Cinco claves para que los ni?os construyan relaciones profundas
Existen algunas pautas a seguir para inculcarle a los ni?os lo vital de las relaciones de calidad
La l¨ªnea que separa el mundo real del virtual es demasiado fina. Tanto, que muchos j¨®venes afirman que, gracias a las redes sociales, se sienten parte de un grupo, y respaldados emocionalmente al encontrarse entre sus iguales, y de gustos similares con los que poder compartir experiencias virtuales, proyectos u objetivos comunes. Al menos esto es lo que concluy¨® un estudio realizado el a?o pasado entre Fundaci¨®n de Ayuda Contra la Drogadicci¨®n (FAD), el BBVA y Google denominado Las TIC y su influencia en la socializaci¨®n de adolescentes. Un informe en el que se apunt¨® que el 92% de j¨®venes de entre 14 y 16 a?os admite tener un perfil en las redes sociales, aunque lo m¨¢s extraordinario fue que solo el 58% de los j¨®venes distinguieron el mundo virtual de la vida real. Una cuesti¨®n que alcanza hoy m¨¢s relevancia que nunca durante la cuarentena, en la que tanto ni?os como adultos nos hemos visto obligados a interactuar de manera virtual.
Las relaciones virtuales se vuelven de carne y hueso
La mayor¨ªa de los expertos en psicolog¨ªa afirman la relevancia de interactuar en nuestras relaciones con las personas cara a cara, sin embargo, en un momento en el que hemos perdido gran parte de nuestras costumbres, donde el l¨ªmite entre el trabajo y el hogar se diluye, quiz¨¢s, se necesiten m¨¢s que nunca establecer algunas pautas nuevas, pero sin perder el sentido de lo importante.
Porque la comunicaci¨®n social ¨ªntima de nuestros hijos a trav¨¦s de chats, videoconferencias, redes sociales etc¨¦tera. resulta crucial en estos d¨ªas, tambi¨¦n lo es educarles sobre la importancia de estas mismas relaciones, pero a un nivel m¨¢s profundo. ¡°Quiz¨¢s la estructura m¨¢s importante a cultivar sea reservar tiempo cada d¨ªa para conversaciones profundas, significativas y sinceras¡±, explica el catedr¨¢tico de psicolog¨ªa de la Universidad de Columbia, el Dr. Tal Ben- Shahar. Pero, ?c¨®mo podemos alentarles a cultivar esas relaciones cercanas? ¡°Cada vez que me han hecho esta pregunta he destacado la distinci¨®n entre lo virtual y lo real, les alent¨¦ a todos a dejar las redes sociales y salir y conocer gente, algo que para m¨ª es esencial¡±, explica.
Sin embargo, hoy, y no se sabe por cu¨¢nto tiempo a¨²n, no tenemos ese lujo de elegir entre lo virtual y lo real; continuamos encerrados muchas horas en nuestras casas, obligados a mantener distancias y sujetos a un aislamiento f¨ªsico. Un hecho que, para este experto, que no ha dejado de dar clases online durante el confinamiento, ha supuesto una grata reflexi¨®n. ¡°Me sorprend¨ª al descubrir que en un par de sesiones la pantalla dej¨® de ser una barrera para la intimidad. Los primeros pasos en este nuevo territorio virtual fueron muy banales, pero cuando de repente, un estudiante abri¨® la veda y comparti¨® lo que ten¨ªa en su coraz¨®n, muy r¨¢pido otros se sumaron y le brindaron apoyo, abri¨¦ndose as¨ª un camino hacia unos v¨ªnculos educacionales importantes a la vez que profundos¡±, comenta.
Interacciones de calidad como ¨²nico factor de la felicidad
El estudio psicol¨®gico de comportamiento humano m¨¢s largo y exhaustivo realizado por investigadores de la Universidad de Harvard, en el que examinaron a 724 individuos entre 1939 y 2014, lleg¨® a una conclusi¨®n muy simple: Las relaciones de calidad nos mantienen m¨¢s felices y saludables, y no donde vivimos, ni a qu¨¦ nos dedicamos, ni lo inteligentes que somos, ni cu¨¢nto dinero ganamos. El director del estudio y profesor de Harvard, lo resumi¨® todo en una charla TED en la cual asegura que el factor ¨²nico, m¨¢s que cualquier otro, que determina en mayor o menor medida nuestra salud y felicidad, son nuestras relaciones ¨ªntimas y de calidad. As¨ª pues, y si en el entorno virtual se vuelve crucial, ?podr¨ªa decirse que es importante cultivar y fortalecer estos v¨ªnculos ahora, y m¨¢s que nunca?
Para el psic¨®logo Tal Ben Shahar, s¨ª. ¡°Si logramos hacer eso, tan pronto como la amenaza del coronavirus disminuya y los muros que nos separan comiencen a caer, podremos construir, sobre la base que estamos creando ahora, relaciones con base profundas, reales e importantes, y seguro que despu¨¦s podremos disfrutar de todos los beneficios de haber sabido cultivarlas¡± concluye. De esta forma, existen cinco pautas sugeridas por el l¨ªder educativo del Search Institute, Kent Pekel quien sugiri¨® en una charla TED, las bases que construyen toda relaci¨®n profunda, las cual comienza por la propia relaci¨®n con los padres:
- Posibilidades de expansi¨®n: Los ni?os necesitan estar expuestos a cosas fuera de su limitada visi¨®n del mundo. "Pres¨¦ntales a nuevas personas, nuevos lugares, nuevos conceptos", comenta Pekel.
- Proporcionar apoyo: El apoyo no significa convertirse en un padre de helic¨®ptero y aprovechar todas las oportunidades para que los ni?os intenten algo por su cuenta y fracasen. La independencia para cometer errores es importante, pero los ni?os tambi¨¦n necesitan a alguien con quien pueda hablar sobre el error y lo que podr¨ªan intentar despu¨¦s. No se les pueden dejar completamente solos.
- Poder compartido: "No significa renunciar al poder, significa darles voz y opciones a los ni?os y dejarlos liderar en momentos apropiados y que reflejen sus etapas de desarrollo", dice Pekel.
- Atenci¨®n expresa: Seg¨²n el experto: "El objetivo no es solo una buena relaci¨®n, sino una relaci¨®n de desarrollo", es decir, aunque el cuidado es un requisito necesario para una relaci¨®n de desarrollo, no es suficiente, por lo que hay que fomentar esa relaci¨®n continuamente en el tiempo.
- Desafiar el crecimiento: "Siempre hay un elemento propulsor en las relaciones de desarrollo", explica Pekel. Los adultos a veces presionan a los j¨®venes para que crezcan, pero tambi¨¦n se deben respetar los ritmos. As¨ª, ¡°cuando los ni?os tienen relaciones que reflejan estos elementos, sus resultados son mucho mejores, hay m¨¢s probabilidades de que est¨¦n motivados, sean socialmente responsables, ¨¦ticos y emp¨¢ticos¡±, concluye.
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