M¨¢s all¨¢ de los dos metros de distancia
La cinta adhesiva como met¨¢fora de las directrices a seguir en nuestras vidas en la esfera p¨²blica
Desde que esta pandemia golpe¨® al mundo a principios de a?o, los funcionarios de salud p¨²blica han recomendado los dos metros de separaci¨®n entre personas para reducir las posibilidades de propagaci¨®n del virus e, indudablemente, este hecho nos ha obligado a replantear distancias de seguridad, actitudes frente a los dem¨¢s, as¨ª como nuestra propia presencia en espacios comunes.
Los dos metros como medida preventiva se han convertido en una potente expresi¨®n de distanciamiento f¨ªsico, mal llamado distanciamiento social, ya que ahora, m¨¢s que nunca, es vital permanecer f¨ªsicamente separados, pero socialmente conectados, tal como anunci¨® Maria Van Kerkhove, epidemi¨®loga de enfermedades infecciosas de la OMS.
Aunque esta medida no es una forma garantizada de evitar el contagio, desde el inicio del confinamiento se han ideado ingeniosas maneras de denotar este protocolo en la esfera p¨²blica con el uso de tizas, pintura, cinta adhesiva, signos, muebles, as¨ª como otros medios artesanales.
A escala local, el uso de la cinta adhesiva ha sido una forma efectiva y sencilla de promover nuevas pr¨¢cticas en espacios compartidos. Cada peque?o negocio, centro de salud o supermercado ha ido resolviendo y adapt¨¢ndose a estas nuevas pautas de una manera intuitiva; y, a menudo, las solucionas m¨¢s efectivas son las m¨¢s simples. El uso de la cinta adhesiva demuestra su versatilidad, as¨ª como la eficacia para moldear nuestro comportamiento en espacios p¨²blicos ya que, la forma m¨¢s com¨²n en que se emplea este material es para disuadir a la gente de sentarse o pararse en ciertos lugares. Es decir, con tan solo adherir una X o una O en el suelo, se entiende cu¨¢les son los l¨ªmites y posiciones que debemos tomar y respetar.
La cuenta @tape_measures es una buena compilaci¨®n fotogr¨¢fica de los espacios abiertos de Singapur, mostrando c¨®mo las adiciones geom¨¦tricas hechas con cinta adhesiva est¨¢n alterando los espacios p¨²blicos con el uso de simples equis (X) y sistemas m¨¢s complejos de flechas, rect¨¢ngulos y l¨ªneas. Lo m¨¢s sorprendente de sus fotograf¨ªas es la belleza no intencional que se puede crear ya que, permite identificar nuevos patrones geom¨¦tricos a?adiendo color, personalidad y alterando lugares que, de otra manera, ser¨ªan un tanto mon¨®tonos. Para ayudar a visualizar las pautas de distanciamiento f¨ªsico, los singapurenses est¨¢n utilizando esta t¨¦cnica para demarcar muchas ¨¢reas comunes al aire libre, as¨ª como el interior de grandes superficies comerciales y de transporte. Ya es de sentido com¨²n que los puntos grandes, por ejemplo, designen d¨®nde pararse cuando se espera para pagar, y los rect¨¢ngulos en bancos y escalones identifiquen los asientos disponibles.
El COVID-19 est¨¢ modificando gran parte de espacios p¨²blicos y se est¨¢ explorando cu¨¢l es la mejor forma de gestionar la situaci¨®n e indicar los espacios que pueden ser usados y los que no. La cuenta de Instagram tape_measures est¨¢ recopilando im¨¢genes que lo demuestran muy bien pic.twitter.com/XEHh2OEK1v
— Alberto Mu?oz (@albertommoral) April 24, 2020
Pero, sin duda, a escala metropolitana, es ahora el momento oportuno de poner en pr¨¢ctica todas las soluciones planteadas sobre la reorganizaci¨®n que precisan las grandes ciudades ante la apertura de la actividad econ¨®mica. Es hora de poner en pr¨¢ctica medidas para frenar la contaminaci¨®n, mejorar el transporte p¨²blico, redise?ar y dotar de espacios p¨²blicos y abiertos, introducir nuevas pautas y generar el cambio tan deseado y promovido por los gobiernos municipales. Es precisamente ahora cuando debemos construir ciudades para la gente.
Con el fin de replantearse la distribuci¨®n de los espacios comunes de la ciudad para promover entornos seguros y protegidos, muchas ciudades italianas ya barajan la posibilidad de reforzar los sistemas de transporte alternativos como el uso de la bicicleta, aumentar las zonas peatonales, aumentar la flota de autobuses y metro, as¨ª como considerar laborables los fines de semana para establecer turnos con jornadas y horarios diferenciados en la empresa. Muchas ciudades espa?olas, como Barcelona y Madrid, tambi¨¦n estiman la incorporaci¨®n de cambios en la esfera p¨²blica reduciendo espacio para los coches y cedi¨¦ndolos a peatones y bicicletas. Pero, a la vez, en estas ciudades, se ha barajado la posibilidad de aumentar el espacio de terrazas de manera temporal, para no perjudicar a los bares y restaurantes (no aumentando el n¨²mero de sillas y mesas sino ampliando superficie).
Es esencial buscar un equilibro que nos beneficie a todos. La soluci¨®n no solo es ampliar aceras sino poner cerca del peat¨®n los servicios que este pueda necesitar, similar a la ciudad de 15 minutos planeada para Par¨ªs. No se trata tampoco de crear parques de la noche a la ma?ana sino de reutilizar los espacios desaprovechados y en desuso para promover la dispersi¨®n, el juego en la calle y el reparto de la poblaci¨®n. Se trata de repensar la ciudad para garantizar las condiciones necesarias para la importante funci¨®n del espacio p¨²blico (como elemento educativo, social y sanador). Hoy por hoy, es imprescindible buscar la t¨¦cnica de la cinta adhesiva y aplicarla a escala metropolitana.
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