S?o Paulo es 'vitamina'
Recorrido b¨¢sico por la megal¨®polis brasile?a con diez paradas imprescindibles
En S?o Paulo no hay turistas. No a simple vista. La ciudad m¨¢s grande de Brasil, y su motor econ¨®mico, asusta y seduce a quienes se atreven con el agitado ritmo de sus avenidas. Megal¨®polis de 20 millones de habitantes y tintes neoyorquinos con un toque decadente, ofrece como recompensa un completo c¨®ctel urbano de arquitectura, cultura, ocio, moda, tendencias, nocturnidad y muchas, muchas sorpresas. S¨ª, esto tambi¨¦n es Brasil.
01 Cemento con arte dentro
Un gran caj¨®n de hormig¨®n gris acristalado abrazado por dos s¨®lidos arcos rojos y voil¨¤, un museo de arte. En plena Avenida Paulista, el MASP seduce tanto por el continente como por el contenido (Bosch, El Greco, Monet, Renoir, Van Gogh, Dal¨ª, Le¨®n Ferrari, Marc Chagall), en una ciudad donde lo urbano manda. Y en la Paulista, absoluto espect¨¢culo, mucho m¨¢s. Una de las ¨²ltimas muestras del MASP sirva de argumento: la obra de seis grafiteros locales, que pasaron de jug¨¢rsela en la calle a exponer en galer¨ªas y museos.
02 Parque Siqueira Campos
Toda megal¨®polis ofrece respiros al transe¨²nte. Cruzar la Avenida Paulista permite cambiar la pinacoteca anterior por uno de los reductos verdes que permiten respirar a la ciudad: el parque Siqueira Campos. Una recreaci¨®n, entre fuentes y espacios para los m¨¢s peque?os, de la mata atl¨¢ntica (esta es la ¨²nica reserva de la regi¨®n). Tranquilos paseos de grava jalonados de palmeras y exuberante vegetaci¨®n tropical, que a¨ªslan al viajero del foll¨®n circulatorio de ah¨ª fuera.
03 Avenida Paulista
La Avenida Paulista permite descifrar la evoluci¨®n de esta ciudad desde tiempos coloniales: sus aceras todav¨ªa alternan a?ejas mansiones de latifundistas cafeteros con modernos rascacielos de peculiar trazo en acero y cristal, sede de los actuales terratenientes financieros. La Quinta Avenida brasileira, tan atractiva para unos, como aberrante para otros, que no olvidan el mar de favelas que rodean la megal¨®polis. En la Paulista hay mucho que ver, degustar y comprar, un espect¨¢culo urbano en todos los sentidos, de d¨ªa y de noche.
04 De un colegio a megal¨®polis
S?o Paulo presume de conservar el edificio donde naci¨® la ciudad. La megal¨®polis se expandi¨® desde mediados del siglo XVI alrededor de un colegio jesuita destinado a la tarea colonizadora. Su crecimiento, basado en la agricultura, es reflejo de la historia misma del pa¨ªs. El P¨¢tio do Col¨¦gio se puede visitar (acoge un museo religioso) y no defrauda. Una maqueta recrea la ciudad en sus or¨ªgenes, se exponen excelentes muestras de arte sacro y la cripta conserva restos de paredes levantadas en el siglo XVII con barro y aceite de ballena, en una de las reconstrucciones del edifico original.
05 Palmeras y predicadores
A media ma?ana, se forman corrillos en la pra?a de la S¨¦, catedral de S?o Paulo, edificada a principios del siglo XIX sobre los restos de antiguos templos. El primero fue levantado con barro y paja en el siglo XVI. En el XVIII la vieja S¨¦ fue ampliada tras obtener el rango de catedral y en 1911 derruida junto a la aleda?a iglesia de S?o Pedro da Pedra para iniciarse la espigada versi¨®n actual y el entorno que la rodea. Merece la pena sentarse en la escalinata de acceso para observarlo: un amplio espacio donde, entre palmeras y fuentes, predicadores religiosos de acalorado discurso captan la atenci¨®n de quienes pululan alrededor.
06 'Vitamina' en el mercado
Para comprar, contemplar, degustar... El Mercado Municipal de S?o Paulo tiene tanto colorido como truculentas an¨¦cdotas para contar. Para empezar, fue confiscado como polvor¨ªn cuando estall¨® la Revoluci¨®n del 1932, a?o de su inauguraci¨®n. Restituida su condici¨®n natural, el mercado respond¨ªa a las necesidades (y deseos de lucimiento) de una ciudad de fulgurante crecimiento. A orillas del r¨ªo Tamanduate¨ª, que garantiz¨® abastecimientos de calidad, sus diferentes reformas han culminado en un espacio luminoso y animado donde descubrir frutas tropicales, tomarse una vitamina (zumo batido con leche) y no resistir la tentaci¨®n de un contundente bocadillo de mortadela en el Bar do Man¨¦.
07 Hormig¨®n en S
Sinuoso y elegante, el edificio Cop¨¢n es un s¨ªmbolo de la arquitectura moderna brasile?a. Ideado a lo grande para celebrar el cuarto centenario de la ciudad -incluso para hacer sombra al Rockefeller Center-, fue inaugurado en 1966. Su curvil¨ªnea geometr¨ªa, que identifica a su creador ?scar Niemeyer, impresiona al transe¨²nte desde abajo y ocupa un destacado lugar en el ca¨®tico skyline de S?o Paulo. En pleno coraz¨®n de la ciudad, el Cop¨¢n tiene de todo: m¨¢s de mil viviendas, 72 tiendas y hasta un cine, ocupado por una iglesia evang¨¦lica.
08 Paradigma vertical
El paisaje de S?o Paulo muta radicalmente a mediados del siglo pasado: de ciudad pasa a metr¨®poli. Al suprimirse la altura m¨¢xima permitida, el perfil urbano se dispar¨® hacia el cielo y se pobl¨® de rascacielos. Se sigui¨® un "paradigma de verticalidad americano", sentencian algunos autores, pero en versi¨®n m¨¢s ca¨®tica y decadente. El resultado es digno de contemplaci¨®n tanto de d¨ªa como de noche. Una buena panor¨¢mica diurna la ofrece el Edificio Banespa (Jo?o Br¨ªcola, 24 - Metro S?o Bento). Con nocturnidad hay que asomarse desde el cl¨¢sico restaurante Terra?o Italia (¨²ltimo piso del edificio Italia, junto al Copan). Una vista de 360 grados y una de las m¨¢s completas cartas de vino de S?o Paulo.
09 Parque Ibirapuera
La sinton¨ªa de esta ciudad con Manhattan va m¨¢s all¨¢ de la densidad de rascacielos: S?o Paulo tiene su propio Central Park. Alejado del centro, el Parque Ibirapuera brinda un perfecto escenario para el jogging urbanita de fin de semana y una vista muy neoyorquina de su skyline. Adem¨¢s, cuenta con atractivos reclamos culturales: desde el Museo de Arte Moderno (www.mam.org.br) al flamante Auditorio Niemeyer (www.auditorioibirapuera.com.br). Su llamativo tri¨¢ngulo blanco de hormig¨®n con rojiza marquesina a la entrada, reserva un vest¨ªbulo de escalinata inconfundible.
10 'Jogo bonito' con caipirinha
La noche de S?o Paulo es infinita, requiere priorizar. Un cl¨¢sico entre cl¨¢sicos es el Bar Brahma (www.barbrahmasp.com), en pleno centro de la ciudad. Una propuesta m¨¢s actual es la terraza del hotel Unique (www.hotelunique.com.br), en Jardim Paulista. Copas con glamour, piscina y vistas de S?o Paulo iluminado. Por ¨²ltimo, Vila Madalena propone una zona tranquila de variada oferta, entre la que destaca el bar S?o Crist¨®v?o (Rua Aspicuelta, 533), templo del jogo bonito. Camisetas, viejas fotograf¨ªas, bufandas y toda clase de iconos futboleros que se puedan imaginar. Para quienes no amen el deporte rey, la carta de cacha?as no es nada desde?able y las caipirinhas de campeonato. Antes se puede picar algo en Salve Jorge Vila (R. Aspicuelta, 544).
GU?A
Dormir
- Hotel Emiliano (Oscar Freire, 384) - www.emiliano.com.br
- Hotel Fasano (Vittorio Fasano, 88) - www.fasano.com.br
Comer
- Frevo (Oscar Freire, 603). Obligatorio pedir un beirut y un rabo de peixe (cerveza de barril).
Comprar
- Melissa. (Oscar Freire, 827) - www.melissa.com.br. La Galer¨ªa Melissa ampl¨ªa hasta lo inimaginable el concepto de una tienda de zapatos. Un referente imprescindible en Oscar Freire, ¨¢rea de compras y tendencias de S?o Paulo.
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