Qui¨¦n acompa?a a los ni?os que no pueden estar con sus familias en los momentos dif¨ªciles
Mam¨¢s en Acci¨®n es una ONG que da cari?o y cuida a los menores que se quedan solos en los hospitales. Algunos han sufrido varias p¨¦rdidas y esto les genera sensaci¨®n de indefensi¨®n
Nadie quiere pisar un hospital. Y es seguro que nadie quiere pisarlo con sus hijos. ?Qui¨¦n est¨¢ preparado para algo as¨ª? Eso pens¨¦ cuando naci¨® Leo. No hab¨ªa cumplido ni tres semanas cuando acabamos pasando una semana ingresados por una bronquiolitis. Un ingreso leve, habitual y, en general, poco preocupante si ocurre en estas sociedades privilegiadas en las que la cig¨¹e?a tuvo a bien soltarnos. Del ingreso hace ya tres a?os y no hemos vuelto a repetir la experiencia. Somos afortunados. Recuerdo las puertas siempre cerradas y los pasillos callados. Me fijaba en las familias que entraban y sal¨ªan de las habitaciones situadas a ambos lados de la nuestra. Me preguntaba qu¨¦ le pasar¨ªa a los hijos e hijas de esas familias, si tambi¨¦n ser¨ªa un paso breve y anecd¨®tico o si en realidad la cosa iba en serio. Ir en serio. Una frase fea cuando interpela a todo lo que tenga que ver con lo hospitalario. La seriedad aumenta cuando se trata de ni?os y ni?as que no cuentan con acompa?amiento familiar en tratamientos m¨¦dicos o estancias hospitalarias. ?Qui¨¦n entra y sale de sus habitaciones?
Una cifra: seg¨²n la ¨²ltima Encuesta de morbilidad hospitalaria del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), en 2018 se produjeron 358.699 altas hospitalarias de ni?os y ni?as menores de 15 a?os. En su mayor¨ªa (352.275) correspond¨ªan a ingresos de corta duraci¨®n, de uno a 30 d¨ªas. Otra cifra: 49.985 ni?os y adolescentes son atendidos por el sistema de protecci¨®n a la infancia seg¨²n datos del Observatorio de la Infancia del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social pertenecientes al a?o 2018. De ellos, 31.237 son menores tutelados, lo que se traduce en ni?os y ni?as que no tienen familia o que no pueden vivir con ella. Para Mar¨ªa Arauz Robles, presidenta de ASEAF, la Asociaci¨®n estatal de acogimiento familiar, son unas cifras graves en t¨¦rminos objetivos y comparativos ¨Cas¨ª lo ha puesto de manifiesto el Comit¨¦ de los derechos del ni?o en su informe a Espa?a de 2018¨C, ¡°teniendo en cuenta que desde la Ley de 2015 la institucionalizaci¨®n debe ser una medida de ¨²ltimo recurso cuando no se puede ofrecer al ni?o un acogimiento familiar¡±.
Ni desde la Sociedad Espa?ola de Pediatr¨ªa Social (SEPS) ni desde la Sociedad Espa?ola de Pediatr¨ªa Hospitalaria (SEPHO) tienen constancia de cu¨¢ntos de los ni?os y ni?as tutelados por las administraciones son hospitalizados cada a?o. Que los hay cada a?o lo saben los m¨¢s de 1.200 voluntarios que forman parte de Mam¨¢s en acci¨®n, un colectivo surgido en Valencia en 2013 para acompa?ar a los ni?os y ni?as que, adem¨¢s de estar hospitalizados, no tienen familia ni figuras de referencia que les acompa?e en estos momentos. Todo empez¨® con Majo Gimeno, quien por diversas casualidades termin¨® pidiendo acompa?ar a un ni?o en el Hospital de la Fe, y acab¨® arrastrando a otras 20 madres que como ella sent¨ªan la necesidad de llenar un vac¨ªo que ni la sociedad ni las instituciones parec¨ªan haber percibido. Pasaron dos a?os hasta que se les permiti¨® el primer acompa?amiento en aquel mismo hospital y hoy ya han logrado que Valencia sea la primera ciudad espa?ola donde los ni?os y ni?as no est¨¢n solos en los hospitales.
¡°El objetivo de Mam¨¢s en Acci¨®n es dedicar tiempo de cari?o a los ni?os que no tienen pap¨¢s o no pueden vivir con ellos, y hacerles saber que importan y son queridos, mientras se trabaja porque consigan una familia¡±, cuenta Majo Gimeno. Sabe que no pueden hacer que las familias acojan, ni pueden resolver sus situaciones, pero s¨ª creen que con sus actos logran que la vida de los ni?os y ni?as sea lo m¨¢s parecido a tener una familia cerca y dar visibilidad al acogimiento familiar.
Los voluntarios de Mam¨¢ en acci¨®n se reparten entre Madrid y Valencia, pero siguen creciendo y llegando a otras ciudades con la esperanza de tener la misma respuesta que han tenido en la capital del Turia. ¡°Lo m¨¢s bonito es que las voluntarias ya no somos s¨®lo madres o mujeres. Hay chicas y chicos j¨®venes, pap¨¢s y hasta abuelos y abuelas. Aqu¨ª cabemos todos¡±, explica Majo. Eso s¨ª, advierte que quienes deseen formar parte de la asociaci¨®n no debe tener ninguna necesidad especial que le impida hacer turnos de hospital.
?Por qu¨¦ surgen iniciativas como Mam¨¢s en acci¨®n? ?Qu¨¦ ocurre con los programas de acogimiento familiar? Responde Majo Gimeno que, aunque le consta que la Administraci¨®n pueda trabajar por mejorar la vida de los ni?os tutelados y dar visibilidad a esta realidad, considera que el impacto que estas campa?as obtienen no es el esperado o el deseable. ¡°El acogimiento es una realidad desconocida para la sociedad. Tambi¨¦n ocurre que muchas familias no contemplan el acogimiento familiar como opci¨®n porque en muchos casos ese acogimiento es temporal, o han de permitir visitas del menor a su familia cuando en realidad quieren un ni?o ¡°para siempre¡± y que no tenga v¨ªnculos. Por eso el acogimiento familiar es uno de los ejercicios m¨¢s generosos que una familia puede hacer¡±. Opina la fundadora de Mam¨¢s en acci¨®n que el acogimiento debe basarse en el bienestar del ni?o, poni¨¦ndole en el centro de manera desinteresada y sabiendo que puede ser algo temporal.
La importancia de las figuras de referencia
En el Hospital Sant Joan de D¨¦u de Barcelona tienen un servicio de voluntarios que hacen acompa?amiento hospitalario que se ofrece a todas las familias para que puedan ir a la cafeter¨ªa a comer algo o puedan salir del hospital si tienen que hacer una gesti¨®n sin dejar a los ni?os solos. Marta Sim¨® Nebot, pediatra de la Unidad Funcional de Abusos al Menor de este hospital y portavoz de la SEPHO en lo referente a problem¨¢tica sociosanitaria, explica que siempre exigen que los ni?os est¨¦n acompa?ados por alg¨²n familiar, incluso en las Unidades de cr¨ªticos ¨Cabiertas 24h a las familias y que disponen de una cama para el acompa?ante¨C. Seg¨²n la pediatra, cuando los ni?os tutelados por el Estado ingresan deben estar acompa?ados de alg¨²n referente del centro. Si el centro no puede asumirlo, existe un servicio de acompa?amiento de los servicios de protecci¨®n a la infancia.
Y es que todos los ni?os y ni?as deben poder ser acompa?ados en un momento de tanta vulnerabilidad, aunque el acompa?amiento ideal, seg¨²n explica Marta Sim¨®, ha de ser alguien que sea un referente para el ni?o, lo m¨¢s cercano posible: ¡°Debe ser alguien con el que el ni?o tenga confianza para expresar sus miedos, incomodidades, dudas... De forma gen¨¦rica, no solo en ni?os tutelados, debemos intentar que una hospitalizaci¨®n sea lo menos traum¨¢tica posible y, siempre que sea posible, que el ni?o pueda volver a su entorno lo m¨¢s r¨¢pido posible o que incluso la hospitalizaci¨®n sea domiciliaria¡±.
Otra cuesti¨®n que apunta la pediatra de Sant Joan de D¨¦u es que los ni?os que no tienen a su familia a menudo han sufrido varias p¨¦rdidas (la de su familia, cambios de centro o de familia de acogida, separaci¨®n de amigos que hacen en los centros, cambios de escuela) y esto les genera sensaci¨®n de indefensi¨®n. ¡°Una hospitalizaci¨®n sin sus referentes incrementara esa sensaci¨®n de p¨¦rdida de v¨ªnculo, de tener que adaptarse continuamente a nuevos referentes. Los eventos adversos en la infancia han demostrado provocar secuelas psicol¨®gicas e incluso f¨ªsicas a largo plazo. Encontramos estudios en los que se ven cambios en el funcionamiento del sistema nervioso central, con aumento de funcionamiento de los sistemas de estr¨¦s, en casos as¨ª. Hay situaciones adversas que no les podemos evitar, pero debemos intentar minimizar el n¨²mero de ellas, ya que tienen efecto sumatorio¡±.
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