Cuando necesitas reconciliarte contigo mismo
Debemos ser amables y comprensivos con nosotros mismos cuando nos equivocamos y no caer siempre en el juicio y la autocr¨ªtica
Nos equivocamos. Cuando ocurre, desarrollamos un discurso interior bastante duro con nosotros mismos. De hecho, si le dij¨¦ramos a un amigo algunas de las lindezas que nos dedicamos ante un error importante, posiblemente nos retirar¨ªa el saludo para siempre. Las personas somos nuestros peores jueces o cr¨ªticos en muchas ocasiones. Siempre hay excepciones, pero suele ser la minor¨ªa. En lugar de caer en el juicio y la autocr¨ªtica, debemos ser amables y comprensivos cuando nos equivocamos. Es posible lograrlo si entrenamos la autocompasi¨®n. No se trata de un sentimiento que evite sufrir ante algo que duele, sino una voluntad para reconciliarse con uno mismo, aprender de ello y tener una vida emocional m¨¢s saludable, como explica la psic¨®loga estadounidense Kristin Neff, una de las mayores expertas en la materia.
Hay personas que no se atreven a iniciar nuevos desaf¨ªos. No por falta de autoestima, sino por una ausencia de voluntad para perdonarse a s¨ª mismas. Los jueces externos no son tan duros como los internos. Por eso, entrenar la autocompasi¨®n es muy importante en la educaci¨®n y en el trabajo. Haci¨¦ndolo, las personas dar¨¢n lo mejor de s¨ª mismas. En el terreno cl¨ªnico, algunas investigaciones demuestran que desarrollar esta habilidad ayuda a tener una mejor percepci¨®n de la salud o, incluso, a reducir s¨ªntomas de depresi¨®n en pacientes cr¨®nicos. Estamos hablando de una destreza fundamental para sentirnos mejor con nosotros mismos. Para frenar esa voz interior que tanto nos da?a.
Podemos medir nuestro nivel de autocomplacencia en una escala desarrollada por Neff. La doctora, incluso, da las claves para entrenarla a trav¨¦s de tres componentes.
1. Desarrollar la bondad para s¨ª mismo versus el autojuicio.
Debemos ser c¨¢lidos y comprensivos con nosotros mismos cuando nos equivocamos. No quiere decir que caigamos en la autocomplacencia. Ser¨ªa cre¨¦rnoslo demasiado o pensar que debemos machacarnos para no relajarnos en el futuro. Podemos entrenar este aspecto tomando conciencia de lo que nos sucede, observando con distancia ese juez cansino interior que nos aflige. Pretender ser perfecto es sencillamente imposible. Por eso, reconocer nuestra vulnerabilidad y aprender a re¨ªrnos de nosotros mismos son algunas de las claves que nos pueden ayudar a desarrollar esa bondad.
2. Reconocer que somos humanos versus sentirnos aislados o avergonzados.
Insisto: todos nos equivocamos. Cuando uno falla, parece que es el ¨²nico que lo hace y eso genera aislamiento. Las redes sociales suelen mostrar lo maravillosos que somos, por lo que tampoco ayudan. Ser humano significa no ser perfecto y eso nos ocurre a todos sin excepci¨®n. Por eso, hablar del error con naturalidad, tener amigos con los que sincerarnos de nuestras equivocaciones sin juicio personal previo, son claves a la hora de restar importancia a la verg¨¹enza.
3. Relativizar versus dramatizar.
Es frecuente perder la perspectiva ante el error propio. Eso nos conduce a exagerar o dramatizar lo ocurrido. La autocompasi¨®n nos lleva a poner todo en su justa medida. Por eso, tomar distancia nos ayuda a darnos cuenta de la dureza de nuestro discurso mental y nos facilita transformarlo. Una buena f¨®rmula es escribir lo que nos decimos y pensar en otra persona querida cuando lo leemos. Hacerlo nos confirmar¨ªa que nuestra voz interior es mucho m¨¢s dura con nosotros mismos que con los dem¨¢s.
Pilar Jeric¨® es emprendedora, escritora, conferenciante, doctora en Organizaci¨®n de Empresas y divulgadora de investigaciones sobre el comportamiento humano. www.pilarjerico.com
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