De La Latina a la Malvarrosa

Con el fr¨ªo y los abrigos puestos entra antojo de platos contundentes y de cuchara, que, a su vez, por su firmeza son la tarjeta de presentaci¨®n hacia un paseo, relajado y reconfortante. Nada mejor que una escapada a Madrid para saborear un buen cocido y, plantarse en hora y media en Valencia para realizar una agradable ruta entre la historia y el mar.

Antojo de cocido madrile?o

Los tradicionales y m¨¢s conocidos lugares para degustar un buen cocido madrile?o, se remontan al siglo XIX, son Lhardy , en la Carrera de San Jer¨®nimo, 8, precio de 35,50 euros en la carta; y el restaurante La Bola , en el n¨²mero 5 de la calle del mismo nombre (en este ¨²ltimo hay dos turnos, a las 13:30 y las 15, aunque el segundo es m¨¢s bien orientativo ya que se espera a que el primero finalice). De las primeras d¨¦cadas del siglo XX se remonta otro restaurante emblem¨¢tico en cuanto a cocidos, entre otras delicias de cocina tradicional: Casa Ciriaco, en la calle Mayor, n¨²mero 84.

Existen otras opciones, m¨¢s populares e igual de sabrosas, que agradar¨¢n al m¨¢s ¨¢vido comensal. El restaurante Casa Carola , calle Padilla, 54, lleva m¨¢s de diez a?os ofreciendo como especialidad el completo cocido madrile?o de tres vuelcos. En su men¨² de 29 euros ofrecen un aperitivo de croquetas de cocido, una completa fuente al centro, sin l¨ªmites, para servirse del plato estrella (sopa de fideos, carnes, verduras y los garbanzos), adem¨¢s de un acompa?amiento de cebolletas y langostinos, postre, caf¨¦ y, copita de licor digestivo, muy de agradecer. Otro sorprendente y genuino lugar para aplacar el gusto por este plato de invierno es Casa Nieva, calle Toledo, 70, en el barrio de La Latina, restaurante con una amplia y variada carta de cocina tradicional cuya especialidad es el cocido. En la primera planta, la baja est¨¢ reservada al bullicioso bar, uno se siente como en casa, mesas peque?as pero muy acogedoras y ambiente familiar. El cocido cuesta 16 euros en la carta. Se recomienda reservar, telf. 91 365 11 81, sobre todo si se va un domingo ya que los hambrientos transe¨²ntes del Rastro suelen parar aqu¨ª para su avituallamiento.

Paseo rom¨¢ntico a ritmo de Jazz

Dentro del Barrio del Carmen, en pleno centro del Casco Viejo, se encuentran las Torres de Quart (cruce de la calle Guill¨¦n de Castro con la calle Quart) una de las dos entradas a la muralla medieval. Puede que sea la menos conocida pero tras su rehabilitaci¨®n se mantuvieron los huecos que produjeron las bombas de la Guerra Civil. Merece la pena atravesar sus puertas y seguir caminando hacia la Plaza del Tossal, donde la Galer¨ªa del mismo nombre preserva restos de la muralla. Ya en la calle Caballeros, puede hacerse un alto en el n¨²mero 31 para entrar en el Teatro Talia, antigua sala de la Casa de los Obreros San Vicente Ferrer (http://www.casadelosobreros.es/ ), antes de continuar hacia el Palacio de la Generalitat, el de Batlia y el del Marqu¨¦s de la Scala.

Para dar un largo paseo, el antiguo cauce del r¨ªo Turia fue convertido en jardines. Cruza la ciudad y fue dividido en cinco tramos diferentes en los que se combina naturaleza y diversi¨®n. Pero si lo que uno quiere es evadirse y relajarse, el Jard¨ªn de Monforte (Plaza de la Legi¨®n Espa?ola) es una peque?a joyita. Se trata de un jard¨ªn rom¨¢ntico en el que abundan los estanques y las estatuas de m¨¢rmol.

En el puerto mar¨ªtimo a¨²n pueden apreciarse los vestigios de la American's Cup. Desde all¨ª se inicia el Paseo Mar¨ªtimo que recorre las playas de Las Arenas y La Malvarrosa. El viajero que prefiera descansar puede hacerlo en el Caf¨¦-bar Vivir sin dormir (Paseo Neptuno, 42 ), un cl¨¢sico valenciano para tomar o comer algo a ritmo de jazz.