Mascarillas s¨ª

He tenido una revelaci¨®n. En realidad la humanidad no se divide entre ricos y pobres, blancos y negros, mujeres y hombres, derechas e izquierdas, tirios y troyanos y dem¨¢s oposiciones binarias. No. La gente se divide entre los que llevan mascarilla y los que no la llevan. Un tema candente que me saca de quicio.

Me temo que la pandemia nos tiene a todos de los nervios, con el esp¨ªritu erizado y la paciencia escasa. Por ejemplo, este art¨ªculo me va a salir rega?¨®n y refunfu?ante, cosa que no me gusta. Pero voy a soltar la pr¨¦dica para desahogarme un poco y as¨ª no matarlos, porque a veces veo rojo y es lo que ansiar¨ªa hacer, matar al mont¨®n de corredores que pasan justo a mi lado resoplando como hipop¨®tamos en celo y sin mascarilla, algunos incluso escupiendo en el suelo; o a las vecinas adolescentes que bajan en el diminuto ascensor sin mascarilla y hablando por el m¨®vil. O a los que te empujan en una g¨®ndola del s¨²per e inclinan la cabeza para mirar los productos poni¨¦ndola justo al lado de tus narices, y esto lo hacen, ?saben c¨®mo?, pues s¨ª, tambi¨¦n sin mascarilla.

Lo de las mascarillas ha sido una desgracia desde el primer momento. Ya es lamentable que tengamos una econom¨ªa mundial que s¨®lo se rige por el dinero, lo que conduce a situaciones tan demenciales como que un pa¨ªs se dedique al monocultivo y pierda su biodiversidad, o que todo Occidente delegue la fabricaci¨®n de mascarillas a los asi¨¢ticos porque salen algo m¨¢s baratas. De ah¨ª que, cuando surgi¨® como un incendio la pandemia, tanto la OMS como los m¨¦dicos y pol¨ªticos occidentales desaconsejaran su uso para los ciudadanos. Supongo que muchos lo har¨ªan por desconocimiento, pero tambi¨¦n creo que nos enga?aron. No hab¨ªa suministros y obviamente hubo que priorizar a los sanitarios; por otro lado, decir a la poblaci¨®n que les vendr¨ªan bien unas mascarillas que no pod¨ªan obtener hubiera creado una alarma social insoportable. Entiendo que mintieran, la verdad.

Lo que no entiendo es que ahora no sean claros y que no impongan su uso (al menos es as¨ª mientras escribo este texto, 15 d¨ªas antes de publicarse). Numerosos estudios (como el NHK World Report de Jap¨®n o el de la Universidad Tecnol¨®gica de Eindhoven) han demostrado que la covid-19 se contagia a trav¨¦s de microgotas que las personas emiten al hablar o al respirar con fuerza; y esas microgotas se esparcen a metros de distancia y pueden permanecer suspendidas en el aire, en sitios cerrados como un ascensor, durante horas. En cuanto a la calle, si caminas a 4 kil¨®metros por hora vas soltando una estela contagiosa de cinco metros de larga. Correr a 14 kil¨®metros por hora deja un rastro de 10 metros. Cuanto m¨¢s deprisa, m¨¢s cola de microgotas: los ciclistas, 20 metros. Si a esto le a?adimos que a los lados hay que dejar un m¨ªnimo de metro y medio, queda claro que, en ciudades, debes protegerte: ¡°Ponte la mascarilla siempre que salgas a la calle¡±, dice el catedr¨¢tico Alberto Torres, portavoz de la Sociedad Espa?ola de Medicina Preventiva, Salud P¨²blica e Higiene.

Las mascarillas no son la panacea; hay que seguir teniendo cuidado y lavarse mucho. Pero sin duda rebajan de manera dr¨¢stica los contagios. Un estudio chino sobre la epidemia de SARS de 2003 demostr¨® que llevar siempre mascarilla fuera de casa disminu¨ªa en un 70% las posibilidades de enfermar.

Y ahora viene la parte que m¨¢s me desespera: las mascarillas normales no protegen al usuario, sino a los dem¨¢s del posible contagio del usuario. Es un sistema que se basa en la solidaridad y la corresponsabilidad: me la pongo para cuidar de ti. De modo que esos chulitos que van tan felices a morro descubierto no es que sean m¨¢s valientes. No. Son unos descerebrados que nos est¨¢n poniendo en riesgo a los dem¨¢s, a los que s¨ª llevamos mascarilla y cuidamos de ellos. En fin, quiero creer que hay bastantes que a¨²n no se han enterado, porque las autoridades, como dije, no est¨¢n siendo claras (mal hecho). Pero sin contar a estos, que se enmendar¨¢n, es obvio que la humanidad se divide en dos grupos: la gente emp¨¢tica y civilizada, que usa mascarilla, y los egoc¨¦ntricos y maleducados que van a cara limpia y que seguro que son los mismos que aparcan en los sitios reservados para discapacitados, por ejemplo. Ya me entienden. Gente de esa.