C¨®mo la inversi¨®n privada puede contribuir al progreso de los ODS
Es evidente que ante los efectos de la pandemia se necesita una mayor inversi¨®n p¨²blica, pero hay ejemplos concretos en educaci¨®n y sanidad en el que tambi¨¦n lo privado puede ayudar
La pandemia causada por la covid-19 oblig¨® a colegios y universidades a permanecer cerrados durante meses, afectando de manera directa a los 500 millones de estudiantes que siguen sin contar con una educaci¨®n a distancia a su alcance. Naciones Unidas (ONU) ha advertido de que esta carencia puede revertir a?os de progreso conseguidos en el acceso a una educaci¨®n inclusiva y de calidad. Un progreso respaldado por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, que recientemente cumplieron su quinto aniversario.?
El estancamiento mundial en el ¨¢mbito educativo es solo un ejemplo del modo en que la crisis de la covid-19 ha puesto de relieve los innumerables problemas sociales y econ¨®micos que todav¨ªa deben abordarse, muchos de los cuales se han visto, adem¨¢s, exacerbados por el virus. Aunque la pandemia ha lastrado el progreso de los ODS, antes de su estallido los avances en estos 17?Objetivos de Desarrollo segu¨ªan siendo desiguales y no se hab¨ªa alcanzado el ritmo necesario para cumplirlos en el plazo marcado de 2030.
Se estima que 71 millones de personas volver¨¢n a caer en la pobreza extrema este a?o, lo que supone el primer aumento de la pobreza mundial desde 1991, tal como advierte la ONU. El desempleo provocado por la crisis implica que los medios de subsistencia de alrededor de 1.600?millones de trabajadores vulnerables en la econom¨ªa informal podr¨ªan verse considerablemente afectados. Adem¨¢s, mujeres y ni?os se llevan la peor parte en la crisis de la covid-19: la interrupci¨®n de la vacunaci¨®n y los servicios sanitarios provocar¨¢ decenas de miles de muertes adicionales en 2020 asociadas a la maternidad.
En medio de la mayor crisis econ¨®mica y sanitaria de nuestras vidas, el cumplimiento de los ODS se ha convertido en un reto, si cabe, mayor. Ahora debemos aprovechar la oportunidad para acelerar el avance hacia su consecuci¨®n, as¨ª como el de sus objetivos subyacentes. Pero, ?qui¨¦n recoge el testigo??
Los Gobiernos, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado tienen un fundamental papel que desempe?ar para afrontar estos desaf¨ªos mundiales. Sin embargo, algunos ¨¢mbitos de los ODS de la ONU se prestan m¨¢s a la inversi¨®n privada que otros.
Tomemos por ejemplo el ODS?4, que aspira a garantizar una educaci¨®n de calidad para todos. El a?o pasado, el 22?% de los j¨®venes a escala mundial carec¨ªa de empleo y no participaba en actividades educativas o de capacitaci¨®n. Este a?o, el 90% de los estudiantes en todo el mundo no ha podido acudir a los centros escolares a causa de los cierres asociados al coronavirus. Por lo general, la prestaci¨®n de servicios educativos recae en el sector p¨²blico, pero en muchas partes del mundo el sector privado puede ayudar a colmar las lagunas existentes. Es en este ¨¢mbito donde pueden intervenir la inversi¨®n de impacto, orientada a producir un cambio positivo, cuantificable y sustancial para la sociedad o el medio ambiente, con el potencial de generar tambi¨¦n una rentabilidad.
Un ejemplo de ello, integrado en el Fondo M&G Investments¡¯ Positive Impact, es Cogna Educa??o, una organizaci¨®n que presta servicios educativos en Brasil. Con pr¨¢cticamente 700 escuelas asociadas y 1.310?centros de ense?anza a distancia, Cogna se ha convertido en una opci¨®n privada m¨¢s asequible para colmar la brecha educativa del sector p¨²blico. Esta brinda ayudas financieras a los estudiantes que re¨²nen los requisitos necesarios y presta servicios de educaci¨®n a distancia, lo que democratiza el acceso a la educaci¨®n superior de los estudiantes que viven en zonas rurales.
Los Gobiernos, las ONGs y el sector privado tienen un fundamental papel que desempe?ar para afrontar estos desaf¨ªos mundiales. Sin embargo, algunos ¨¢mbitos de los ODS se prestan m¨¢s a la inversi¨®n privada?
Otro ¨¢mbito que merece especial atenci¨®n es aquel orientado a garantizar una producci¨®n y consumo responsables (representado en el ODS?12). A escala mundial, se generan aproximadamente dos?mil millones de toneladas de residuos cada a?o. Adoptar una econom¨ªa m¨¢s circular podr¨ªa contribuir a lograr el abandono de un modelo econ¨®mico lineal basado en "tomar, hacer y descartar". La empresa log¨ªstica multinacional Brambles es solo un ejemplo de c¨®mo las empresas pueden respaldar este tipo de econom¨ªa circular. Su plataforma log¨ªstica ofrece una soluci¨®n integral para la cadena de suministro centrada en la reutilizaci¨®n y el reciclaje de los pal¨¦s de transporte, la reducci¨®n de las emisiones de CO? y la limitaci¨®n del uso de recursos naturales.?
Por ¨²ltimo, y de manera m¨¢s evidente, la propagaci¨®n de la covid-19 ha puesto de relieve una infraestructura sanitaria mundial tambaleante (ODS 3). Es evidente que, ante todo, se necesita una mayor inversi¨®n p¨²blica, pero hay ciertos ¨¢mbitos en los que la inversi¨®n privada pueden ayudar, como por ejemplo en el desarrollo de vacunas y pruebas diagn¨®sticas.
Los ODS representan una red de cuestiones marcadamente interconectadas, que dependen unas de otras tanto en los mercados emergentes como en los desarrollados. Para abordarlos de manera eficaz, necesitamos adoptar un enfoque orientado a los sistemas (y este es precisamente la intenci¨®n que motiv¨® su dise?o). La colaboraci¨®n entre gobiernos, inversores, empresas y organizaciones ben¨¦ficas ser¨¢ crucial para afrontar futuras crisis y garantizar una econom¨ªa y un medio ambiente sostenibles para las generaciones futuras.
La inversi¨®n de impacto, en definitiva, puede ayudar a gobiernos y empresas a recuperarse tras la pandemia. Esta se centra espec¨ªficamente en las metas individuales subyacentes dentro de cada objetivo, asegur¨¢ndose de que cada inversi¨®n se halle en consonancia con los principios rectores de los ODS. Este enfoque del impacto, en ¨²ltimo t¨¦rmino, podr¨ªa convertirse en el modo de inversi¨®n general a medida que avance la d¨¦cada y nos aproximemos a 2030.
Ben? Constable-Maxwell es responsable de inversi¨®n sostenible y de impacto en M&G.
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