Y despu¨¦s del AVE, ?qu¨¦?
Tras a?os de inversiones en alta velocidad, toca mejorar el transporte de cargas y la red de cercan¨ªas
A finales de esta d¨¦cada, la red de l¨ªneas de alta velocidad estar¨¢ pr¨¢cticamente finalizada en Espa?a. El desarrollo de estas infraestructuras ferroviarias ha convertido al pa¨ªs en un referente mundial pero, m¨¢s all¨¢ de esta tecnolog¨ªa, la red de ferrocarril nacional cuenta con una serie de retos en los que avanzar, como el del transporte de cargas y el de pasajeros de corta y media distancia.
Los expertos coinciden en que el desarrollo del transporte ferroviario de mercanc¨ªas, que con 5,5 millones de toneladas en el cuarto trimestre de 2019 supone menos del 5% del total de cargas movidas en Espa?a, es fundamental. Pese a ser un pa¨ªs relativamente extenso, Espa?a "es uno de los seis de la UE (de los 27) que no tiene establecida ning¨²n tipo de ayuda ni de subvenci¨®n a los trenes de mercanc¨ªas", lamenta el presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Transporte de Mercanc¨ªas (CETM), Juan Castellet. Una situaci¨®n que nada tiene que ver con Alemania o Francia, donde las pol¨ªticas gubernamentales est¨¢n encaminadas desde hace d¨¦cadas a fomentar este tipo de transporte terrestre.
Para revertir ese olvido hist¨®rico por parte de la Administraci¨®n espa?ola, no son necesarios presupuestos fara¨®nicos, como ocurre con las l¨ªneas de alta velocidad. Seg¨²n Castellet, se requieren "algunas inversiones en puntos cr¨ªticos de la red" para mejorar su operatividad, adem¨¢s de "ciertas ayudas econ¨®micas" que permitan impulsar el desarrollo de servicios ferroviarios a los operadores. "Hay que potenciar la multimodalidad para que los operadores puedan poner en marcha servicios de trenes multicliente enfocados tanto al transporte de contenedores como al de semirremolques, en las llamadas autopistas ferroviarias", sostiene este economista.
Aqu¨ª pueden y deben actuar un papel importante los casi 12.000 kil¨®metros que integran la red ferroviaria de ancho ib¨¦rico. Pese al d¨¦ficit de inversiones en mantenimiento de los ¨²ltimos a?os, es imprescindible conservar y potenciar la malla de ancho ib¨¦rico para dedicarla al transporte de mercanc¨ªas, mejorando su fiabilidad. "Ya est¨¢ hecha y pagada, no la despreciemos. Bastar¨ªa con corregir ciertas deficiencias, y ser¨ªa tambi¨¦n muy conveniente a?adir un tercer hilo que fuese compatible con el ancho europeo en determinados corredores, no en toda la red", a?ade Juan Castellet. Es lo que se ha hecho, por ejemplo, en varios tramos de la l¨ªnea f¨¦rrea entre las provincias de Valencia y Barcelona.
A todo esto hay que sumar el papel que juega el tren en la descarbonizaci¨®n de la econom¨ªa. El ferrocarril apenas genera el 0,5% de las emisiones totales de di¨®xido de carbono, frente al 29,5% procedente de otros modos de transporte. Si, adem¨¢s, un tren en Espa?a mueve el equivalente a la carga de 30 camiones (en Alemania puede ser de hasta 45) y circula por una l¨ªnea electrificada, la reducci¨®n de emisiones contaminantes se multiplica. Son algunos de los datos que demuestran el peso que debe tener el ferrocarril en la lucha contra el cambio clim¨¢tico y en el futuro de la movilidad.
Por todo ello, no solo es necesario situar al transporte ferroviario como eje vertebrador de las pol¨ªticas nacionales de transporte, sino que tambi¨¦n debe promoverse su mayor implantaci¨®n y desarrollo internacional. "Se ha de conseguir una red ferroviaria europea ¨²nica, conectada de manera real y que permita mover de manera eficiente y competitiva a mercanc¨ªas y personas a trav¨¦s de las fronteras de los distintos pa¨ªses. Todo ello con mayor flexibilidad, adaptaci¨®n y eficiencia, acompa?ada de una reducci¨®n en los costes operativos y de mantenimiento que permitan ser competitivos frente a otros modos de transporte", explica el director general de la Asociaci¨®n Ferroviaria Espa?ola (Mafex), Pedro Fortea.
Para lograrlo, Fortea enumera una serie de requisitos que pasan por la renovaci¨®n y adaptaci¨®n de v¨ªas, as¨ª como por actuaciones de mejora en las terminales log¨ªsticas y las conexiones portuarias, para cumplir con los est¨¢ndares europeos. As¨ª se facilita la interoperabilidad y la reducci¨®n de costes.
La tarea se presenta complicada. Seg¨²n datos de Eurostat, en 2018 el transporte de mercanc¨ªas por ferrocarril alcanz¨® los 10.650 millones de toneladas por kil¨®metro, frente a los 238.990 millones del transporte de mercanc¨ªas por carretera. El objetivo de Espa?a es, dentro de la Agenda 2030, que los trenes de mercanc¨ªas alcancen el 30% de la cuota de transporte terrestre dentro de una d¨¦cada. Esa cifra no llega hoy al 5%. "El futuro pasa por las uniones estrat¨¦gicas entre compa?¨ªas navieras, de carretera e incluso de ferrocarriles extranjeros", vaticina el presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Transporte (AET), Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez Revenga.
Las l¨ªneas suburbanas, clave
La inversi¨®n en la red de cercan¨ªas es otro de los desaf¨ªos a los que se enfrenta el sector del ferrocarril. Clave en el transporte y la movilidad de pasajeros en las grandes ¨¢reas metropolitanas, algunos expertos califican su situaci¨®n como "preocupante" debido a la ausencia de ampliaciones de la red durante muchos a?os, sumado a la poca inversi¨®n en mantenimiento. "No solo hay problemas en la infraestructura sino tambi¨¦n en los trenes de Cercan¨ªas con mayor n¨²mero de a?os en servicio, que son menos fiables.
Desgraciadamente, los planes anunciados en los ¨²ltimos tiempos han sido promesas incumplidas sistem¨¢ticamente", denuncia el profesor de Econom¨ªa del Centro de Estudios Universitarios (Cedeu), Rodolfo Ramos. Especialista en el mercado ferroviario, este economista aboga por hacer inversiones estrat¨¦gicas que prioricen el buen funcionamiento de la red de Cercan¨ªas que ya funciona, con el fin de asegurar la puntualidad y fiabilidad de los trenes, y de mejorar las frecuencias de paso. Debido a su coste tan elevado, cualquier inversi¨®n en Cercan¨ªas debe ce?irse, mediante rigurosos estudios de mercado, a la demanda real que existe. Pero hay m¨¢s m¨¢rgenes de mejora. Uno de ellos pasa por establecer intercambiadores con otros modos de transporte (metro, autobuses), y as¨ª aproximar Cercan¨ªas al mayor n¨²mero posible de habitantes. Una soluci¨®n que parece id¨®nea para llegar a los barrios externos y suburbanos de las grandes ciudades.
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