Oda a la pizza napolitana
El plato m¨¢s famoso de N¨¢poles aspira a ser declarado patrimonio mundial. Una ruta por pizzer¨ªas, museos y tiendas. Y una escapada fabulosa a Pompeya
N¨¢poles es uno de los destinos m¨¢s atractivos de Europa. En la regi¨®n de Campania, con su cerca de un mill¨®n de habitantes (alrededor de tres millones el ¨¢rea metropolitana), re¨²ne todo lo que un viajero pueda desear. Arte en cualquier frente, comercios asequibles y muy alejados de los parques tem¨¢ticos de la moda tan al uso, y una oferta gastron¨®mica insuperable, con la pizza napolitana como protagonista ahora que m¨¢s de 850.000 firmas han llevado al Gobierno a solicitar a la Unesco que declare su elaboraci¨®n como patrimonio inmaterial de la humanidad (el a?o pr¨®ximo se decidir¨¢ en Par¨ªs entre esta y otras candidaturas). De propina, y sin caer en clich¨¦s, la ciudad no rozar¨ªa la perfecci¨®n sin el car¨¢cter franco, cari?oso y simp¨¢tico de los napolitanos.
9.00 Un lupanar de ¨¦poca romana
A Pompeya (1, pinche sobre el n¨²mero para ver el mapa ampliado) se puede ir en tren o en autob¨²s. Se encuentra a unos 20 kil¨®metros. Pero si no se dispone de coche, lo mejor es sumarse a cualquier excursi¨®n de las muchas que se organizan desde los hoteles por 50 euros y cuatro horas de recorrido con gu¨ªa. Pompeya, junto a Herculano (2), fue sepultada por la lava del Vesubio el 24 de agosto del a?o 79. Vivi¨® oculta bajo las cenizas hasta 1748, cuando se produjo la primera exploraci¨®n cient¨ªfica con Carlos?III y se descubri¨® que la fuerza de la naturaleza hab¨ªa acabado en unos momentos con una de las ciudades m¨¢s bellas, poderosas y desarrolladas de Europa (lleg¨® a tener 15.000 habitantes).
Las calles, de anchura irregular (entre 7 y 2,5 metros), est¨¢n empedradas con grandes bloques de piedra volc¨¢nica. La Via de la Abundancia (600 metros de largo) atraviesa la zona noble de una ciudad que contaba con fabulosas villas decoradas con jardines y frescos bell¨ªsimos y un lupanar perfectamente organizado.
14.00 La Via Toledo y su estaci¨®n de metro
Tiene 1,2 kil¨®metros de largo y est¨¢ repleta de tiendas, tentadoras pasteler¨ªas, palacios (casi todos en proceso de restauraci¨®n) y exquisitas y muy asequibles pizzer¨ªas. Es la Via Toledo napolitana. Nos detenemos en el palacio Zevallos Stigliano (3) (www.gallerieditalia.com), en el n¨²mero 185, para empezar a disfrutar de las espl¨¦ndidas colecciones art¨ªsticas que guarda la ciudad (aqu¨ª se encuentra el cuadro de 1610 El martirio de santa ?rsula, de Michelangelo Merisi da Caravaggio). Y luego, una bajada al metro. Cada estaci¨®n fue encargada a un artista y la de Toledo fue dise?ada por ?scar Tusquets, que recre¨® paisajes marinos y atm¨®sferas crom¨¢ticas azuladas en colaboraci¨®n con el director esc¨¦nico y artista visual Robert Wilson. Merece la pena.
Volvemos a la superficie y enseguida llegamos a la imponente plaza del Plebiscito: 25.000 metros cuadrados con acceso al Palacio Real, la bas¨ªlica de San Francisco de Paula (4), el palacio de la Prefectura y el palacio Salerno. Al fondo, la espectacular bah¨ªa de N¨¢poles. En el Gran Caff¨¨ Gambrinus (5) (Via Chiaia, 1/2) tomamos un capuchino con una porci¨®n de tarta o cualquiera de los dulces locales, como los cannoli, conocidos en todo el mundo gracias a Francis Ford Coppola en El Padrino. Y si queremos comer pizza napolitana, nos dirigimos ya a alguno de estos tres famosos establecimientos: la Antica Pizzeria Port¡¯Alba (6) (Via Port¡¯Alba, 18); la pizzer¨ªa Gino Sorbillo (7) (Via dei Tribunali, 32), o la pizzer¨ªa Lombardi a Santa Chiara (8) (Via Benedetto Croce, 59). Comemos una margarita (con tomate, aceite de oliva, mozzarella o flor de leche, albahaca y queso rallado), una de las dos variantes originales (la otra es la marinera, con tomate, aceite de oliva, or¨¦gano y ajo). Rematamos el paseo en el teatro de ¨®pera San Carlos (9) (www.teatrosancarlo.it), de 1737, orgullo de los napolitanos por su belleza y por su historia (a ¨¦l estuvieron vinculados Rossini, Donizetti y Verdi).
15.30 Alejandro Magno en plena batalla contra Dar¨ªo
El Palazzo degli Studi (Piazza Museo), en pleno centro hist¨®rico, alberga el Museo Arqueol¨®gico Nacional (10) (cir.campania.beniculturali.it), con tesoros art¨ªsticos encontrados en las villas y edificios oficiales de Pompeya y Herculano. La espl¨¦ndida colecci¨®n de mosaicos (el de Issos, por ejemplo, donde aparece Alejandro Magno en plena batalla contra Dar¨ªo) y los frescos de alto voltaje er¨®tico procedentes del lupanar pompeyano son espectaculares. Lo mismo ocurre con las esculturas ornamentales o los ajuares de plata. En la planta principal se expone la colecci¨®n Farnesio, donada a la ciudad por Carlos III. Sus dos principales tesoros son el grupo escult¨®rico El toro Farnesio y el H¨¦rcules Farnesio, ambos procedentes de las termas de Caracalla. Tras la visita al museo nos dirigimos a la capilla de Sansevero (11) (Via Francesco de Sanctis, 19/21), donde se exhibe la m¨¢s famosa escultura de N¨¢poles, el muy barroco Cristo velado de Giuseppe Sanmartino, de 1753.
Otros museos que no pueden pasarse por alto en la ciudad son el de Capodimonte (12) (Via Miano, 2; www.museocapodimonte.beniculturali.it) y el de Arte Contempor¨¢neo (13), tambi¨¦n conocido como Madre (Via Settembrini, 79; www.madrenapoli.it), que presenta en su antesala hasta el 4 de julio una gran y colorida instalaci¨®n del artista franc¨¦s Daniel Buren. Y visitamos tambi¨¦n una galer¨ªa de arte, Studio Trisorio (14) (Riviera di Chiaia, 215, www.studiotrisorio.com), con una muestra dedicada a Carlo Alfano.
19.00 Un ¡®caravaggio¡¯ magistral
Las iglesias salen al paso por todo el recorrido de la ciudad vieja. Indispensable el cuadro de Caravaggio Siete obras de misericordia, de 1606, obra maestra de composici¨®n complej¨ªsima que se encuentra en el Pio Monte della Misericordia (15) (Via dei Tribunali, 253). Otra parada es la catedral, el Duomo (16) napolitano, para contemplar al patr¨®n de la ciudad: san Genaro. Dicen que su busto de plata contiene los huesos del cr¨¢neo y ah¨ª se custodian las dos famosas ampollas de cristal con su sangre que se lic¨²a tres veces al a?o.
20.30 El barrio de los belenes
Spaccanapoli es la barriada (17) m¨¢s antigua de la ciudad. De estructura laber¨ªntica, permite contemplar c¨®mo viven y se relacionan los napolitanos entre s¨ª, y c¨®mo les gusta la charla en plena calle. Como en toda la ciudad, ni coches ni motos respetan como debieran las se?ales o pasos de peatones. En esta misma zona se encuentra la preciosa plaza Bellini, o San Gregorio Armeno, la calle ocupada por los artesanos dedicados a la construcci¨®n de belenes desde el siglo XIV y que se transmiten los conocimientos por v¨ªa familiar. Cada a?o incorporan nuevas figuras ajenas a la tradici¨®n. Pueden ser pol¨ªticos, artistas, superh¨¦roes¡
21.30 Cena en una ¡®trattoria¡¯
A la hora de la cena, abundan restaurantes y trattorias buenos y baratos. En muchos locales, el cliente escoge el pescado o la carne que desea y ordena el modo en que quiere que sea cocinado. Pero estamos en N¨¢poles y ser¨ªa un pecado renunciar a la pasta. Dos recomendaciones: el restaurante Alberto (18) (Via del Carretto, 22) y Regina Margherita (19) (Partenope, 22). Extraordinarios.
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