La Cartago de Paul Klee
T¨²nez, por sus mosaicos, es uno de los destinos preferidos de la artista pl¨¢stica Mar¨ªa Jes¨²s G¨®mez Garc¨¦s
Creci¨® en Melilla, de donde procede su atracci¨®n por el Mediterr¨¢neo y su luz. Codirige el proyecto La habitaci¨®n n¨²mero trece del Hotel de las Letras de Madrid, y en su faceta como artista repara, sobre todo, en ret¨ªculas y teselas. T¨²nez, por sus mosaicos, es uno de sus destinos preferidos.
?Ten¨ªa ganas de ir a T¨²nez?
Llevaba a?os queriendo ir, y m¨¢s a¨²n desde que comenz¨® la primavera ¨¢rabe. Cuando surgi¨® la oportunidad de ir en oto?o, me debat¨ªa entre la atracci¨®n y el miedo. Pero finalmente pasamos all¨ª mi cumplea?os y me encant¨®.
Parece sentirse af¨ªn al pa¨ªs.
S¨ª, particularmente porque el movimiento feminista en T¨²nez es uno de los m¨¢s importantes del mundo isl¨¢mico y por su tradici¨®n laica. Adem¨¢s, me gust¨® comprobar que, por mi pelo y mis ojos oscuros, pasaba por una tunecina m¨¢s. Es un lugar relajado donde no se acosa al visitante.
Estar¨ªa en su salsa rodeada de mosaicos...
Vi algunos espectaculares: me llam¨® la atenci¨®n uno del Museo del Bardo, en la capital. En ¨¦l aparecen dos p¨²giles de la ¨¦poca romana, ataviados con sus guantes de boxeo. En el Museo Nacional de Cartago tambi¨¦n se conservan otros tantos.
?C¨®mo llegaron hasta la legendaria Cartago?
A pie, bajando desde Sidi Bou Said, un pueblo blanquiazul de visita obligada para todo el que llegue a T¨²nez. All¨ª pasaron un tiempo los pintores Klee, Macke y Moilliet en 1914. El viaje dio frutos tan importantes para el arte como las c¨¦lebres acuarelas de Klee.
Volvamos a Cartago y sus ruinas. Me impresion¨® mucho el puerto, por su peso hist¨®rico. Adem¨¢s de los restos arqueol¨®gicos tienen un museo nacional sobre la colina de Birsa, desde donde se ve el puerto. Lo visitamos pr¨¢cticamente solos, con tres alemanes y algunos gatos que se paseaban por el interior.
?Y al final del d¨ªa?
Tomamos un taxi que nos dej¨® en la ciudad de T¨²nez. Nuestro hotel estaba en la avenida Brguiba, una calle amplia bastante occidental: arbolada y con muchos caf¨¦s. Cenamos un pescado muy rico.
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