?De esta solo salimos juntos!

Hace unos d¨ªas, una amiga que vive en Bogot¨¢, me dec¨ªa en una teleconferencia: "Es que a ustedes les coincidi¨® el pico de la pandemia con el confinamiento, mientras que aqu¨ª, cuando llevamos casi tres meses guardados en las casas¡­ Tan solo ahora empezamos a ver el crecimiento de los casos. Y hab¨ªa que confinarse, eso no lo cuestiono, pero la gente ya no aguanta. Aunque los Gobiernos hacen un esfuerzo, aqu¨ª no hay Ingreso M¨ªnimo Vital, ni ERTE, ni las subvenciones que t¨² me cuentas que hay en Espa?a, ni facilidades para obtener cr¨¦ditos con intereses del 2% o 3%. No, mi querido amigo¡­ Aqu¨ª la cosa es muy distinta. Mi negocio, por ejemplo, lo tuve que cerrar. Luch¨¦ hasta donde pude, pero no aguanto sola. De verdad que de esta salimos solo si hay m¨¢s cooperaci¨®n. Esto solo se puede resolver entre todos, d¨¢ndonos la mano, entre amigos, familias y pa¨ªses".

Sus palabras fueron contundentes. No solo por la crudeza de su testimonio, que demuestra el impacto diferenciado de la crisis, que se ensa?a m¨¢s con ciertas personas, sectores y pa¨ªses, sino por la nitidez de su conclusi¨®n: "Necesitamos m¨¢s cooperaci¨®n". Y esta vez no sal¨ªa de m¨ª, que tiendo a ver el mundo con los lentes que genera mi sesgo profesional. Esta vez lo dec¨ªa una persona que es due?a de un restaurante en la capital colombiana, con absoluto convencimiento y nitidez.

Y frente a la angustia de su testimonio, despertaba en m¨ª una luz de esperanza, porque pensaba que tal vez esta crisis se puede convertir en la oportunidad para que la ciudadan¨ªa en todo el mundo comprenda masivamente el valor y la necesidad de la cooperaci¨®n internacional. Siempre he tenido una preocupaci¨®n con esto: aunque el respaldo global y, en particular, de la sociedad espa?ola a la cooperaci¨®n internacional sigue siendo alto, lo cierto es que, en lenguaje tuitero, "no somos tendencia". Y, sin el respaldo decidido de la ciudadan¨ªa, es muy complicado que los Gobiernos inviertan en el trabajo fuera de nuestras fronteras, particularmente en tiempos de crisis.

Por eso, tal vez este sea un buen momento para reforzar la pedagog¨ªa y concienciaci¨®n ciudadana, y lograr que la juventud, las personas que creen en la colaboraci¨®n y la justicia, los diversos colectivos y movimientos sociales comprometidos, e incluso las empresas, expresen su apoyo decidido para que Espa?a recupere sus presupuestos de Ayuda Oficial al Desarrollo, que siguen estando en m¨ªnimos desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. Nunca antes hab¨ªa estado tan claro que mientras no se erradique o controle la expansi¨®n del virus a escala global, nadie estar¨¢ a salvo, y menos en el mundo globalizado en el que vivimos. La cooperaci¨®n internacional, por lo tanto, no es un lujo ni una labor altruista, sino una necesidad.

La respuesta a la pandemia no puede quedar enmarcada ¨²nicamente dentro de nuestras fronteras. La propagaci¨®n del virus est¨¢ demostrando tener un efecto devastador en pa¨ªses con altos niveles de pobreza y desigualdad, como los de Am¨¦rica Latina, donde se ubica en la actualidad el epicentro de la crisis sanitaria, con m¨¢s de 2.5 millones de personas infectadas. El mismo impacto diferenciado que ha tenido la covid-19 en Espa?a, donde, como revela un informe recientemente publicado por Oxfam Interm¨®n, el golpe sobre la poblaci¨®n migrante ha dejado a estas personas con tasas medias de desempleo 10 puntos porcentuales m¨¢s altas que las de aquellos con nacionalidad espa?ola, se vive a nivel internacional, con algunos pa¨ªses sin ning¨²n espacio fiscal para enfrentar el par¨®n con programas sociales o medidas econ¨®micas.

Nunca antes hab¨ªa estado tan claro que mientras no se erradique o controle la expansi¨®n del virus a escala global, nadie estar¨¢ a salvo

Pero este respaldo ciudadano solo ser¨¢ posible, si las personas responsables de la cooperaci¨®n internacional entre los Gobiernos y organismos multilaterales, dan pasos decididos para mostrar que esta vez s¨ª vamos a salir de esta crisis juntos. La propuesta de cooperaci¨®n para dar respuesta a la pandemia de la covid-19 presentada hace unas semanas por el Gobierno espa?ol y que se encuentra en proceso de discusi¨®n con diversos sectores, particularmente con la Coordinadora Estatal de ONG, es un paso positivo, aunque preocupa los limitados recursos comprometidos en su implementaci¨®n y la falta de instrumentos ¨¢giles, que permitan movilizar la capacidad de ONG y sector privado, por ejemplo.

A nivel multilateral, la comunidad internacional y en particular el G20, en el que Espa?a participa, est¨¢n obligados a hacer propuestas concretas, que generen credibilidad de la ciudadan¨ªa en todo el mundo, impulsando un ambicioso plan global de salud p¨²blica y respuesta a la emergencia, as¨ª como un plan de rescate econ¨®mico universal a la altura de la crisis. La suspensi¨®n de los pagos de la deuda externa de los pa¨ªses de renta baja constituye otro paso importante en la direcci¨®n correcta, aunque el impacto sea a¨²n insuficiente, pues deja por fuera a los pa¨ªses de renta media, donde se ubican el mayor n¨²mero de personas pobres en el mundo. La concreci¨®n de los est¨ªmulos fiscales impulsados por el FMI y la Uni¨®n Europea, entre otros, tambi¨¦n ser¨¢n determinantes, en momentos en los que es clave contar con liquidez y recursos para invertir en materia sanitaria y social.

Y no es solo una cuesti¨®n de recursos. La pandemia ha puesto en evidencia la importancia de intercambiar el conocimiento pr¨¢ctico, a nivel cient¨ªfico, sanitario y en materia de reactivaci¨®n econ¨®mica, entre otros, pues nadie tiene la soluci¨®n, todos estamos aprendiendo.

La crisis nos pone a pruebas como sociedad global. Si no se adoptan medidas concretas como las descritas atr¨¢s pagar¨¢n las mismas personas de siempre. Y si no son nuestros l¨ªderes globales, porque no est¨¢n a la altura, que sea la ciudadan¨ªa del mundo la que demande cambios contundentes y propuestas concretar para salir de esta juntos.

Enrique Maruri es director de incidencia y ciudadan¨ªa de Oxfam Interm¨®n.

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