¡®Boat trip¡¯ en Sud¨¢frica
Playas de dunas, bosques selv¨¢ticos y cruceros fluviales en la Garden Route, en la costa sur del pa¨ªs
La Garden Route (Ruta Jard¨ªn o Ruta Verde, en espa?ol) es una de las joyas tur¨ªsticas de Sud¨¢frica y recorre la costa sur del pa¨ªs entre la localidad de Mossel Bay, al oeste, y el estuario del r¨ªo Storm, al este. La carretera N2 conecta los m¨¢s de 200 kil¨®metros que separan ambos extremos, durante los que se suceden extensas playas de dunas y arena fina, estuarios, lagunas y monta?as cubiertas por un denso bosque que m¨¢s parece una selva. Aunque gran parte de la masa forestal aut¨®ctona ha sido sustituida por plantaciones de pinos y de eucaliptos para abastecer a la industria maderera, el Parque Nacional Garden Route conserva parte del bosque original.
Al estar ba?ada por el oc¨¦ano ?ndico pero muy pr¨®xima al Atl¨¢ntico Sur, la Ruta Jard¨ªn se caracteriza por tener uno de los climas m¨¢s agradables del mundo, con chaparrones a la ca¨ªda de la tarde o durante la noche y temperaturas que nunca bajan de los 10 grados en invierno ni superan los 30 en verano. De hecho, seg¨²n los expertos, es la segunda zona m¨¢s templada del planeta, solo por detr¨¢s de las islas Hawai, y desde la primavera hasta bien entrado el oto?o es perfecta para realizar actividades al aire libre como traves¨ªas en kayak, buceo, senderismo, ciclismo, surf e incluso puenting.
Mossel Bay
El recorrido comienza en Mossel Bay, a unos 300 kil¨®metros de Ciudad del Cabo. Pueblo muy popular entre los sudafricanos, aunque no tiene gran atractivo tur¨ªstico s¨ª cuenta con cierto inter¨¦s hist¨®rico: en el museo Bartolomeu Dias se puede contemplar una r¨¦plica exacta de la embarcaci¨®n con la que este intr¨¦pido navegante portugu¨¦s alcanz¨® estas costas en 1498, tras doblar el Cabo de Buena Esperanza. Con el aumento de las expediciones hacia India y el lejano Oriente, este punto se volvi¨® muy popular entre los marinos que paraban aqu¨ª para retomar fuerzas tras superar el Cabo y recargar las despensas de sus nav¨ªos con alimentos frescos y agua. Existen registros que demuestran que desde el a?o 1501 los marineros que atracaban aqu¨ª en su periplo hacia India dejaban sus cartas en un zapato bajo un ¨¢rbol, que otros navegantes a su vez llevar¨ªan de vuelta a Europa. Dentro del complejo del museo se puede ver aquel viejo ¨¢rbol-buz¨®n, bajo el que se construy¨® un zapato de piedra.
Wilderness
Esta peque?a localidad se encuentra rodeada de monta?as tapizadas de bosque entre las que discurre el canal natural Serpentine, que conecta las lagunas con el estuario y el mar. Un para¨ªso para surfistas gracias a sus extens¨ªsimas playas y grandes olas, menos recomendadas para el ba?o (incluso pueden resultar peligrosas). La alternativa, especialmente para amantes de las caminatas, es su amplia oferta senderista, con excursiones de un d¨ªa como el Brown Hooded Kingfisher Trail, el Biking Hiking trail o el Canoe and Hiking trail. Aqu¨ª arranca adem¨¢s un m¨ªtico trekking de largo recorrido, el Outeniqua Trail, que llega hasta las cercan¨ªas de Plettenberg Bay y para el que son necesarios unos siete d¨ªas de caminata.
Knysna
Este precioso pueblo parece sacado de un cuento: est¨¢ situado a orillas de una laguna interior que conecta con el mar por un estrecho canal entre los acantilados de Knysna Heads, que se puede recorrer en tours guiados a bordo de un ferri. Eso s¨ª, la arquitectura de sus casas de madera y su puerto deportivo recuerdan m¨¢s a los centros tur¨ªsticos de comienzos del siglo XX de la costa este americana que al continente africano.
Knysna tambi¨¦n es famoso por sus m¨ªticos y escurridizos elefantes. Hasta principios del siglo XX, aproximadamente, unos mil ejemplares poblaron los bosques circundantes, pero con la llegada de los colonos europeos y la tala indiscriminada de ¨¢rboles pr¨¢cticamente desaparecieron. Afortunadamente, investigaciones recientes han demostrado que a¨²n sobreviven cinco ejemplares y, aunque nadie ha logrado localizarlos, ser¨ªan los ¨²nicos ejemplares que viven en absoluta libertad en Sud¨¢frica, fuera de los l¨ªmites de cualquier reserva o parque nacional.
Plettenberg Bay
La localidad m¨¢s exclusiva de la Ruta Jard¨ªn es un destino habitual para las familias de Johannesburgo. Las espectaculares playas de Robberg, Central Beach y Look Out son su principal reclamo tur¨ªstico, aunque a pocos kil¨®metros las aguas del r¨ªo Keurbooms invitan a practicar deportes acu¨¢ticos.
Dos empresas ofrecen recorridos en barco desde la desembocadura hasta unos cinco kil¨®metros aguas arriba, a lo largo de los cuales se puede saltar entre las rocas, ba?arse y tomar el sol en peque?as playas fluviales o disfrutar de un picnic en las estribaciones del bosque, en zonas espec¨ªficamente habilitadas para ello.
Parque Nacional Garden Route y Tsitsikamma
El parque tiene varias secciones e incluye zonas costeras y de monta?a. Sin duda alguna la m¨¢s espectacular es Tsitsikamma, de 68 kil¨®metros de longitud, pues se adentra otros cinco en el mar, generando as¨ª una peque?a reserva marina que protege su rica fauna acu¨¢tica.
Existen dos rutas muy conocidas para senderistas: la Ruta de las Nutrias (cinco d¨ªas de recorrido a lo largo de la costa) y la ruta Tsitsikamma, tambi¨¦n de cinco d¨ªas de duraci¨®n, pero esta vez a trav¨¦s de las monta?as del interior del parque. Sin duda, la boca del r¨ªo Storm y sus puentes en suspensi¨®n son los puntos m¨¢s fascinantes (y m¨¢s fotografiados) de la caminata.
Santuarios de animales
Alrededor de Knysna y de Plettenberg existen varias reservas privadas de animales y algunas de ellas se han convertido en parada obligatoria dentro de la Garden Route. EL primero de ellos, el santuario de elefantes de Knysna, acoge a ejemplares rescatados de zoos de todo el mundo o provenientes de reservas privadas que los han donado. Por algo m¨¢s de 15 euros es posible visitar el parque y alimentar a los elefantes que, acostumbrados a la presencia humana, suelen acercarse sin miedo a los turistas para obtener su raci¨®n de comida. Algunos ejemplares vivir¨¢n all¨ª para siempre, mientras que est¨¢ previsto que otros sean trasladados a otras reservas y parques nacionales.
Monkeyland da cabida a diferentes especies de monos provenientes de zoos o, incluso, de domicilios particulares: han sido donados por personas que los compraron como mascotas pero que al crecer, no saben qu¨¦ hacer con ellos. Muy cerca se encuentra la reserva Birds of Eden, que recuerda a Jurassic Park, con aves ex¨®ticas llenas de color, mientras que en Jukani es posible contemplar tigres, panteras, leones o jaguares. Algunos de ellos han sido donados por zool¨®gicos y otros han sido rescatados de reservas que ofrecen caza enlatada a turistas, una pr¨¢ctica legal, desgraciadamente.
Para culminar el recorrido de la Ruta Jard¨ªn se puede cruzar el puente sobre el r¨ªo Bloukrans, que har¨¢ las delicias de los amantes de las emociones fuertes: es el salto de puenting comercial m¨¢s alto del mundo, con 216 metros de ca¨ªda libre.
M¨¢s propuestas para un viaje a Sud¨¢frica pinchando aqu¨ª
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