Comisario de polic¨ªa, gay y activista LGBTI: una triple resistencia en Brasil
En el pa¨ªs con m¨¢s de 400 asesinatos de homosexuales y trans en 2018, el agente Mario Leony se ha convertido en referente por resolver cr¨ªmenes, concienciar y prevenir suicidios
Desde el primer momento en que empieza a hablar de su lucha en favor del colectivo LGBTI, el m¨®vil del comisario de polic¨ªa Mario Leony no deja de sonar. Entre una llamada de una amiga, de un conocido y de un compa?ero de trabajo, de pronto cruza un mensaje que le hace cortar la conversaci¨®n. Su expresi¨®n facial denota preocupaci¨®n. ¡°Un transexual necesita ayuda. Su compa?ero ha sido detenido¡±, comenta con una mirada al vac¨ªo como se estuviera buscando una r¨¢pida soluci¨®n para el sucedido.
Enseguida retoma la conversaci¨®n con una tranquilidad, t¨ªpica del profesional que est¨¢ acostumbrado a solucionar problemas ajenos y presenciar a diario la violencia en su forma m¨¢s cruel, gratuita y sangrienta. Igual que cualquier otro comisario de polic¨ªa en Brasil, su principal tarea consiste en atender a personas v¨ªctimas de violaciones, robos, hurtos y asesinatos. Trabaja en la creciente Aracaju, capital de Sergipe. Con una poblaci¨®n estimada de m¨¢s de 2,2 millones de habitantes en 2019, el menor Estado de la Rep¨²blica Federativa del Brasil se ha convertido en uno de los m¨¢s violentos del pa¨ªs, seg¨²n el Forum de Seguran?a, una ONG dedicada a la investigaci¨®n sobre seguridad p¨²blica.
En los ¨²ltimos dos meses la tensi¨®n ha aumentado en todo el pa¨ªs. El r¨¢pido crecimiento de infectados y muertos por la covid-19 ha dejado a¨²n m¨¢s en situaci¨®n de vulnerabilidad muchas personas del colectivo LGBTI. ¡°Estamos muy alarmados con todo que est¨¢ ocurriendo. Pese a la situaci¨®n de confinamiento parcial, hemos podido reunir algunas personas y asociaciones para llevar ayuda material y psicol¨®gica, principalmente para los travestis que ejerc¨ªa la prostituci¨®n¡±, explica Leony demostrando preocupaci¨®n por la r¨¢pida expansi¨®n del virus.
Adem¨¢s de realizar su trabajo diario, Leony milita en el PSOL, partido pol¨ªtico por el que ha sido candidato a diputado federal en 2018, atiende a su marido y a sus inseparables mascotas. Pero sobre todo, dedica m¨¢s de la mitad de su tiempo a defender los derechos del colectivo LGBTI, resolver cr¨ªmenes, apoyar asociaciones y hasta proteger familiares de v¨ªctimas de la homofobia y la transfobia.
Ser gay y miembro del cuerpo de seguridad todav¨ªa supone una contradicci¨®n en este pa¨ªs. Para muchos brasile?os, un polic¨ªa debe ser heterosexual, mano dura y, siempre que la ocasi¨®n requiera, actuar con un toque de violencia. Estos estereotipos, bastante arraigados en la sociedad, poco a poco se est¨¢n quebrantando por cuenta de iniciativas individuales y colectivas.
¡°El 2007 represent¨® para m¨ª una liberaci¨®n de todo lo que me aprisionaba y a la vez el inicio de una fase de empoderamiento que me ha permitido ser lo que soy y mejorar mi relaci¨®n con el mundo¡±, declara Leony recordando el d¨ªa en que se declar¨® p¨²blicamente gay durante un seminario sobre seguridad p¨²blica para LGBTI en R¨ªo de Janeiro. ¡°En este evento, repleto de comisarios, oficiales, directores de academias de polic¨ªa, investigadores y l¨ªderes de movimientos sociales, tuve que presentar el resultado de mi investigaci¨®n. De pronto, entr¨¦ en un callej¨®n sin salida. No me di cuenta de las consecuencias de mis palabras, pero han resultado fruct¨ªferas¡±, declara orgulloso.
A partir de entonces su colaboraci¨®n con los movimientos sociales se ha convertido en una especie de recompensa personal. Junto a otros compa?eros fund¨® la Renosp, una red de operadores de seguridad p¨²blica LGBTI formada principalmente por miembros de diversas fuerzas de seguridad.?
En la ¨²ltima d¨¦cada, miembros de la sociedad civil e instituciones han alzado la voz para dar visibilidad y garantizar los derechos de un colectivo que todav¨ªa sufre las consecuencias de actitudes discriminatorias, incluso del poder p¨²blico. Anjos azuis (¨¢ngeles azules) es otro ejemplo. En 2011 siete guardias municipales formaron este grupo dedicado al trabajo de sensibilizaci¨®n para combatir la discriminaci¨®n y la violencia sexual en instituciones penitenciarias y colegios. Usando recursos como juegos, conferencias y principalmente el teatro ha conseguido llevar su mensaje a miles de ni?os y ni?as, adolescentes y j¨®venes de la ciudad.
En la lucha contra la discriminaci¨®n, la prevenci¨®n del suicidio y los asesinatos del colectivo LGBTI, el poder p¨²blico ha sido uno de los grandes ausentes, principalmente con la llegada del gobierno de Jair Bolsonaro. "El Ejecutivo es el m¨¢ximo responsable de fomentar las pol¨ªticas para evitar las barbaries que est¨¢n ocurriendo casi a diario en el pa¨ªs", sentencia Leony. "Estamos en una ¨¦poca de banalizaci¨®n de la vida y de intolerancia. La subida al poder de un gobierno totalitario, racista, xen¨®fobo y que incita a los ciudadanos a la violencia supone un retroceso de todo lo que hemos alcanzado en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. Pese a ser comisario de polic¨ªa, yo tambi¨¦n sent¨ª en la piel el peso de la discriminaci¨®n", a?ade.
Estamos en una ¨¦poca de banalizaci¨®n de la vida y de intolerancia. La subida al poder de un gobierno totalitario, racista, xen¨®fobo y que incita los ciudadanos a la violencia supone un retroceso
La imagen que se ha proyectado de Brasil en el exterior durante siglos como para¨ªso tropical, de un pa¨ªs feliz, abierto, con libertades garantizadas y una mezcla racial que favorec¨ªa la integraci¨®n choca bastante con la realidad. "En los casos espec¨ªficos de discriminaci¨®n y la violencia contra el colectivo LGBTI, est¨¢ demostrado que los que m¨¢s sufren son personas negras y residentes en favelas. En estas regiones, cuando la polic¨ªa realiza los temidos cacheos, estos suelen ser bastante selectivos", declara Izadora Brito, abogada, activista y defensora de los derechos humanos. Ser activista en Brasil tambi¨¦n supone correr constantes riesgos de ejecuci¨®n.
Avances y retrocesos
Es evidente que para muchos brasile?os, 2019 represent¨® una fase de transici¨®n entre libertad y supresi¨®n de derechos. Desde el inicio de su campa?a electoral, el actual gobierno ya daba se?ales que ser¨ªa un divisor de aguas. Con el apoyo de los sectores m¨¢s conservadores de la pol¨ªtica, del poder judicial, de docenas de iglesias evang¨¦licas y de los nost¨¢lgicos de la dictadura militar, Bolsonaro ha utilizado la homofobia como recurso f¨¢cil para conquistar millones de votantes y fragmentar a¨²n m¨¢s la sociedad. Y los ha conseguido.
Brasil es uno de los pa¨ªses con el n¨²mero de cr¨ªmenes contra homosexuales m¨¢s alto. Seg¨²n el Grupo Gay da Bah¨ªa, una de las ONG m¨¢s veteranas, en el a?o 2019 fueron asesinadas 329 personas del colectivo en todo el pa¨ªs.
Una de ellas fue la concejal de R¨ªo de Janeiro Marielle Franco. Negra, lesbiana, feminista y activista, fue brutalmente asesinada por varios disparos en plena calle. ¡°Su muerte es una prueba m¨¢s de la vulneraci¨®n y del deterioro de los derechos humanos que est¨¢n ocurriendo de forma aterradora en este pa¨ªs. No podemos olvidar que muchos brasile?os est¨¢n emigrando de forma forzada por no encontrar seguridad y perspectiva en el pa¨ªs¡±, advierte Mario Leony. Su compa?ero de partido, Jean Wyllys, periodista, referente gay y ex diputado federal, tuvo que renunciar a su esca?o en el congreso y pedir asilo pol¨ªtico debido a las amenazas de muerte que estaba sufriendo. Actualmente se dedica a la docencia.
El Tribunal Supremo de Brasil decidi¨® el a?o pasado que los actos de homofobia y transfobia ser¨¢n considerados delitos, equiparados tambi¨¦n a los cr¨ªmenes de racismo. Tambi¨¦n se ha conseguido la legalizaci¨®n del matrimonio homosexual por la v¨ªa judicial. La resoluci¨®n de Consejo Nacional de Justicia obliga a los funcionarios de los registros a casar a personas del mismo sexo.
La resistencia como arma de supervivencia
Pertenecer al colectivo LGBTI en Brasil puede suponer vivir al margen de la sociedad y en constante estado de vulnerabilidad. En Aracaju, igual que en muchas ciudades del pa¨ªs, el n¨²mero de personas LGBTI expulsadas de casa por sus propios familiares se ha incrementado. ¡°Cuando el poder p¨²blico falla, tenemos que actuar con los recursos que disponemos. El hecho de garantizar salud mental y evitar suicidios ya es algo muy significativo¡±, asegura Leony. Su equipo presta asistencia social y psicol¨®gica a m¨¢s de 50 personas LGBTI que conviven en el campamento Beatriz Nascimento.
Su participaci¨®n fue esencial para resolver el crimen del asesinato de la transexual y peluquera Denise Rocha Melo, de 53 a?os, ocurrido en junio de 2017 en la ciudad de Aracaju. ¡°Podr¨ªa pasar horas hablando de los casos de violencia, pero temo que no dispongo de tiempo suficiente para eso¡±, dice mientras mira los mensajes que llegan al m¨®vil, quiz¨¢s de alguien que lo necesite. En 2012 Leony recibi¨® un reconocimiento por su trabajo en favor del colectivo LGBTI y los derechos humanos.
¡°Resistir y resistir. Nuestra lucha no para por aqu¨ª. No podemos bajar la guardia. De aqu¨ª en adelante esta palabra debe ser incorporada en nuestra lucha diaria¡±, sentencia el incansable comisario de polic¨ªa.
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