Otro impacto clave de la COVID-19: un mayor riesgo de violencia contra los ni?os

Al igual que las familias de todas partes del mundo, mi familia y yo hemos visto nuestras rutinas habituales completamente trastocadas en las ¨²ltimas semanas a causa de la pandemia de Covid-19. Somos relativamente j¨®venes y saludables, por lo que no estamos demasiado preocupados por enfermar gravemente por el coronavirus, pero tenemos otras muchas preocupaciones: ?c¨®mo vamos a asegurar que nuestros hijos contin¨²en aprendiendo? ?Tendremos acceso a los alimentos que necesitamos? ?C¨®mo nos veremos afectados por la recesi¨®n econ¨®mica?

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A pesar de c¨®mo esta pandemia me afecta directamente, no puedo dejar de pensar en lo que suceder¨¢ a medida que el virus contin¨²e propag¨¢ndose a pa¨ªses de bajos ingresos, fr¨¢giles o afectados por conflictos; lugares donde las personas, especialmente los ni?os, ya viven en situaciones precarias y dif¨ªciles.

Comprensiblemente, ya sea en los pa¨ªses desarrollados o en los lugares m¨¢s dif¨ªciles del mundo, se prestar¨¢ mucha atenci¨®n a si los sistemas de salud pueden manejar la afluencia de pacientes, si habr¨¢ suficientes suministros y respiradores, y si las pruebas se pueden realizar lo suficientemente r¨¢pido para una detecci¨®n oportuna. Sin embargo, a pesar de lo cruciales que son estas preocupaciones, existen otros impactos de la Covid-19 que requieren atenci¨®n y acci¨®n urgentes, como lo es el aumento del riesgo de violencia contra los ni?os.

A medida que los Gobiernos piden a millones de menores que se queden en casa y cierran escuelas y espacios p¨²blicos para contener el brote, los ni?os, especialmente los m¨¢s vulnerables, se enfrentar¨¢n a mayores riesgos de angustia psicol¨®gica, violencia y exclusi¨®n social.

?Hemos vivido ya situaciones como esta?

Las crisis como esta pandemia exacerban las vulnerabilidades existentes y crean otras nuevas. En ninguna parte es esto m¨¢s cierto que en los contextos fr¨¢giles y afectados por conflictos, los lugares m¨¢s dif¨ªciles para ser un ni?o.

Las experiencias recientes con el ¨¦bola en ?frica occidental y la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC) son ejemplos de los efectos devastadores que las emergencias de salud p¨²blica pueden tener en las comunidades vulnerables. Los expertos est¨¢n ahora siguiendo muy de cerca las lecciones aprendidas del ¨¦bola para ayudar en los preparativos y la respuesta que debe aplicarse frente a la Covid-19, lo que debe incluir asistencia vital para las organizaciones mundiales de salud.

Pero no debemos olvidar una lecci¨®n clave sobre el ¨¦bola aprendida por la comunidad humanitaria internacional: esta crisis de salud p¨²blica estuvo acompa?ada por picos de abuso, explotaci¨®n sexual, matrimonios forzados, trabajo infantil y otras formas de violencia contra la infancia. Efectos de una epidemia a los que no se prest¨® la atenci¨®n necesaria.

Las razones de este aumento de la violencia son muchas y est¨¢n bien documentadas. Los ni?os se quedaron solos, separados de sus padres y cuidadores debido a hospitalizaci¨®n, enfermedad o?muerte de estos. Los sistemas normales dise?ados para mantenerlos seguros, ya sean estructuras de bienestar infantil o mecanismos basados en la comunidad, se debilitaron. Las medidas de cuarentena hicieron a los peque?os m¨¢s vulnerables. Las respuestas de protecci¨®n infantil se retrasaron o no se integraron lo suficiente.

A trav¨¦s del trabajo para apoyar a las comunidades afectadas por el brote de ¨¦bola en el este de la RDC, una regi¨®n que ya est¨¢ atrapada en un c¨ªrculo vicioso de conflicto y violencia, hemos sido testigos de la separaci¨®n de menores de sus familias, la p¨¦rdida de cuidadores, el estigma y la interrupci¨®n de actividades cotidianas como la escuela y jugar con amigos. Los ni?os con los que hemos podido hablar durante este tiempo expresaban que se sent¨ªan tristes, aislados y estresados como resultado de este proceso.

"Siempre estoy muy triste porque es pap¨¢ quien hac¨ªa todo por nosotros, pagaba las tasas escolares y sol¨ªa traernos comida y ropa. Pero no sabemos c¨®mo sobrevivir hoy en d¨ªa", dijo Happy, de 10 a?os.

La escuela ayuda a mantener a los ni?os seguros

Como parte de los esfuerzos de los gobiernos para contener la pandemia de Covid-19, m¨¢s de 150 pa¨ªses han implementado cierres de escuelas e instituciones educativas, afectando al 80% de la poblaci¨®n estudiantil del mundo. Escuelas como la de la foto, en Mithapukur, Bangladesh, est¨¢n cerradas en un esfuerzo de "aplanar la curva". Pero para muchos ni?os, los centros educativos son un medio vital esencial y un entorno protector.

¡°Siempre estoy muy triste porque es pap¨¢ quien hac¨ªa todo por nosotros, pagaba las tasas escolares y sol¨ªa traernos comida y ropa. Pero no sabemos c¨®mo sobrevivir hoy en d¨ªa". ¡ª Happy, 10 a?os.

Las investigaciones a lo largo de los a?os muestran que la educaci¨®n puede dar a los ni?os una sensaci¨®n de seguridad, normalidad y esperanza para el futuro; que es un factor poderoso para prevenir el matrimonio infantil y otras formas de violencia. Adem¨¢s, que las escuelas son una plataforma esencial para que los ni?os aprendan sobre sus derechos; y que es crucial para fomentar la cohesi¨®n social y promover la paz y la reconciliaci¨®n. Asimismo, los maestros a menudo pueden ser el primer punto de contacto para los ni?os que sufren violencia y pueden denunciar o hacer referencias a los sistemas de protecci¨®n infantil cuando han experimentado violencia.

Si bien las interrupciones provocadas por la pandemia en los pa¨ªses de Occidente presentan muchos desaf¨ªos pr¨¢cticos que debemos tener en cuenta para los estudiantes, cuidadores y educadores, no debemos olvidar que para muchos ni?os del mundo, no ir a la escuela es otra amenaza para su bienestar y protecci¨®n.

Debemos actuar ahora para proteger a los ni?os

Si no actuamos ahora para prevenir y responder a la violencia contra los ni?os en medio de la pandemia de Covid-19, las consecuencias ser¨¢n desastrosas. La violencia es una violaci¨®n de los derechos de la infancia, afecta negativamente a su salud y bienestar, limita su potencial y alimenta los ciclos de mayor violencia y desigualdad de g¨¦nero.

Por tanto, podemos decir que s¨ª, la Covid-19 s¨ª afecta a los ni?os. No podemos permitirnos esperar o tratar el riesgo de violencia contra ellos como una preocupaci¨®n secundaria. Los impactos en ellos ser¨¢n inmediatos y su coste demasiado alto.

Simon Lewchuk es asesor en Pol¨ªticas de Derechos Humanos y protecci¨®n de World Vision en Canad¨¢.