Getxo, la buena vida junto a la r¨ªa
Paseos por la playa de Barinatxe y por los acantilados en La Galea. Surf, arquitectura burguesa en Neguri, jazz a finales de junio y una cultura gastron¨®mica sobresaliente a un paso de Bilbao
Getxo es un municipio que no tiene un centro ¨²nico, en realidad son tres n¨²cleos urbanos. El m¨¢s poblado, Algorta, un peque?o pueblo de pescadores a principios de XIX, con su Puerto Viejo. Neguri, donde, con la industrializaci¨®n, las grandes fortunas industriales y financieras abandonan Bilbao en busca de zonas m¨¢s residenciales y se instalan aqu¨ª en sus palacetes y casonas. Y Las Arenas, paralelo a las playas, donde, imitando ese ¨¦xodo, se establecen las clases acomodadas emergentes de los a?os sesenta (tambi¨¦n en Algorta) multiplicando considerablemente su n¨²mero de habitantes. Estas tres poblaciones junto a los barrios de Romo y Santa Mar¨ªa de Getxo (el origen de todo) suman 80.000 habitantes y conforman la margen derecha, llamada as¨ª por estar a la derecha de la r¨ªa del Nervi¨®n, que marca la l¨ªnea divisoria (f¨ªsica, pero tambi¨¦n econ¨®mica; la otra es la margen izquierda) de las dos orillas unidas por el puente Colgante. Para llegar desde Bilbao, a 14 kil¨®metros, la opci¨®n m¨¢s pr¨¢ctica es el espectacular metro de Norman Foster (parada de Areeta). En el camino, merece la pena detenerse en la estaci¨®n de Sarriko, excavada por completo durante su construcci¨®n e iluminada con luz natural cenital: uno de los espacios m¨¢s refinados de toda la arquitectura de Norman Foster.
10.00 Puente colgante y elegante
La mejor manera de iniciar el recorrido es situarse en el m¨¢s famoso edificio antes del Guggenheim: el puente Colgante (1) o puente de Bizkaia, en Las Arenas. Este magn¨ªfico ejemplo de arquitectura de hierro, herencia de la revoluci¨®n industrial y declarado patrimonio mundial, y en activo, fue el primer transbordador del mundo con estructura met¨¢lica. Coet¨¢neo de la Torre Eiffel, con la que se le encuentran similitudes, se levant¨® como soluci¨®n para unir peatonalmente las dos m¨¢rgenes sin interrumpir el tr¨¢fico mar¨ªtimo. Merece la pena subir a la pasarela para contemplar la espectacular panor¨¢mica de la bah¨ªa de El Abra y la Margen Izquierda (la antigua zona obrera), ejemplo de arquitectura industrial por su pasado de fundiciones y astilleros (que explican la historia de Bizkaia), y volver en la barquilla sostenida por cables. Si despu¨¦s de esta experiencia necesita un poco de glucosa, nada como acercarse en Las Arenas a la pasteler¨ªa Zuricalday (2) (Andr¨¦s Larrazabal, 3) y zamparse un bollo de mantequilla, t¨ªpico de Bilbao, que compite en fama con el Athletic. Y aunque a¨²n no sea hora de comer, por si acaso, en este per¨ªmetro est¨¢ uno de los mejores restaurantes de nuevo cu?o de Getxo, Sukam (3) (plaza de Zubiko), regentado por el joven ?lvaro Mart¨ªnez, formado, entre otros, con Arzak.
11.00 Caser¨ªo y palacetes
El paseo de tamarindos que discurre paralelo a la desembocadura de la r¨ªa empieza junto a la peque?a y recoleta playa de Las Arenas (4), por el Muelle de Churruca. Este ingeniero, de nombre Evaristo, construy¨® el puerto de Bilbao y la canalizaci¨®n del Nervi¨®n (1904), y a ¨¦l est¨¢ dedicado un monumento con una estatua alusiva a c¨®mo el hombre conquista el mar por el que cruza. Aparte de estrenarse con el primer ba?o, se puede hacer un receso en la terraza del hotel Embarcadero (5) (avenida de Zugazarte, 51), un caser¨ªo se?orial reformado con vistas a los palacetes y chal¨¦s de la elitista Neguri en primera l¨ªnea de mar.
12.00 Un piscolabis variado
El imponente palacio de Lezama-Leguizam¨®n (1902) (6), familia inicialmente vinculada a la miner¨ªa, se divisa a la derecha sobre el peque?o promontorio de Arriluce, siguiendo el paseo hacia la playa de Ereaga (7). Algo mayor que la que acabamos de dejar, cerca de un kil¨®metro de arena fina, acoge el puerto deportivo de El Abra (8), en el que se puede desde alquilar un velero hasta iniciarse en las artes del mar en la escuela de vela. O si se prefiere un picoteo, las croquetas en la terraza frente al mar del hotel Igeretxe (9) (Muelle de Ereaga, 3), un antiguo balneario de 1913; las rabas de La Ola (Muelle de Ereaga, 14) o un piscolabis en el hotel Tamarises (Muelle de Ereaga, 4), que en sus cien a?os podr¨ªa escribir la cr¨®nica social y empresarial de la zona y que fue sede de la selecci¨®n inglesa en el Mundial de F¨²tbol de 1982.
14.30 Pinchos en el Puerto Viejo
Y ya metidos en harina, la ruta nos lleva derechos al Puerto Viejo de Algorta (10). Sus inconfundibles escalinatas son un asiento natural para tomar al sol una ca?a, un vino o un txakoli, un caldo que ha pasado de ser el pobre de la barra a estar entre los m¨¢s cotizados gracias a elaboraciones muy cuidadas (no todos son iguales, el vizca¨ªno es m¨¢s reposado frente al guipuzcoano, m¨¢s burbujeante). Y, c¨®mo no, acompa?ar la bebida con pinchos de las tabernas y restaurantes a la vista, como Itxas Bide (Muelle de Ereaga,?16) y Arrantzale (Portu Zaharra,?3); el asador Puerto Zabala (Aretxondo,?20), con cocina casera y, como en los anteriores, pescados que van directamente del mar al horno (estamos en territorio de pescadores), y, m¨¢s tranquilo, el Karola Etxea (11) (Aretxondo,?22).
18.00 Fuerte de vigilancia
Despu¨¦s de este homenaje, es la hora de lanzarse al otro gran paseo por la costa: desde la playa de Arrigunaga (12), al lado del puerto, la meta es La Galea o ruta de los acantilados. Se puede llegar en metro o autob¨²s, pero, si se est¨¢ en condiciones, ser¨ªa imperdonable no caminar esos 5,6 kil¨®metros que se suelen comparar con los acantilados de gres blanco de Normand¨ªa y los de Dover en Inglaterra. Y no hay que perderse el fuerte (13) del siglo XVIII para vigilar el tr¨¢fico comercial hacia Bilbao, ¨²nico ejemplo de construcci¨®n militar que se conserva en Bizkaia, ni el cementerio de Nuestra Se?ora del Carmen (14), sobre todo para mit¨®manos, porque ah¨ª descansan algunos pr¨®ceres de la zona en los panteones m¨¢s majestuosos de Bizkaia.
21.00 Tortilla en el Molino
No hay mejor sitio en Getxo para recalar que El Molino (15) (Galea Errepidea, 30), tambi¨¦n del siglo XVIII. Famoso por su tortilla de patatas para cualquier momento en la terraza de la cafeter¨ªa, su restaurante, Cubita, es una magn¨ªfica elecci¨®n para cenar contemplando la belleza de la puesta de sol y rematar con una copa y el horizonte del puerto de El Abra. Y para los m¨¢s intr¨¦pidos: volver al d¨ªa siguiente a la playa Salvaje (16) (de nombre oficial Barinatxe, de 752 metros), punto final de un municipio, Getxo, y principio de otro, Sopelana, tomando un ba?o (el nudismo suele practicarse en los laterales) o subido en una tabla de surf al ritmo de sus famosas olas.
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