C¨®mo el temporal Filomena puede acabar beneficiando a Madrid
El catedr¨¢tico em¨¦rito Juli¨¢n Briz explica c¨®mo aprovechar fen¨®menos clim¨¢ticos como Filomena para volver a poner la naturaleza en el centro de las ciudades
Nos reunimos en un apacible d¨ªa madrile?o, dentro de un ambiente cargado de ansiedad. Acababa de pasar Filomena y el coronavirus no da tregua. Con la ciudad aturdida, pero con ¨ªmpetu de superaci¨®n, nos planteamos entrevistar al catedr¨¢tico em¨¦rito Juli¨¢n Briz, presidente y fundador de Pronatur, miembro de las juntas directivas de la Red Mundial de Infraestructuras Verdes (WGIN) y de la Federaci¨®n Europea de Asociaciones de Tejados Verdes (EFB), y un estudioso de la naturaci¨®n urbana, el movimiento que promueve el enverdecimiento de las ciudades.
El confinamiento, los ¨¢rboles ca¨ªdos y el ambiente invernal impregnaron nuestro di¨¢logo. Las previsiones meteorol¨®gicas de 20 cent¨ªmetros de nieve se vieron desbordadas llegando a los 60, con unas p¨¦rdidas estimadas de unos 1.400 millones de euros seg¨²n las primeras informaciones que se ofrecieron en aquel momento.
Madrid, una de las ciudades m¨¢s verdes del mundo, hab¨ªa sufrido una tragedia, con m¨¢s de 150.000 ¨¢rboles da?ados, el 70% de la Casa de Campo y El Retiro. Ser¨ªa necesaria una reposici¨®n de 70.000 unidades y la retirada de ramas iba a suponer un coste superior a los 27 millones de euros.
- P. ?Qu¨¦ opina del Madrid post-Filomena?
- R. Despu¨¦s de la tempestad, viene la calma. Nos encontramos con el bot¨®n decisorio en pausa, lo que obliga a una serie de reflexiones sobre nuestro itinerario: de d¨®nde venimos, d¨®nde estamos y hacia d¨®nde vamos. Toda cat¨¢strofe natural nos lleva a una reconstrucci¨®n y ello supone un sacrificio importante, pero tambi¨¦n una oportunidad para innovar y corregir problemas existentes. Hay numerosos ejemplos en ciudades, como en el caso de Valencia, donde las sucesivas inundaciones llevaron a la desviaci¨®n del Turia y a la creaci¨®n de nuevos espacios en el centro urbano. Desde sus inicios como capitalidad, Madrid ha tenido el atractivo de su ubicaci¨®n geogr¨¢fica y el medio que la rodea. No obstante, la urbanizaci¨®n desbordante ha ido expulsando a la naturaleza, aunque mantiene grandes ¨¢reas verdes perif¨¦ricas como La Casa de Campo, el Monte del Pardo, as¨ª como parques interiores como El Retiro, el del Oeste y otros.
Nuestra sociedad necesita una cultura medioambiental que se involucre y aprecie los valores que ambos aportan
Una buena opci¨®n ha sido el enverdecimiento de las calles a trav¨¦s de ¨¢rboles que en los a?os setenta y ochenta fueron de crecimiento r¨¢pido, ornamentales (olmos, arces) que aportaban sombra, adem¨¢s de los cl¨¢sicos: pino pi?onero y encinas. No cabe duda de que sus efectos, en general, han sido beneficiosos para el paisaje, la salud y el medioambiente.
Un estudio realizado en 2018 por el Ayuntamiento de Madrid muestra el impacto en la oxigenaci¨®n y captaci¨®n de di¨®xido de carbono y part¨ªculas en suspensi¨®n por una cuant¨ªa de 673 toneladas m¨¦tricas de contaminantes, lo que ha incidido en la salud, disminuyendo anualmente en 3.600 los casos de asma y en 4.000 los de problemas respiratorios. Ahora, con el impacto de Filomena y una posible p¨¦rdida superior al 5% de la masa foliar, se podr¨ªan incrementar dichas enfermedades. Se estima que medio mill¨®n de los ¨¢rboles madrile?os est¨¢n enfermos, son viejos o pertenecen a especies inadaptadas, lo que obliga a una reflexi¨®n sobre unas perspectivas poco halag¨¹e?as si no se toman las oportunas medidas.
- P. ?Qu¨¦ puede hacerse en estas circunstancias?
- R. El enfoque general es buscar soluciones basadas en la naturaleza con una visi¨®n hol¨ªstica que incorpore todos los elementos posibles, tanto los tradicionales como los potenciales. Hasta ahora se viene operando con parques, jardines y arbolado en las calles y plazas, pero quedan estructuras urbanas infrautilizadas en los edificios en uso (cubiertas, fachadas, interiores), as¨ª como los nuevos planes urban¨ªsticos. El planteamiento del Bosque Metropolitano, complementado con pasillos verdes en la almendra central, viene a atender algunas de estas necesidades. Hay que elegir las especies arb¨®reas correctas, colocadas en las calles a distancias y alcorques m¨¢s adecuados (10 metros), que no provoquen un efecto t¨²nel en las calles estrechas y no dificulten la renovaci¨®n de las masas de aire contaminadoras y con an¨¢lisis climatol¨®gicos locales, buscando las especies adecuadas que promuevan la biodiversidad.
Los expertos recomiendan impulsar las especies aut¨®ctonas que permitan una mayor sostenibilidad del ecosistema, integrando la fauna en el ciclo vital, al encontrar alojamiento y alimentaci¨®n en la flora existente. Cap¨ªtulo de especial inter¨¦s es el aprovechamiento de espacios infrautilizados en el centro urbano, donde no hay otras posibilidades de naturaci¨®n. El efecto Filomena ha da?ado arbustos y fachadas que tienen que reconstruirse y, es una oportunidad ¨²nica poder convertirlos en ¨¢reas verdes.
Muchas de las cubiertas pueden albergar invernaderos que reciclen gases de las calefacciones, absorbiendo el calor, el CO2, part¨ªculas en suspensi¨®n y el di¨®xido de nitr¨®geno. Precisamente, el NO2 de las calefacciones ha sido el causante de los elevados niveles de contaminaci¨®n en Madrid, recientemente. Su reciclado mediante urea cristalina ya se utiliza en veh¨ªculos pesados. Existe un modelo de edificio, utilizado parcialmente en varios pa¨ªses, donde se reciclan gases, calor y aguas grises y de lluvia, de forma eficiente.
- P. ?Qui¨¦n, c¨®mo y cu¨¢ndo hay que actuar para aprovechar esta oportunidad de Filomena y otros fen¨®menos clim¨¢ticos?
- R. Respecto a qui¨¦n debe involucrarse, considero debe ser el conjunto de la sociedad urbana a trav¨¦s de varios colectivos. De una parte, los beneficiarios directos, como es el vecindario, mostrando sus preferencias, necesidades y participando en el mantenimiento de infraestructuras verdes. Los gestores administrativos, como Ayuntamientos y otras instituciones locales, regionales y nacionales, a trav¨¦s de la toma de decisiones y del desarrollo de proyectos. Las empresas, por medio de nuevos negocios y dentro de la Responsabilidad Social Corporativa, tienen un papel a considerar. Finalmente est¨¢n los grupos de estudio e investigaci¨®n como asesores e impulsores.
En el caso de Madrid tenemos la Mesa del ?rbol, el grupo de Interprofesionales de los distintos Colegios y cursos sobre Ciudades verdes del Centro de Innovaci¨®n en Tecnolog¨ªa para el Desarrollo Humano (itdUPM) y de Arboricultura y Gesti¨®n del Bosque Urbano de la Universidad Complutense de Madrid. Las actuaciones deben seguir una secuencia, a corto, medio y largo plazo. Obviamente, despu¨¦s del paso de Filomena, las primeras acciones han sido la retirada de ramas y ¨¢rboles da?ados, transform¨¢ndolos en residuos org¨¢nicos y abonos. El paso siguiente es restaurar los da?os ocasionados con soluciones basadas en la naturaleza de forma viable y sostenible.
Las nuevas infraestructuras verdes incluyen especies de ¨¢rboles, arbustos y plantas en general adecuadas, en lugares oportunos, tanto en parques y jardines como en calles, cubiertas y fachadas, buscando un equilibrio en el ecosistema urbano saludable y atractivo. Los retos son m¨²ltiples y la sociedad urbana debe tener la capacidad de prevenir y evitar los problemas, resolvi¨¦ndoles de forma eficiente, en caso de producirse, dentro del marco de soluciones basadas en la naturaleza mencionado.
- P. Retos medioambientales en el horizonte urban¨ªstico madrile?o...
- R. Como en toda gran ciudad, hay unos desaf¨ªos multidimensionales de tipo sanitario, demogr¨¢fico, de habitabilidad y socioecon¨®micos. El siglo XXI nos est¨¢ llevando a una nueva era con innovaciones tecnol¨®gicas, pandemias, movimientos migratorios, cambio clim¨¢tico... El teletrabajo impone un modelo mixto de vivienda y oficina con espacios de recreo y habitabilidad multifuncional. La revoluci¨®n silenciosa de la naturaci¨®n urbana se acompa?a de una salud unitaria global de personas, plantas y animales, donde la interdependencia se manifiesta con los riesgos correspondientes.
La sociedad madrile?a se est¨¢ sensibilizando a trav¨¦s de proyectos urban¨ªsticos con unas infraestructuras verdes y azules, como Madrid R¨ªo en el cauce del Manzanares o Madrid Norte, o reconvirtiendo la estaci¨®n de Chamart¨ªn, entre otras actuaciones. Como los efectos de la mejora de cambio clim¨¢tico y la naturaci¨®n no se reflejan directamente en el sistema de precios del mercado, al considerarse bienes p¨²blicos de libre acceso, para impulsarlos y mantenerlos nuestra sociedad necesita una cultura medioambiental que se involucre y aprecie los valores que ambos aportan.
Isabel de Felipe ha sido profesora titular de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid y es miembro del Consejo de Direcci¨®n del Centro de Innovaci¨®n en Tecnolog¨ªa para el Desarrollo Humano (itdUPM).
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