Ed Maverick, de fracasar en un bar al disco de oro (en menos de un a?o)
Este cantautor de 19 a?os ha saltado de pasar la gorra en cantinas de su pueblo a firmar por un sello multinacional y ser llamado para el festival de Coachella
A sus 19 a?os, Ed Maverick est¨¢ a punto de convertirse en el mexicano m¨¢s joven en llegar a uno de los grandes festivales de Estados Unidos, por delante incluso de Carlos Santana, que pis¨® Woodstock a los 22. Se presentar¨¢ en octubre, coronavirus mediante, en Coachella, la meca hipster que re¨²?ne a 100.000 personas cada a?o en California. Maverick est¨¢ nervioso: ¡°Es mucha gente, son muchos artistas. Siento que me voy a querer ir a la verga¡±. Verga: una expresi¨®n muy mexicana y muy polis¨¦mica que significa aqu¨ª algo as¨ª como desmayarse o salir corriendo de p¨¢nico, y que el m¨²sico utilizar¨¢ m¨¢s veces durante la entrevista, no siempre con el mismo sentido.
La primera vez que Eduardo Hern¨¢ndez Saucedo (Chihuahua, 2001) se hizo llamar Ed Maverick y actu¨® en vivo, decidi¨® dejar las versiones y cant¨® una canci¨®n que ¨¦l mismo hab¨ªa escrito. Era marzo de 2018 y se present¨® a una batalla de bandas de un bar semivac¨ªo de Delicias, un pueblecito del norte de M¨¦xico, con Acurrucar, que compuso a los 17 para una exnovia: ¡°?Qu¨¦ esperas de m¨ª? Quiero ver qu¨¦ piensas t¨². Me dijiste ayer: ¡®Wey, cero rom¨¢ntico¡±. El pobre Ed qued¨® ¨²ltimo, pero¡
¡°Lo hermoso fue que el tema llevaba solo 15 d¨ªas subido a Internet y ya hab¨ªa gente que se sab¨ªa la letra. Incluso me pidieron una foto, ?mi primera foto como Ed Maverick!¡±, dice sentado en Ciudad de M¨¦xico en la sala de reuniones de las oficinas de Universal, el sello que lo fich¨® en 2019. En menos de un a?o desde aquel primer (y desastroso) concierto, su primer EP, Mix pa llorar en tu cuarto, reeditado por la multinacional, se convert¨ªa en disco de oro, llegando a ser el artista mexicano m¨¢s escuchado en la plataforma Spotify, con medio mill¨®n de oyentes diarios y reventando salas y teatros con miles de adolescentes desbocados en todo el pa¨ªs.
Cuando canta Ed Maverick, su voz gruesa y triste evoca a Johnny Cash. La guitarra, que puntea a tres acordes, al primer Bob Dylan. ¡°Cuando comenc¨¦ no los conoc¨ªa¡±, dice sin pudor, y lo m¨¢s lejos que se va en el tiempo para citar la m¨²sica que le gusta de verdad es a la d¨¦cada de los noventa, a la distorsi¨®n de Nirvana, a los sintetizadores de Damon Albarn. Sus influencias, en realidad, dice que son dos: el veintea?ero brit¨¢nico Jake Bugg y otro mexicano, Juan Cirerol, tambi¨¦n norte?o y folkie de rancho como ¨¦l, aunque m¨¢s incendiario y anfetam¨ªnico.
¡°Conocer la m¨²sica independiente que se hace en M¨¦xico me abri¨® los ojos¡±, dice, y acomoda los brazos en la mesa: ¡°Esa actitud de gritar ¡®somos chavos y no nos importa estar haciendo pendejadas¡¯ es incre¨ªble, genera una intimidad bien chingona con la gente. Lo chido es que, a medida que pasa el tiempo, tengo los mismos problemas que los chavos que me escuchan, creceremos juntos. Obvio que voy a tener m¨¢s golpes, tal vez valga verga [aqu¨ª de nuevo la expresi¨®n es negativa, como ¡®tal vez se vaya todo a la mierda¡¯] y deje de ser Ed Maverick. Pero voy a seguir haciendo m¨²sica¡±.
Hern¨¢ndez solo viene a Ciudad de M¨¦xico de paso. Cuando su carrera explot¨®, dej¨® el pueblo y se mud¨® a la capital. Dur¨® seis meses. ¡°Me estanqu¨¦, conoc¨ª la marihuana, casi no sal¨ªa y me puse bien pendejo con la gente que ten¨ªa cerca¡±. Ahora est¨¢ de vuelta en Delicias viviendo con su madre. Delicias, dice, ¡°est¨¢ bien verga¡±. O sea: ¡°Delicias es una ciudad estupenda¡±. Ser¨¢ porque all¨ª se enamor¨® de la guitarra con la que se sentaba en la calle a juntar monedas para grabar en el estudio de un amigo. All¨ª aprendi¨® a tocar la bater¨ªa en un grupo de cumbia y otro de una iglesia. All¨ª recorri¨® todos los restaurantes del centro tocando con su banda norte?a piezas tradicionales y pidiendo monedas a los comensales antes de convertirse en Ed Maverick, todo un fen¨®meno generacional; el meteorito musical de la generaci¨®n Z mexicana.
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