Una oportunidad para reducir la pobreza en todas sus dimensiones

El mundo se encuentra en una encrucijada respecto la reducci¨®n de la pobreza. Dependiendo de las prioridades que pongamos al centro de los planes de respuesta y recuperaci¨®n ante los efectos de la pandemia, podr¨ªa lograrse una disminuci¨®n sin precedentes de la pobreza en todas sus dimensiones o podr¨ªa perderse hasta una d¨¦cada del progreso alcanzado.

En el 2010, la Iniciativa de Pobreza y Desarrollo Humano de la Universidad de Oxford (OPHI, por sus siglas en ingl¨¦s) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), presentaron los resultados del primer ?ndice de Pobreza Multidimensional Global (IPM Global).? Hoy, 10 a?os despu¨¦s, se presenta el primer an¨¢lisis de las tendencias de pobreza multidimensional en el mundo, abarcando cinco billones de personas.? Estos resultados evidencian una importante reducci¨®n en 65 de los 75 pa¨ªses incluidos en este estudio.?No obstante, este avance no solo puede verse interrumpido como consecuencia de la pandemia, sino que podr¨ªa tomar de tres a 10 a?os volver a recuperar esta tendencia.?

Nos encontramos tambi¨¦n a 10 a?os de la fecha estipulada para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), a los que se han comprometido los 193 pa¨ªses que conforman las Naciones Unidas. El primero de estos objetivos, que consiste en poner fin a la pobreza en todas sus formas, tiene entre sus metas la reducci¨®n a la mitad de la cantidad de personas que viven en condiciones de pobreza multidimensional al 2030 (ODS 1.2.2).? Este objetivo es el reflejo de un trascendental cambio de paradigma, que hace que hoy la pobreza sea universalmente reconocida como un fen¨®meno multidimensional que resulta de privaciones simult¨¢neas en distintas ¨¢reas del bienestar, tales como salud, educaci¨®n, vivienda, acceso a servicios b¨¢sicos, trabajo, entre otras, y no ¨²nicamente como la falta de ingresos. Los resultados del IPM Global as¨ª lo refuerzan, al presentar c¨®mo las tendencias de pobreza multidimensional no coinciden con las tendencias de miseria monetaria, ni con el crecimiento econ¨®mico, concluyendo que se trata de mediciones complementarias entre s¨ª.?

Ahora que resulta evidente que para poner fin a la miseria debemos abordarla de modo integral ¡ªcomo la experimentan las personas¡ª y no exclusivamente a trav¨¦s de transferencias monetarias, el reto recae en asumir el compromiso y tener la capacidad de desarrollar pol¨ªticas p¨²blicas que traduzcan el ODS 1.2.2 en una realidad.? As¨ª lo demuestran los m¨¢s de 20 pa¨ªses que hace poco han destacado en sus Reportes Nacionales Voluntarios presentados ante el Foro Pol¨ªtico de Alto Nivel de las Naciones Unidas el uso de sus ¨ªndices de pobreza multidimensional (IPM) nacionales como herramientas de medici¨®n y orientaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas encaminadas a la reducci¨®n de la pobreza multidimensional.

Todav¨ªa estamos a tiempo de que el catastr¨®fico 2020 que estamos viviendo de un giro a favor de la dignidad humana

Ante el inminente riesgo de resignarnos a perder parte importante del progreso alcanzado, los resultados del IPM Global presentados este a?o, oportunamente ponen en evidencia lo mucho que puede lograrse de aqu¨ª al 2030.? Primero, que reducir la pobreza multidimensional a la mitad en 10 a?os o menos, es posible, tal y como ha sucedido pa¨ªses como India y Armenia. Segundo, que? puede reducirse simult¨¢neamente en todas las regiones subnacionales, como sucedi¨® en Banglad¨¦s, Bolivia y Nepal. Tercero, y tal vez el resultado m¨¢s pertinente en tiempos de pandemia, es que los momentos de crisis pueden ser oportunidades a favor de su reducci¨®n, como sucedi¨® en Sierra Leona, que logr¨® la m¨¢s veloz disminuci¨®n de pobreza en la ¨²ltima d¨¦cada justamente durante el per¨ªodo que enfrentaba la epidemia de ?bola, pasando del 74% a 58% entre el 2013 y el 2017.?

Estas historias, si bien parecen improbables, son un destello de esperanza en estos tiempos particularmente dif¨ªciles para la humanidad.?Todav¨ªa estamos a tiempo de que el catastr¨®fico 2020 que estamos viviendo de un giro a favor de la dignidad humana. Sin embargo, esto no es algo que suceder¨¢ org¨¢nicamente. Depender¨¢ ¨²nicamente de las prioridades que pongamos sobre la mesa a la hora de dise?ar los planes de recuperaci¨®n, de la capacidad de los Estados de aterrizarlas a trav¨¦s de pol¨ªticas p¨²blicas basadas en la evidencia que proporciona una herramienta como el IPM y de las alianzas que se celebren con los dem¨¢s sectores de la sociedad en torno a este objetivo. Saber que es posible, debe ser est¨ªmulo suficiente para hacerlo realidad.

Michelle Muschett es exministra de Desarrollo Social de Panam¨¢, quien estuvo a cargo del dise?o y lanzamiento del IPM Nacional y del IPM para Ni?os, Ni?as y Adolescentes de ese pa¨ªs.

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