No cortes el c¨¦sped: la biodiversidad te lo agradecer¨¢

Eric Lenoir es un jardinero paisajista franc¨¦s que en el verano del 2019 decidi¨® dar un giro copernicano a su actividad profesional y apag¨®, por as¨ª decirlo, su m¨¢quina cortac¨¦spedes. Anunci¨® su decisi¨®n en Facebook: iba a cortar menos a menudo el c¨¦sped a sus clientes para preservar y estimular la biodiversidad y los recursos h¨ªdricos locales. ?Vivan los jardines punk!

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Lenoir hab¨ªa publicado ya en el 2018 el Petit trait¨¦ du jardin punk (Peque?o tratado del jard¨ªn punk, en espa?ol) donde sostiene que hay que ocuparse del jard¨ªn siguiendo menos las convenciones y m¨¢s el instinto y la intuici¨®n. Lo que hay que hacer es¡­ A veces, no hacer nada. Dejar que la naturaleza crezca y luego, simplemente, retirar lo que hay que retirar. Y es necesario y urgente hacerlo para dar respuesta a los problemas ecol¨®gicos relativos a la biodiversidad. Dejar que surjan libres y espont¨¢neas flores y plantas significa invitar a toda una cohorte de insectos y de polinizadores a reinstalarse en el jard¨ªn.

El t¨ªtulo del libro tiene m¨¢s de real y menos de recurso de marketing de lo que parece. Lenoir es un expunk que en sus ¨¦pocas gloriosas luc¨ªa una cresta en la cabeza. Y ha querido llevar al mundo de la jardiner¨ªa lo que el movimiento punk supuso en otros ¨¢mbitos de la vida como la m¨²sica. Se propuso dar una patada a modos de vida bien estructurados de los parterres y quiz¨¢ algo anquilosados para que renazca nueva vida, nunca mejor dicho. ?Por qu¨¦ tu jard¨ªn debe ser id¨¦ntico al jard¨ªn del vecino de enfrente?

Para sustituir la m¨¢quina cortac¨¦spedes, Lenoir sugiere adoptar ovejas

Seg¨²n el jardinero punk, dejar de cortar el c¨¦sped tan a menudo no solo es ventajoso para el medio ambiente. Todos los implicados salen ganando. Tanto si uno corta el c¨¦sped ¨¦l mismo como si recurre a un profesional, tomar la decisi¨®n de no hacerlo tan a menudo permite ganar tiempo y ahorrar dinero contante y sonante. Sin olvidar que, si se poda menos, se necesita menos agua para regar el jard¨ªn. Como sustituto de la m¨¢quina, Lenoir sugiere incluso adoptar ovejas, tan o m¨¢s efectivas y, sin embargo, agentes no destructores de los recursos medioambientales. En Breta?a, por ejemplo, existe una empresa, Breizh moutondeurs, que alquila ovejas para que coman la hierba.

Los profesionales de la jardiner¨ªa pueden pensar que esta opci¨®n ecol¨®gica e iconoclasta va a hacerles perder negocio y que no est¨¢n los tiempos como para ir renunciando a posibles ingresos. Seg¨²n Lenoir, no se trata de un peligro sino de una oportunidad, de la oportunidad de encontrar nuevos clientes m¨¢s respetuosos con el medio ambiente y que demandan t¨¦cnicas alternativas para cuidar su jard¨ªn, menos invasivas y m¨¢s baratas.

Todo este nuevo uso del jard¨ªn implica, de entrada, una nueva mirada sobre nuestros espacios verdes. Yo conozco personas aqu¨ª en Francia que no quieren dejar de cortar el c¨¦sped de su jard¨ªn, aunque eso les toma dos horas a la semana, y supone gastos a?adidos como el carburante y el agua para regar, pero siguen en sus trece porque ?qu¨¦ dir¨ªan los vecinos ante un c¨¦sped ¡°descuidado¡±? Ojal¨¢ que cambien las miradas y los corazones. Entonces el gesto ecol¨®gico llegar¨¢ naturalmente, nunca mejor dicho.