C¨®mo congelar los alimentos frescos para que duren meses (y sigan siendo sabrosos)
?Que el filete est¨¢ insulso? La culpa es tuya, no del congelador
Todos tenemos una vena culinaria que, con el confinamiento, parece haberse convertido en arteria. Hornear, fre¨ªr, cocer ¨Cy c¨®mo no, comer¨C son ahora algunas de las actividades predilectas para pasar el tiempo. Pero nos faltan ingredientes, ahora que los alimentos no perecederos son la primera opci¨®n y los frescos han perdido peso en la cesta de la compra. Y no tiene por qu¨¦ ser as¨ª. ?Por qu¨¦ renunciar a estos ingredientes de primera cuando se pueden congelar perfectamente siguiendo unas pocas reglas (de oro, es s¨ª)?
Salvo excepciones como los huevos duros con c¨¢scara (explotar¨ªan al aumentar su volumen), el arroz, la patata, las verduras para la ensalada y emulsiones como la mayonesa (que acabar¨ªa por cortarse), casi todo se puede conservar bajo cero sin que ello altere su textura y su sabor. Parece que no tiene mucha ciencia, pero las apariencias enga?an... y arruinan las comidas; una mala estrategia de congelaci¨®n puede convertir ese bistec que espera una ocasi¨®n especial en un trozo de carne reseca. Que no cunda el p¨¢nico, que siguiendo los pasos adecuados es f¨¢cil congelar alimentos y conseguir que sigan estando sabrosos.
Blanquear y desgrasar, dos palabras que debes aprender ya
Congelar las verduras solo tiene un problema: hay que saber hacerlo. Pero la t¨¦cnica es sencilla. Primero hay que blanquearlas; esto es, cocerlas en agua hirviendo durante unos segundos (2 minutos como mucho), retirarlas del fuego, sumergirlas en un cuenco con agua muy fr¨ªa y secarlas bien. "Esto las limpiar¨¢, evitar¨¢ la proliferaci¨®n de bacterias y mantendr¨¢ su color, textura, aromas y vitaminas durante el proceso de congelaci¨®n", se?ala la secretaria de la Sociedad Espa?ola de Seguridad Alimentaria, L¨ªdia V¨¤zquez. Y a?ade: "Es conveniente hacerlo con la pieza entera ¡ªa menor superficie de contacto con el agua, menos vitaminas hidrosolubles se pierden¡ª, luego hay que guardarlas cortadas en trozos lo m¨¢s peque?os posible".
Para la carne y el pescado, la t¨¦cnica es m¨¢s sencilla. En ambos casos hay que retirar las v¨ªsceras para acabar con la proliferaci¨®n de par¨¢sitos. A los productos m¨¢s grasos, como el salm¨®n y el cordero, conviene quitarles la grasa visible antes de congelarlos porque se pone rancia y da a la pieza un sabor desagradable. Una vez limpia, la carne se guarda lo antes posible, nada de dejarse llevar por la pereza y olvidarla d¨ªas en la nevera. "Durante ese tiempo el producto sigue deterior¨¢ndose aunque est¨¦ envasado al vac¨ªo", recuerda la experta.
Por eso mismo, y pese a que parezca una buena idea para aprovechar todo el g¨¦nero, hay que evitar congelar un alimento que est¨¦ a punto de caducar. Con el pan sucede lo mismo: conviene congelarlo reci¨¦n horneado, en rebanadas finas y en bolsas de pl¨¢stico bien selladas. Eso s¨ª, dejarlo olvidado durante m¨¢s de un mes puede acabar en una experiencia gustativa bastante desagradable.
Igual que las verduras, casi todas las frutas son congelables, pero con algunas el resultado puede ser decepcionante: "Al tener mucha agua, los hielos que se forman ser¨¢n enormes, romper¨¢n la estructura celular interna y al descongelarse ser¨¢n de peor calidad porque perder¨¢n todo el l¨ªquido", subraya la experta. Una manera de minimizar el impacto es lavarlas bien, pelarlas, desgajarlas o cortarlas en pedazos peque?os y sin pepitas, y guardarlas en raciones individuales, dejando siempre un peque?o espacio en la bolsa para que la fruta pueda expandirse a sus anchas cuando el agua se haga hielo. Si queremos conservar el sabor a toda costa, aunque eso signifique renunciar a la textura, lo mejor es congelarla en forma de compota.
El tama?o (y el envoltorio) importa
Desde la Agencia Espa?ola de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrici¨®n (Aecosan) aconsejan envasar los productos en porciones peque?as porque as¨ª la congelaci¨®n es m¨¢s r¨¢pida y hay menos riesgos alimentarios. No es el ¨²nico motivo para seguir el consejo de la entidad dependiente del Ministerio de Sanidad: la calidad de la comida tambi¨¦n empeora. "Cuando el trozo es muy grueso, los cristales de hielo que se crean son muy grandes, rompen la estructura celular del alimento y, al cocinarlo, la calidad es mucho peor", desgrana la experta. Cortar en finos filetes una pechuga de pollo y envasarlos de dos en dos ¡ªo en rodajas individuales, en el caso del pescado¡ª siempre ser¨¢ mejor que guardar la pieza entera. En concreto, lo ideal es que los cortes no superen los dos cent¨ªmetros de grosor.
Tambi¨¦n hay que cuidar c¨®mo envolvemos los alimentos. Meterlos en una bolsa de pl¨¢stico, hacerle un nudo y dejarlos en el primer hueco que encontremos hace ganar tiempo, pero perder calidad: solo conseguiremos que quede mal aislado, que absorba olores y que, adem¨¢s, se congele peor. Para la experta en seguridad alimentaria Gabriela Brieba, lo ideal es envasarlos al vac¨ªo, pero para eso hace falta una m¨¢quina que la mayor¨ªa de los mortales solo ve en MasterChef. No pasa nada, el papel film y las bolsas de congelaci¨®n son una buena alternativa. "Es importante chafar bien la bolsa y pegar el papel al alimento para eliminar al m¨¢ximo el aire, que puede oxidarlo", a?ade Brieba.
El papel de aluminio puede ser otra opci¨®n, pero tiene sus inconvenientes: se rompe con facilidad, al ser opaco no deja ver el contenido y es dif¨ªcil de reciclar. Adem¨¢s, seg¨²n apunta V¨¤zquez, "dej¨® de recomendarse para uso alimentario porque no est¨¢ lo suficientemente estudiada su capacidad de migraci¨®n; es decir, las cantidades de metales que se transfieren a los alimentos".
Y si, por pereza o, sencillamente, por ahorrarte todos esos pasos, te ves tentado a congelarlo todo directamente en su envase original, debes tener en cuenta que, a la larga, puede ser contraproducente. En el supermercado encontramos dos tipos de envoltorios para alimentos frescos como la carne o el pescado: las bandejas de pl¨¢stico y las de porexp¨¢n. En el primer caso, el problema estar¨¢ en las cantidades: los alimentos suelen venir amontonados, lo que rompe con la regla de cuanto m¨¢s fino, mejor. En cuanto al porexp¨¢n, el inconveniente es en el material, que es tan aislante que dificultar¨¢ el congelado. Pero si no nos queda m¨¢s remedio que congelarlo con la bandeja incluida, una soluci¨®n es colocar el paquete al rev¨¦s, de manera que la parte de pl¨¢stico fino toque la pared del congelador y el porexp¨¢n quede hacia arriba.
C¨®mo sacar partido a un caj¨®n vac¨ªo
En cualquier cocina existe un mantra incuestionable: lo primero que entra es lo primero que sale. Seg¨²n la Aecosan, tambi¨¦n es una norma b¨¢sica a la hora de congelar los alimentos. El mejor aliado para cumplirla es un rotulador permanente con el que apuntar en cada paquete qu¨¦ producto contiene y el d¨ªa en que lo hemos almacenado. Estas notas tambi¨¦n ayudan a reconocer con facilidad qu¨¦ hiberna bajo la capa de hielo de las reservas (?qui¨¦n sabe luego si un bulto rosado es pollo o pavo?).
Con todo, hay que admitir que por mucho que congelar un alimento ayude a alargar su vida, el congelador no es una puerta a la eternidad. "Aunque est¨¦ guardado correctamente, pasados los tres meses empezar¨¢ a perder sabor y textura", se?ala Brieba, lo que no significa que no sean aptos para el consumo. Seg¨²n la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios, alimentos como los filetes de ternera o el pollo pueden aguantar hasta 12 meses en perfectas condiciones; sin embargo, no conviene dejar bajo cero m¨¢s de 6 meses otros como la mantequilla, el pescado blanco y el pan. En el caso de productos como el pescado azul, el salm¨®n y la leche fresca, es mejor consumirlos antes de los tres meses.
Por ¨²ltimo, es importante prestar atenci¨®n a c¨®mo se depositan los alimentos. Seg¨²n sostiene Brieba, uno de los grandes errores es colocar un producto sin congelar encima de otro que est¨¢ congelado: "El que estaba helado va a aumentar su temperatura y a deteriorarse r¨¢pidamente". Por eso, si tenemos un caj¨®n vac¨ªo debemos colocar primero el producto fresco ah¨ª y, cuando ya est¨¦ congelado, ponerlo junto al resto. "Cuanto m¨¢s lleno est¨¦ el congelador, menor ser¨¢ la temperatura y mejor se conservar¨¢n los alimentos", se?ala la experta.
Pero el proceso no acaba aqu¨ª. Un descuido en la descongelaci¨®n puede sabotear todo el plan. A temperaturas bajo cero los pat¨®genos detienen su crecimiento, pero no se mueren, solo esperan a seguir desarroll¨¢ndose cuando vuelven a estar a temperatura ambiente. "Es importante que la descongelaci¨®n sea lenta y en fr¨ªo para que los microorganismos no se reproduzcan r¨¢pidamente", explica Brieba. Lo ideal, aconseja, es dejar descongelar en la nevera entre 24 y 48 horas. ?Y si hemos olvidado sacar la comida y el est¨®mago empieza a rugir? Nada de dejarlo sobre la encimera, meterlo bajo un chorro de agua caliente o darle un inocente golpe de calor en el microondas. "Eso es una bomba para las bacterias", se?ala la experta. Para salvarnos de un apuro, podemos utilizar la opci¨®n de descongelar del microondas.
Conoce tu frigor¨ªfico
Antes de proceder a preaprar, empaquetar y congelar los alimentos frescos, conviene acortar las distancias con tu congeladro, conocerlo un poco mejor. Seg¨²n L¨ªdia V¨¤zquez, secretaria de la junta de la Sociedad Espa?ola de Seguridad Alimentaria, es importante saber cu¨¢ntas estrellas tiene (suele venir indicado en la puerta). Una o dos significa que su temperatura oscila entre -6?C y -12?C, por lo que los alimentos solo se conservar¨¢n en perfecto estado durante tres d¨ªas como m¨¢ximo. Si es de los de tres o cuatro estrellas, enhorabuena: con temperaturas de hasta entre -18?C y -24?C podr¨¢s almacenar comida durante meses. Sin embargo, aunque existan electrodom¨¦sticos con diferente potencia de congelaci¨®n, la experta recuerda que la temperatura recomendada para cualquier tipo de alimento es de -18?C.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.