¡®The souvenir¡¯, una historia de amor en la era de la ignorancia
Se han hecho muchas pel¨ªculas sobre los ochenta pero tal vez ninguna como esta dirigida por Joanna Hogg: su sutil mirada no recrea la ¨¦poca, te la susurra hasta sentirla y revivirla
No s¨¦ c¨®mo ser¨¢ el mundo cuando esta columna se publique, solo s¨¦ que mientras la escribo nuestra forma de vida se ha detenido de golpe. Tampoco s¨¦ si la pel¨ªcula que m¨¢s me ha gustado en mucho tiempo se estrenar¨¢ alguna vez en los cines de Espa?a. The souvenir es la memoria de juventud de su directora, la brit¨¢nica Joanna Hogg. Est¨¢ ambientada a principios de los a?os ochenta, cuando ella, una chica de buena familia, estudiaba cine en Londres y viv¨ªa en un apartamento en Knightsbridge.
'The souvenir' te introduce en su delicado entramado de im¨¢genes. Una milagrosa mezcla de frescura y decadencia, de vida y tristeza
Interpretada por Honor Swinton Byrne (la hija de Tilda Swinton) y Tom Burke, cuenta la b¨²squeda de una voz propia de una creadora y su historia de amor con un hombre mayor que ella. Un dandi culto y educado, pero de comportamiento err¨¢tico y extra?o. Una relaci¨®n enferma por algo que ella ignora, ¨¦l es yonqui, pero de aquellos de primera generaci¨®n, cuando el juego de jeringuillas se llevaba en una cajita sin que la mayor¨ªa supiese muy bien de qu¨¦ iba la cosa. Se han hecho muchas pel¨ªculas sobre los ochenta pero tal vez ninguna como The souvenir: su sutil mirada no recrea la ¨¦poca, te la susurra hasta sentirla y revivirla.
Es curioso el parecido f¨ªsico de Honor Swinton Byrne con la que entonces era reina de la comedia adolescente, Molly Ringwald. Sin embargo, toda la inocencia y perplejidad del personaje de Swinton est¨¢n tocados por una introspecci¨®n cautivadora. Aqu¨ª no hay pandillas ni peleas de instituto. Su amante la lleva a Venecia o toman caf¨¦ en elegantes hoteles, donde ella paga con un tal¨®n mientras ¨¦l viste con corbata y gemelos. The souvenir es una historia de amor en la era de la ignorancia.
Me cuesta recordar una pel¨ªcula as¨ª sobre el despertar de una conciencia creativa. Desde sus primeros minutos, en los que Julie (la chica protagonista) describe sobre documentos en blanco y negro su proyecto de pel¨ªcula para la escuela, The souvenir te introduce en su delicado entramado de im¨¢genes. Una milagrosa mezcla de frescura y decadencia, de vida y tristeza. Un tono on¨ªrico al que contribuye todo lo que ocurre fuera de cada encuadre, que es much¨ªsimo.
La exquisita manera de componer el cuadro y colocar la c¨¢mara, la forma en la que Hogg trabaja e improvisa los di¨¢logos con los actores o c¨®mo refleja la ¨¦poca desde sonidos lejanos: del atentado de 1983 junto a los almacenes Harrods a las reuniones de amigos hablando de cine mientras suena The Fall o las horas de estudio escuchando a Robert Wyatt y a Joe Jackson, con una de esas canciones suyas sobre chicas fabulosas que de forma inexplicable se cuelgan del brazo de tipos monstruosos.
Cuando el centenar de cr¨ªticos consultados por la revista de cine brit¨¢nica Sight & Sound escogieron The souvenir como la mejor pel¨ªcula de 2019 la propia publicaci¨®n admiti¨® su sorpresa en un a?o de semejante cosecha. Hogg no esper¨® a la acogida de la cinta para rodar lo que ella llama Part II, m¨¢s centrada en su vida de estudiante de cine. Su obra reivindica lo que aprendi¨® entonces, el aliento colectivo que surge frente a una gran pantalla. Es su reto: hacernos sentir por qu¨¦ aquella lejana comuni¨®n sigue importando en una ¨¦poca en la que, con o sin virus, nos confinamos para consumir cine o lo que sea solos.
Esta columna apareci¨® en el n¨²mero de abril de la revista ICON.
En estos tiempos de confinamiento no es tan sencillo conseguir ICON como siempre. Por eso, el n¨²mero de abril ya est¨¢ disponible en formato PDF, y es descargable de forma gratuita haciendo clic aqu¨ª.
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