Granja 100% ecol¨®gica, femenina y espiritual
Una comunidad mon¨¢stica en Francia apuesta por la permacultura y usa el ¡®credofunding¡¯
La abad¨ªa de Boulaur (en el sur de Francia) acoge una treintena de monjas cistercienses que ¡°oran y laboran¡± la tierra por un lado, y la Biblia por el otro, adem¨¢s de acoger hu¨¦spedes en su hosteler¨ªa, todo seg¨²n la orden de San Benito. Hasta aqu¨ª nada nuevo bajo el sol. Lo curioso de su historia es que esta comunidad ha decidido apuntarse a lo ¨²ltimo en cultivo de la tierra, que resulta ser, a fin de cuentas, lo que siempre se hab¨ªa hecho pero que se hab¨ªa abandonado por culpa de la supuesta modernizaci¨®n y del uso intensivo de productos t¨®xicos. Y lo hace utilizando todos los recursos del siglo XXI. Es anecd¨®tico si se quiere, pero revelador a la vez, que la abad¨ªa cuente con un perfil de Instagram.
A principios de a?o lanzaron el ambicioso proyecto Grange 21 (Granja 21, en espa?ol) que tiene por objetivo crear una explotaci¨®n agr¨ªcola que sea microgranja ecol¨®gica diversificada siguiendo los principios de la permacultura. Quieren multiplicar por cuatro o incluso por cinco cada uno de sus cultivos. En sus propias palabras ellas consideran que lanzan ¡°una start-up del siglo XII adaptada al siglo XXI¡±.
Para financiar su start-up rural las monjas de clausura, que tienen una media de 45 a?os, decidieron organizar una captaci¨®n de fondos m¨¢s all¨¢ de los cuatro muros de su monasterio. Recurrieron al portal Credofunding, que se presenta como la plataforma de financiaci¨®n participativa de la comunidad cristiana en Francia. Las monjas de Boulaur se hab¨ªan propuesto recoger v¨ªa Internet 800.000 euros y consiguieron superar el list¨®n con creces. Gracias a 119 donantes han recaudado 960.300 euros. Se puede seguir donando al proyecto a trav¨¦s de la plataforma Helloasso.
Quieren reunir generaciones, reconciliar el campo y la ciudad, ocuparse de la tierra y de las personas
El aspecto ¡°participativo¡± del proyecto no se limita solo a la financiaci¨®n. Las monjas quieren contratar a empresas locales para llevar a cabo sus proyectos y tambi¨¦n quieren abrir a la poblaci¨®n en general la posibilidad de participar en alguno de los trabajos que se llevar¨¢n a cabo en la abad¨ªa. Por ejemplo, esperan contar con manos voluntarias para fabricar los ladrillos de tierra cocida que servir¨¢n para la construcci¨®n de dos nuevos edificios. El nuevo establo servir¨¢ como centro pedag¨®gico, donde ense?ar a los ni?os la vida y el cuidado de los animales de granja. La biblioteca y una sala de conferencias tendr¨¢n por vocaci¨®n abrirse a la sociedad del entorno y favorecer la cultura.
Y es que la comunidad de Boulaur, que alberga 45 hect¨¢reas de terreno cerca de Toulouse, quiere inscribirse en la historia de las abad¨ªas cistercienses de la Edad Media, que fueron centros espirituales pero tambi¨¦n culturales y agr¨ªcolas, ya que permitieron en su momento el desarrollo de una agricultura puntera y favorecieron en Europa la irrupci¨®n de los mercados, de la cultura y del comercio de productos de calidad.
En este sentido las monjas de Boulaur han detectado que la sociedad francesa apuesta por los productos bio, de calidad, y de circuito corto y quieren dar respuesta a esta demanda social. Y aspiran tambi¨¦n a participar en la ¡°reconstrucci¨®n de la sociedad permitiendo reunir en su dominio a las generaciones, reconciliar el campo y la ciudad, ocuparse de la tierra y tambi¨¦n de las personas¡±, seg¨²n cuentan en su v¨ªdeo de presentaci¨®n.
Pero hay mucho m¨¢s. La comunidad de Boulaur aspira a m¨²ltiples y grandes cosas sobre el terreno, como construcciones arquitect¨®nicas respetuosas con el medio ambiente donde alojar a sus visitantes. Tambi¨¦n han previsto otras obras que permitan ampliar el espacio donde confeccionar sus quesos, pat¨¦s, harinas y confituras. Todo local y bio. As¨ª como la modernizaci¨®n y la ampliaci¨®n de la producci¨®n agr¨ªcola y de la granja de animales, vacas y cerdos, para ser m¨¢s exactos.
Historia y futuro, ecolog¨ªa y espiritualidad, vocaci¨®n local y universal, campo y ciudad, mujeres j¨®venes y emprendimiento: todos estos elementos van de la mano en la Granja 21, un proyecto exitoso ya antes de nacer puesto que ha conseguido ganarse el aplauso y la colaboraci¨®n de muchos actores sociales. A mi modo de ver, su fuerza reside tambi¨¦n en reunir muchos componentes que, a simple vista, nos parecen opuestos irreconciliables pero que en el fondo sabemos que est¨¢n llamados a convivir si queremos sobrevivir al presente inmediato.
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