El n¨²mero de habitantes del planeta importa
Las aspiraciones de proveer vidas decentes para todos en un mundo sano, se mantendr¨¢n como tales en lugar de ser una realidad hasta que reconozcamos la importancia de la poblaci¨®n
En este pasado mes de septiembre han ocurrido dos grandes hitos. Se ha marcado el quinto aniversario de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y los l¨ªderes del mundo se han encontrado en Nueva York (o en Zoom) en una cumbre para discutir la crisis de biodiversidad que enfrentamos hoy en d¨ªa. Las noticias son malas por ambas partes. Las aspiraciones de proveer vidas decentes para todos en un planeta sano, se mantendr¨¢n como aspiraciones en lugar de ser una realidad hasta que podamos reconocer que la poblaci¨®n importa.
Con solo 10 a?os restantes, cumplir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible es terriblemente improbable. El pron¨®stico actual indica que la mayor¨ªa de las metas se perder¨¢n para el 2030. El ¨²ltimo informe de progreso de la ONU es una lectura aleccionadora. La covid-19 retrasar¨¢ d¨¦cadas de ganancias modestas y comprometer¨¢ la salud y el bienestar de millones. Hoy en d¨ªa, m¨¢s de un cuarto de la poblaci¨®n mundial carece de acceso a una fuente de comida segura ¡ªy el n¨²mero de personas que sufre de hambruna y malnutrici¨®n se ha ido incrementando durante los ¨²ltimos cinco a?os. Unos 4.200 millones de personas carecen de saneamiento gestionado de forma segura, y la escasez de agua se estima que estar¨¢ presente en 700 millones de personas para el 2030.
Cuando se trata de la p¨¦rdida de biodiversidad, el panorama no es menos sombr¨ªo. En el 2011, m¨¢s de 190 gobiernos se apuntaron a m¨¢s de 20 metas destinadas a proteger la biodiversidad para el 2020. Hace tan solo unos d¨ªas, se confirm¨® que ninguna de ellas se lograr¨¢. Esto significa que se seguir¨¢n perdiendo especies para siempre, el ecosistema que depende de ellas se desentra?ar¨¢ y se nos arrebatar¨¢n los beneficios vitales que recibimos de la naturaleza.
?Por qu¨¦ ambas empresas u organizaciones humanas que son vitales y claves para un futuro digno y habitable para todos nosotros, han fallado? Hay muchas razones, pero la falta en reconocer el impacto del crecimiento de la poblaci¨®n es com¨²n en ambas.
Una alta tasa de natalidad no solo abruma a las econom¨ªas y los servicios p¨²blicos de los pa¨ªses m¨¢s pobres, sino que tambi¨¦n hace retroceder otras ganancias. Si bien la proporci¨®n de mujeres insatisfechas en cuanto la necesidad de anticoncepci¨®n ha disminuido, hoy en d¨ªa, 40 millones m¨¢s de mujeres tienen esta necesidad insatisfecha comparada con 1991 debido a que el crecimiento de la poblaci¨®n ha superado la provisi¨®n. En el ?frica Subsahariana, el n¨²mero de ni?as que no asisten a la escuela secundaria se ha incrementado a 7 millones debido al crecimiento de la poblaci¨®n en la regi¨®n, y la lista contin¨²a.
Mientras tanto, detr¨¢s de casi todos los propulsores del colapso de nuestra biodiversidad ¡ªentre ellos la p¨¦rdida de h¨¢bitat, explotaci¨®n y el cambio clim¨¢tico¡ª est¨¢ el crecimiento de la poblaci¨®n. Miles de millones m¨¢s de personas demandan m¨¢s alimentos, tierra e infraestructura, generan desechos y emisiones, y exprimen la biodiversidad.
La forma en la que revertimos y combatimos el crecimiento de la poblaci¨®n es a trav¨¦s de medidas pol¨ªticas pr¨¢cticas que en repetidas ocasiones han probado ser exitosas y, lo m¨¢s importante, respetan los derechos humanos y mejoran la vida de las personas
El crecimiento de la poblaci¨®n humana es reconocido como un propulsor cr¨ªtico e indirecto en los informes m¨¢s importantes y recientes en cuanto a la crisis de extinci¨®n. El m¨¢s autoritario, el Asesoramiento Global de la Plataforma Intergubernamental cient¨ªfico-normativa sobre Diversidad Biol¨®gica y Servicios de los Ecosistemas, hace un llamamiento por un ¡°cambio transformador¡± para abordar esos factores subyacentes.
Claro est¨¢ que la poblaci¨®n no es el ¨²nico impulsor ¡ªnuestros niveles imprudentes, grotescos y desiguales de consumo, son de vital importancia¡ª, pero debemos dejar de pretender que el n¨²mero de consumidores es de alguna forma irrelevante.
Estas son las buenas noticias: la forma en la que revertimos y combatimos el crecimiento de la poblaci¨®n es a trav¨¦s de medidas pol¨ªticas pr¨¢cticas que en repetidas ocasiones han probado ser exitosas y, lo m¨¢s importante, respetan los derechos humanos y mejoran la vida de las personas. Como poner fin a la pobreza, el empoderamiento de la mujer, la buena educaci¨®n para todos por igual, una planificaci¨®n familiar moderna para toda la poblaci¨®n y alentar a familias peque?as.
Estos m¨¦todos no requieren innovaci¨®n tecnol¨®gica o cambios radicales para las estructuras sociales, econ¨®micas y pol¨ªticas existentes. Todas esas cosas podr¨ªan bien ser necesarias para evitar una cat¨¢strofe ambiental, pero mientras las debatimos, podemos seguir invirtiendo y apoyando medidas positivas que ya est¨¢n incluidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Si realmente queremos asegurar un mejor futuro para todos en el planeta, podemos y debemos empoderar y alentar a las personas a elegir familias m¨¢s peque?as donde sea que vivan.
Alistair Currie es director de Campa?as y Comunicaciones en Population Matters, una organizaci¨®n ben¨¦fica con sede en Reino Unido que realiza campa?as a nivel mundial por una poblaci¨®n humana sostenible para proteger el medio ambiente y mejorar la vida de las personas.
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