El arte de resistir o c¨®mo conseguir que los ni?os de hoy sean los resilientes del ma?ana
Trabajar la resiliencia en la infancia favorece una adaptaci¨®n m¨¢s segura a un contexto como el actual, donde luchamos continuamente contra la adversidad
Tenemos que pensar en la escuela que viene como una escuela resiliente. Y tenemos que pensar en la familia que viene como una familia resiliente. Y ?Qu¨¦ es la resiliencia? Es el arte de resistir, de rehacerse, y ahora m¨¢s que nunca es lo que necesitan nuestros menores. Familia y escuela son los dos agentes de socializaci¨®n m¨¢s importantes en la infancia. Como adultos, tenemos que encontrar intereses y necesidades comunes que ayuden a ni?os y ni?as a afrontar con resiliencia la ¡°nueva realidad educativa¡±.
Cuando hablamos de resiliencia en la infancia es interesante dar un salto en la historia y entender c¨®mo era la infancia no hace tanto tiempo. Por ejemplo en el siglo XVII, la mortalidad infantil era del treinta al cincuenta por ciento, por lo que era normal que no se creasen lazos afectivos con un ni?o que ten¨ªa una alta probabilidad de morir. Era preferible rechazarlo o alejarlo, hasta que hubiera un m¨ªnimo de garant¨ªa de supervivencia. Digamos que exist¨ªa un ¡°tab¨²? de afecto¡±, en la primera infancia. ?C¨®mo desarrollaban estos ni?os y ni?as la resiliencia? Pr¨¢cticamente a golpe de vida. Por suerte, vivimos en otra ¨¦poca donde la carencia afectiva no es lo com¨²n.
?Qu¨¦ es la resiliencia? Resiliencia viene del lat¨ªn resiliens que significa saltar hacia atr¨¢s, rebotar, replegarse. Y en la RAE se define como la capacidad de adaptaci¨®n de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situaci¨®n adversa. Pero tambi¨¦n como la capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbaci¨®n a la que se hab¨ªa sometido.
Seg¨²n la OMS, cerca de la mitad de los trastornos mentales diagnosticados en poblaci¨®n adulta se han manifestado antes de los 14 a?os. ?Ser¨¢ esta pandemia un factor de riesgo en este sentido?, ?cu¨¢les ser¨¢n las consecuencias a largo plazo de esta crisis por la covid-19?
De momento, nos estamos enfrentando a la desaparici¨®n de un contexto educativo como recurso pedag¨®gico b¨¢sico y a la desaparici¨®n de las relaciones interpersonales directas que se crean en ¨¦l. Es por esto por lo que ahora mismo tenemos que conseguir como base para fomentar o trabajar la resiliencia una conexi¨®n adecuada entre expresi¨®n emocional y contexto situacional nuevo, para dotar de seguridad a ni?os, ni?as y adolescentes en un momento de fragilidad educativa.
Por ejemplo, en el informe titulado La importancia del juego y de los juguetes durante el confinamiento se se?ala que el 33% de las familias encuestadas consideran que el confinamiento afectar¨¢ a la forma de jugar de sus hijos e hijas, porque tendr¨¢n que respetar la distancia de seguridad o porque les costar¨¢ volver a relacionarse con otros ni?os y ni?as.
Y esta percepci¨®n del juego, de algo tan importante en la infancia en el desarrollo de aspectos cognitivos, emocionales y socioculturales, deja muchas preguntas en el aire ?Va a ser m¨¢s importante el juego individual que el colectivo en esta nueva escuela y estos nuevos parques?, ?va a generar esta pandemia limitante socialmente un repunte en los trastornos mentales en la infancia?, ?hasta que punto las medidas de seguridad que tendremos que mantener van a ser una suerte de condicionamiento que modificar¨¢ nuestra conducta y nuestra forma de relacionarnos?
Como afirman For¨¦s y Gran¨¦ en su libro: La resiliencia, crecer desde la adversidad (2008): ¡°La resiliencia comunitaria parte del principio de que, al igual que un individuo puede superar y resurgir de una adversidad, la comunidad tambi¨¦n es capaz de utilizar los recursos y capacidades necesarias para afrontar las adversidades colectivas que afectan a una parte considerable de la comunidad o a su conjunto¡±. Y ahora mismo, esa parte considerable es la infancia.
?C¨®mo podemos ayudar entonces a que ni?as y ni?os sean m¨¢s resilientes en esta ¡°nueva normalidad educativa¡±? Solo de una forma: buscando valores e intereses comunes entre escuela y familia que faciliten el camino hacia el cambio de paradigma que viviremos en apenas tres meses. ?Por qu¨¦? Porque como agentes socializadores primarios y fundamentales en la infancia su colaboraci¨®n se hace ahora m¨¢s necesaria que nunca.
Primero, son dos agentes dina?micos, por lo que son agentes de adaptaci¨®n al cambio, algo fundamental en la resiliencia. Segundo, est¨¢n en interaccio?n constante con la realidad social de la infancia, pues los dos son c¨ªrculos que deben proteger el inter¨¦s del menor. Y tercero: tanto la familia como la escuela son el entorno objetivo y subjetivo del desarrollo infantil.
En el colegio donde trabajo ¨Cescuela IDEO en Madrid¨C, como respuesta a esta crisis se pusieron en marcha una serie de principios pedag¨®gicos, donde se definen aspectos como: ser flexible con nosotros mismos y con los dem¨¢s, atender en primer lugar a las necesidades emocionales y sociales que vivimos o realizar las adaptaciones necesarias en cada situaci¨®n. Y esto es algo fundamental para poder reforzar las habilidades de nuestro alumnado. Si desde la escuela les damos nuestra confianza en una situaci¨®n de crisis como esta, y si desde la familia les damos nuestra confianza en una situaci¨®n de crisis como esta, les estamos abriendo las dos v¨ªas que conducen a la resiliencia: una v¨ªa socializadora y una v¨ªa de percepci¨®n personal.
Desde la v¨ªa socializadora, es muy importante permitir la expresi¨®n emocional tanto de emociones propias como ajenas, pues aunque sea online, permitirles espacio para el desahogo y el entendimiento facilita el v¨ªnculo afectivo y el apoyo mutuo.
?C¨®mo hacerlo?
- Teniendo en cuenta su esfuerzo sin juzgarlo.
- Felicitarles no solo por su trabajo o por el resultado del mismo, sino por el hecho de estar ah¨ª, de conectarse y de esforzarse.
- Entender la diferencia como algo enriquecedor y no discriminatorio para buscar fortalezas comunes, en vez de hacer comparaciones que puedan vivirse como discriminatorias.
Desde el autoconocimiento o percepci¨®n personal, hay que generar espacios donde ni?os y ni?as puedan hablar de s¨ª mismos y su percepci¨®n positiva, y donde poder trabajar sobre lo percibido de s¨ª mismo (metacognici¨®n) para afianzar procesos adecuados de imagen personal.
?C¨®mo hacerlo?
- Con preguntas en vez de afirmaciones, ayud¨¢ndoles en la reflexi¨®n y a generar alternativas a un problema.
- Buscando alternativas did¨¢cticas adaptadas a este contexto para mantener la motivaci¨®n y el compromiso. Por ejemplo, para dar clase o hacer en casa ejercicios de lengua, puedes hacer un programa de radio.
Trabajar conjuntamente la resiliencia genera una adaptaci¨®n m¨¢s enriquecedora y segura a un contexto como el actual, donde luchamos continuamente contra la adversidad, tanto en casa como en el cole. Para fomentar la resiliencia, la escuela del presente debe afrontar cambios metodol¨®gicos y dedicar m¨¢s tiempo lectivo en el aula al trabajo desde una perspectiva relacional y personal, promover el desarrollo adaptativo saludable, la autonom¨ªa personal y el conocimiento de uno mismo. Y desde la familia, mantener un clima saludable de afecto positivo y respetuoso, evitar climas arbitrarios con expectativas poco realistas, y fomentar la participaci¨®n en casa en contraste con sistemas familiares en los que prime la autoridad o la falta de consenso.
La vida de la infancia ha dado un giro radical en dos meses, un giro que parece que se mantendr¨¢ durante mucho tiempo. Trabajar la resiliencia es algo fundamental en esta ¨¦poca de incertidumbre pues muchas de las cosas vividas en la infancia nos har¨¢n revivir situaciones en el futuro.
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