre el que se asientan los verdaderos frutos. S¨ª, las pepitas (su nombre t¨¦cnico es aquenios) que se distribuyen a lo largo de toda la piel son los aut¨¦nticos frutos (y no semillas como suele creerse). Y este singular modo de hacerse hueco en la vida se llama infrutescencia, es decir, un fruto que nace junto a otro.
Puede presentar una forma c¨®nica o m¨¢s redondeada, tiene un tono rosa rojizo muy intenso y el tama?o puede variar seg¨²n la especie, entre 15 y 22 mm de di¨¢metro. El sabor tambi¨¦n puede ser m¨¢s ¨¢cido o ciertamente dulce y su aroma frutal es f¨¢cilmente reconocible. Durante siglos, la ¨²nica variedad que conoc¨ªan los europeos era la Fragaria vesca. Los descubridores espa?oles trajeron del actual Chile la Fragaria chilonensis. Cruzando ambas obtuvieron una nueva variedad, m¨¢s sabrosa y resistente: el fres¨®n.
Tanto las fresas como el fres¨®n son extremadamente fr¨¢giles y perecederos. Por eso se sigue recogiendo a mano, una a una y solo cuando est¨¢n en su punto justo de maduraci¨®n. En casa, gu¨¢rdalas en la nevera extendidas en una fuente. Cuanto menos amontonadas, mejor, para evitar la proliferaci¨®n de mohos. Raro es que aguanten m¨¢s all¨¢ de 4 o 5 d¨ªas. El tallo verde y las hojas no se comen, pero no deben retirarse hasta que se vayan a consumir. De lo contrario, se acelera su deterioro. Antes de servir, hay que lavarlas bien bajo el grifo del agua para eliminar la suciedad y posibles restos de qu¨ªmicos utilizados durante el cultivo.
Trucos hort¨ªcolas para ampliar la temporada
Seg¨²n la variedad, la temporada de la fresa va desde finales de invierno a principios del verano. Sn embargo, la incorporaci¨®n de nuevas formas de cultivo hace posible encontrarlas en el mercado desde enero, cultivadas a este lado de los Pirineos y sin tener que recurrir a producto venido desde el hemisferio sur. ¡°La utilizaci¨®n de m¨¦todos de cultivo protegidos (en Almer¨ªa, con los famosos invernaderos del mar de pl¨¢stico; en Murcia, con mallas o coberturas de distintos tipos en las primeras fases del cultivo) permite modificar el calendario de siembra y recolecci¨®n. ¡±Una variedad acomodada a un ciclo de cultivo de oto?o-invierno en invernadero no se adaptar¨ªa bien (producir¨ªa peor, con peor calidad, menos kilos) en un ciclo de verano al aire libre. Y viceversa: una variedad en ciclo de verano al aire libre no se adaptar¨ªa bien al cultivo protegido".
Al rico antioxidante
Entre que es bien parecida, baja en calor¨ªas y que va cargada de vitamina C antioxidante, la fresa suele ser protagonista de muchas fotos acerca de dieta saludable. Los datos lo confirman: por cada 100 gramos de porci¨®n comestible, aporta 89,6 gramos de agua y solo 36 calor¨ªas. Su principal aporte nutricional son los hidratos de carbono: 7 gramos formados, sobre todo, por fructosa, glucosa y xilitol. Tambi¨¦n suman 2,2 gramos de fibra.
En cuanto a las vitaminas, no cabe duda: su fuerte son los 60 mg de vitamina C, el 75% de la cantidad diaria recomendada para un adulto sano. Esta vitamina tiene car¨¢cter antioxidante y protege a las c¨¦lulas del da?o oxidativo por los radicales libres. Adem¨¢s, contribuye a la formaci¨®n de col¨¢geno para m¨²sculos, piel, huesos y dientes y mejora la absorci¨®n del hierro. Su color rojo intenso se debe a unos pigmentos vegetales denominados antocianinas, un tipo de polifenoles que tambi¨¦n tienen capacidad antioxidante.
No las arruines al prepararlas
Si bien la fresa aporta como pocas calor¨ªas, es frecuente fastidiarla a la hora de llevarlas a la mesa con preparaciones poco saludables, como espolvorear az¨²car por encima, cubrirlas de nata o ponerlas en una fondue de chocolate fundido. Todas estas formas culinarias exceden con creces las recomendaciones nutricionales de reducir el consumo de az¨²cares libres. Dado su intenso sabor ligeramente dulce prueba a disfrutarlas sin m¨¢s aditamentos.
Otra forma frecuente de presentarlas es maceradas en vinagre. Para ello, a?ade una cucharada sopera de vinagre por kilo y un poco de az¨²car al menos dos horas antes de llevarlas a la mesa. A su favor, que las fresas se van a conservar varios d¨ªas; en su contra, el az¨²car a?adido. Tambi¨¦n suelen incorporarse a otras recetas de reposter¨ªa, como tartas, crepes o mermeladas.
No hace falta ser un instagramer para disfrutar de una de las preparaciones m¨¢s simples y saludables: los batidos (o smoothies, si buscas el ¨¦xito en Instagram). Prueba a mezclarlas con yogur, leche de vaca o bebidas vegetales y otras frutas, como pl¨¢tano, manzana o frambuesas. Tendr¨¢s un desayuno o merienda saludable y rico en nutrientes.
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