Cultura y exotismo en Marruecos
Una ruta con los cinco sentidos por las ciudades imperiales del vecino del sur
Marruecos es la puerta de ?frica que abre el paso hacia un continente todav¨ªa por explorar. Pero, sin ir m¨¢s all¨¢, en estas tierras se puede disfrutar de lo mejor de la cultura isl¨¢mica junto con la inevitable influencia occidental. Las cuatro ciudades que en alg¨²n momento de la historia han sido capitales de este reino, Rabat, Marrakech, Fez y Mekn¨¦s, reciben al visitante mostrando su mejor cara en un recorrido inolvidable.
Pasado y presente en la capital del pa¨ªs
Desde 1912, Rabat es la capital de Marruecos. Fundada en el siglo X, se trata de una ciudad llena de historia, de la que hablan las paredes de su medina. Adem¨¢s de caminar entre las intrincadas callejuelas del centro de la ciudad y disfrutar de un t¨¦ en alguno de sus cl¨¢sicos locales, el visitante no se debe perder el imponente Palacio Real, sede del gobierno del pa¨ªs.
Otro de los puntos de encuentro tur¨ªsticos de la capital es el Mausoleo de Mohammed V -el segundo m¨¢s importante despu¨¦s del Taj Mahal- y sobrecogerse con los c¨¢nticos del im¨¢n que vela por las almas de los miembros de la familia real que se encuentran ah¨ª enterrados. La Torre de Hassan y las ruinas de la que pretend¨ªa ser la mezquita m¨¢s grande del mundo, destruida por el terremoto de Lisboa de 1755, son otro lugar en los que perderse y sacar el fot¨®grafo que se lleva dentro.
Cerca de Rabat se halla la moderna ciudad de Casablanca, inmortalizada en el cine gracias a la historia protagonizada por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman. Aunque la ciudad no es un punto clave tur¨ªstico, s¨ª lo es su Mezquita de Hassan II, el templo m¨¢s alto del mundo y una de las pocas aljamas que permiten el paso a no creyentes.
Capital cultural e intelectual
Fez es la primera de las ciudades imperiales, adem¨¢s de la capital intelectual -gracias a su universidad-, religiosa -primera ciudad de culto musulm¨¢n de Marruecos- y artesana. De hecho, una de las visitas m¨¢s comunes e interesantes consiste en ver el trabajo de los curtidores y tintoreros, con sus decenas de fosas llenas de productos qu¨ªmicos de diferentes colores y olores muy particulares.
La Medina de Fez pasa por ser la m¨¢s complicada y laber¨ªntica de todo el pa¨ªs, y por donde conviene andar con alguien que conozca bien el terreno para no perderse m¨¢s de la cuenta y as¨ª hacer un hueco para visitar el espectacular Palacio Real, que destaca por sus dorados, labrado y arcadas.
Ciudad de fortificaciones
Con sus m¨¢s de 25 kil¨®metros de murallas, la ciudad imperial de Mekn¨¦s ofrece una gran variedad de impresionantes puertas, entre las que destaca la de Bab-Al-Mansour, por su imponente arco adornado con cer¨¢mica sostenido por dos columnas macizas de m¨¢rmol blanco.
Otros puntos indispensables para conocer a fondo esta ciudad son las caballerizas reales, el granero, cuya temperatura durante el a?o no var¨ªa de temperatura de los 14 grados cent¨ªgrados, y los jardines de los Sultanes. Para descansar de tanta visita cultural, nada mejor que practicar el deporte oficial: regatear por las tiendas del zoco.
Desde Mekn¨¦s y tan s¨®lo 33 kil¨®metros se encuentran las ruinas de la antigua ciudad de Volubilis, que sorprende por el contraste que entre el mundo musulm¨¢n de la ciudad de origen y los restos del mundo romano antiguo.
Magia y vida en cada rinc¨®n
Marrakech es la segunda ciudad imperial y una de las preferidas por los turistas. Cuenta con 19 kil¨®metros de muralla cuyo peculiar color arcilla le da una tonalidad que difiere de todas las vistas hasta el momento en el resto de las ciudades imperiales.
Sin duda, el primer lugar que ver en Marrakech es la plaza de Jemma el Fna. Punto de encuentro de la vida de la ciudad, en ella se encuentran todo tipo de personajes, desde los encantadores de serpientes hasta los sacamuelas m¨¢s tradicionales. Al ponerse el sol la fiesta llega a la plaza, convirti¨¦ndose en el mejor lugar para degustar los t¨ªpicos pinchos morunos y con el sonido de los tambores como hilo musical. Un lugar m¨¢gico que ning¨²n visitante olvida.
Pero Marrakech es mucho m¨¢s que su plaza principal. La mezquita de la Koutoubia, con un minarete que sirvi¨® de modelo para la Giralda de Sevilla y el Palacio de la Bahia, traducido como "la m¨¢s guapa", con 80.000 metros cuadrados de jardines y habitaciones, bien merecen una parada.
A las afueras de la ciudad, se encuentra el Palmeral de Marrakech, donde los viajeros m¨¢s intr¨¦pidos podr¨¢n dar un paseo en camello. Aquellos que quieran dejar atr¨¢s el coche para conocer lugares pintorescos y curiosos de la ciudad, no deben perderse la oportunidad de dar un paseo en calesa (un carro tirado por caballos) desde la plaza de Jemma el Fna.
Ayuda a otros lectores con tus recomendaciones a planificar su viaje a Marruecos
GU?A PR?CTICA
C¨®mo ir
- En ferry a T¨¢nger desde Algeciras y desde Tarifa.
- En avi¨®n: Iberia (www.iberia.com); Easyjet (www.easyjet.com); Royal Air Maroc (www.royalairmaroc.com); y Vueling (www.vueling.es).
D¨®nde Dormir
- Rabat: Hotel Balima.
- Marrakech: Una opci¨®n diferente es alojarse en sus riads, casas en la medina y muy cerca de la plaza de Jemma el Fna.
- Fez: Hoteles de lujo en la ciudad.
- Mekn¨¦s: Hotel Ibis Moussafir Meknes
M¨¢s informaci¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.