Un barrio sorpresa en Copenhague

La comercial calle de ?sterbrogade, que atraviesa gran parte de ?sterbro, nace en la plazuela de Lille Triangel, donde se encuentra uno de los mejores caf¨¦s del barrio, y de Copenhague: Dag H. Con una bonita vista sobre Sortedam S?, uno de los tres lagos artificiales de la capital danesa, este agradable local rinde homenaje a Dag Hammarskj?ld, el antiguo secretario general de la ONU (1953-1961), quien tambi¨¦n da nombre al paseo que conecta la plazoleta con la estaci¨®n de trenes de ?sterport. Junto al Dag H dos tiendas captan la atenci¨®n de los paseantes: Moshi Moshi Mind, cuyo concepto abarca desde art¨ªculos de belleza a ropa para actividades de relajaci¨®n, y Samarkand, un templo de sombreros para el invierno elaborados, en vivos colores, por su propietaria, Jane Eberlein.

Tiendas curiosas, agradables caf¨¦s, parques, bulevares y mucha tranquilidad definen el perfil de ?sterbro, que invita a disfrutar de un buen paseo sin rumbo determinado ni miedo a perderse.

Encrucijada en Triangel

Caminando hacia el norte por ?sterbrogade alcanzamos el coraz¨®n del barrio, la plaza Triangel. Justo antes, la peque?a calle Rosenv?ngets All¨¦ acoge varias tiendas de moda y el curioso y popular restaurante Gourmandiet: carnicer¨ªa de d¨ªa y restaurante con deliciosos platos de carne ecol¨®gica y ambiente acogedor de noche. M¨¢s all¨¢, en direcci¨®n al mar, se encuentra Rosenv?nget, el barrio residencial m¨¢s antiguo de Copenhague, de 1857, con espl¨¦ndidas quintas.

Desde la encrucijada de Triangel, la animada calle de Nordre Frihavnsgade sorprende con su oferta de caf¨¦s y peque?os restaurantes a precios razonables. Como Hos Fischer, en la plaza de Victor Borges, donde probar la pasta m¨¢s italiana de Copenhague, o Jean Claude, especializado en cocina francesa. Si desde Triangel preferimos continuar hacia el norte, conviene detenerse en la plaza de Santiago (Sankt Jakobs Plads); frente a la iglesia de Sankt Jakob el restaurante franc¨¦s Le Saint Jaques y el brunch del caf¨¦ Ph?nix merecen un alto.

Barrio diurno, pistas nocturnas

?sterbro es un barrio diurno, bastante tranquilo, sin la animada vida nocturna de los barrios vecinos N?rrebro y Vesterbro. Pero en el n¨²mero 14 de ?rhusgade, otra bocacalle (hacia el norte) de la avenida ?sterbrogade, est¨¢ la cocteler¨ªa Kitjn. El nombre deriva de citchen (cocina) y, de hecho, todo el dise?o del local hace referencia a una cocina ya que, seg¨²n el due?o, en las mejores fiestas los invitados suele terminar siempre en la cocina. Antes de la primera copa podemos cenar en Alchemist, restaurante ubicado en la misma calle. No es barato (el men¨² consiste de 45 platos y cuesta unos 225 euros), pero alimenta la escasa vida nocturna de ?sterbro: los clientes, sentados en una mesa con forma de herradura frente a la cocina, pueden alargar sin prisas la velada disfrutando de una gastronom¨ªa extraordinaria durante gran parte de la noche. La alternativa econ¨®mica sin cambiar de calle la proporciona el restaurante Co-ma, con platos caseros a precios asequibles.

Muy cerca de ?rhusgade est¨¢ la plaza Bopa, cuyo nombre recuerda a un grupo de sabotaje que conspir¨® contra los nazis durante la ocupaci¨®n alemana entre 1940 y 1945. En primavera y verano este rinc¨®n del barrio, de ambiente casi pueblerino, se llena de gente en torno a los caf¨¦s Pixie y Bopa.

Un ¡®selfie¡¯ con la Sirenita

?sterbro cuenta con diversos recorridos tur¨ªsticos para pedalear. Podemos llegar en bici hasta Langelinie, el paseo mar¨ªtimo, donde se encuentra la atracci¨®n m¨¢s c¨¦lebre de Copenhague, la Sirenita, siempre rodeada de turistas con sus c¨¢maras. Muy cerca de la estatua est¨¢ Langelinie Pavillonen, un restaurante con tintes hist¨®ricos: abri¨® sus puertas en 1902, fue bombardeado por los alemanes en 1944 y despu¨¦s de la guerra, en 1954, fue reconstruido en un estilo m¨¢s funcionalista (actualmente suele acoger bodas y fiestas privadas).

De paseo por el puerto, entre muelles para grandes cruceros y algunos edificios notables ¨Ccomo la iglesia anglicana de St. Alaban, de estilo g¨®tico, al museo Frihedsmuseet, dedicado a la ocupaci¨®n nazi y la resistencia danesa¨C, llegaremos hasta el Kastellet, una hist¨®rica fortaleza de 1662 cuyos edificios tienen hoy uso militar, pero que merece la pena visitar por las hermosas zonas verdes que la rodean.

Y hablando de parques, el m¨¢s grande de ?sterbro es F?lledparken, con grandes explanadas verdes para pasear y disfrutar de un d¨ªa con sol. Enfrente se encuentran dos referentes nacionales: el estadio de f¨²tbol m¨¢s grande de Dinamarca, Parken, y uno de los mejores restaurantes del mundo, Geranium, con tres estrellas Michelin.