Valencia para los sentidos

Cuando experimentamos la novedad de lo desconocido nos anclamos intensamente en el instante que vivimos. Por eso engancha viajar: nos permite estar en el presente, el ¨²nico lugar que existe. Aprovechemos el viaje para conectarnos a lo que la corriente de meditaci¨®n del mindfulness define como atenci¨®n plena: vivir el aqu¨ª y el ahora. El pasado pas¨® y el futuro est¨¢ por llegar.

Viajemos a Valencia. All¨ª el cielo siempre nos recibe de azul y el sol calienta a rabiar incluso en invierno. Visitemos seis lugares excepcionales, algunos de ellos poco conocidos, para experimentar la vida-viaje. Afinemos los sentidos: lo que oigo, lo que veo, lo que toco, lo que siento. Conectemos con nuestro ni?o interior y empecemos a caminar. Se puede viajar a muchos sitios, pero sin duda el viaje m¨¢s fascinante es hacia uno mismo.

01 La torre

Subir los 207 escalones que separan de la tierra la cima del campanario de la catedral de Valencia acelera el coraz¨®n. El querido Micalet tiene 51 metros de altura. Note las sensaciones internas y t¨®mese el tiempo que necesita. No hay prisa. Los ocres de los tejados de Ciutat Vella, los ¨¢ticos soleados y sus macetas, la Valencia monumental seguir¨¢n esper¨¢ndole, no importa lo que tarde en subir. Contacte con la historia de cada escal¨®n, con cada inspiraci¨®n, y se sentir¨¢ centrado cuando llegue a su destino. La ascensi¨®n en espiral por la torre es una met¨¢fora de la b¨²squeda existencial. Peque?os huecos al exterior iluminan los escalones y son aperitivos de lo que luego nos espera en la cubierta. Disfrute del contraste entre la oscuridad del interior y la luminosidad de la cima. Desde las alturas se ve m¨¢s y mejor.

02 La estaci¨®n y el viaje

Entramos por una de las 11 puertas de la Estaci¨®n del Norte de Valencia y el tiempo se detiene. El espacio principal es longitudinal en el sentido de las v¨ªas y te catapulta a la luz. Despu¨¦s de contemplar los s¨ªmbolos de la abundancia valenciana, las naranjas y las falleras en los techos de azulejo y trencad¨ªs del hall de este fascinante edificio de estilo modernista, vale la pena sentarse frente a los trenes. Los tres relojes de la estaci¨®n podr¨ªan haberse parado, las m¨¢quinas rugen, el suelo tiembla, los viajeros pasean sus maletas y una voz te advierte cada cierto tiempo de un posible destino. Pleasent journey. El viaje, o es agradable o no es viaje.

Estaci¨®n del Norte. X¨¤tiva, 24

03 Deriva en el jard¨ªn

Con m¨¢s de 200 a?os, el Jard¨ªn Bot¨¢nico de Valencia es un espacio vivo de investigaci¨®n y divulgaci¨®n de la bot¨¢nica de la Universidad de Valencia. Re¨²ne 4.500 especies vegetales y los ¨¢rboles m¨¢s significativos de la Tierra. Sus caminos nos permiten practicar la deriva, un concepto desarrollado por el franc¨¦s Guy Debord que nos invita a encontrar nuestro propio camino guiados ¨²nicamente por lo que sentimos en el momento presente. Las sombras amarillas de este jard¨ªn m¨¢gico invitan a afinar los sentidos: las texturas de los ¨¢rboles, el aroma h¨²medo de la tierra y las plantas medicinales, los gritos de las cotorras, la ca¨ªda de las semillas.

Jard¨ªn Bot¨¢nico. Quart, 80

04 El ba?o y el olvido

El ba?o en agua caliente es relajante y reconfortante. Si adem¨¢s contiene sales mineromedicinales como es el caso del balneario urbano de La Alameda, el beneficio es doble para la piel y el sistema respiratorio. Este centro termal se ubica en el edificio hist¨®rico de la antigua Casa de Lactancia, construido con motivo de la Exposici¨®n Regional Valenciana de 1909. La piscina activa es econ¨®micamente accesible y en muchas ocasiones ofrecen descuentos. Sum¨¦rjase y olv¨ªdese de todo, contacte con sus sensaciones y deje que sus m¨²sculos y ¨®rganos internos se relajen bajo la presi¨®n del agua.

Balneario La Alameda. Amadeu de Savoia, 14

05 El Trinquete

El Trinquete de Pelayo es la catedral de la pelota valenciana, el deporte aut¨®ctono de la comunidad, y como todo templo invita a la meditaci¨®n, a seguir el recorrido de la peque?a pelota de cuero y el ir y venir de los pilotaris (jugadores). Este espacio singular de 58 metros de longitud por 11 metros de anchura se inaugur¨® en 1868 en tierra de huerta y su relevancia lleg¨® a ser tal para los valencianos que las calles de los alrededores se construyeron respet¨¢ndolo. Ubicado en pleno centro, junto a la Estaci¨®n del Norte, el Trinquete es un lugar desconocido para muchos valencianos. La pelota cuenta con numerosos aficionados y en sus gradas llega a reunir a 800 de ellos, una experiencia que no se puede vivir en otro lugar.

Trinquete de Pelayo. Pelayo, 6

6 El puerto y el mar

El espig¨®n de la Marina Real ofrece un paseo ideal poco frecuentado y preciosas vistas de las playas de las Arenas, de la Malvarrosa y de Patacona. Valencia es una tierra afortunada de mar y monta?a: la costa se prolonga y concluye en el horizonte con la sierra Calderona y el Puerto de Sagunto.p

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