Bristol, la ciudad de Banksy
Grafitis, m¨²sica en directo, cerveza local y una calle, Gloucester Road, con un sinf¨ªn de tiendas independientes. La urbe inglesa, destino de las aerol¨ªneas de bajo coste y una gran sorpresa
Bristol tiene fama de inconformista. De ella se dice que es una de las ciudades con mejor calidad de vida de Reino Unido y que su panorama cultural rivaliza hasta con el de Londres (de la que dista unos 190 kil¨®metros). De sus calles han salido grupos musicales de la talla de Massive Attack o grafiteros de fama como Banksy. En este rinc¨®n junto al r¨ªo Avon conviven m¨¢s de 180 nacionalidades que han dejado huella en el legado cultural y la lucha por los derechos sociales. Su peculiar ambiente atrajo a j¨®venes creativos y artistas de todos los ¨¢mbitos, y hoy puede presumir de arte urbano en cada esquina, de una comunidad que acoge y potencia las iniciativas locales y de una floreciente escena gastron¨®mica. Y con un aeropuerto internacional a apenas media hora en autob¨²s del centro, al que llegan vuelos de compa?¨ªas de bajo coste como Easyjet, Ryanair o TUI Airways desde 14 ciudades espa?olas, ya no hay excusas.
10.00 Los panes de Joe¡¯s Bakery
Bristol ¡ªcon 440.000 habitantes en el centro y un mill¨®n incluyendo el ¨¢rea metropolitana¡ª tiene el tama?o ideal para recorrerla a pie. Un buen punto para empezar el paseo es Gloucester Road, conocida por concentrar un gran n¨²mero de comercios independientes. Empezamos el d¨ªa con un buen desayuno en Bakers & Co. (1) (en el n¨²mero 193 de Gloucester Road), con muchas opciones de caf¨¦ y desayunos dulces y salados. Tambi¨¦n tientan el pan y los dulces caseros de la panader¨ªa Joe¡¯s Bakery (en el 240-242). Y ya con caf¨¦ en el cuerpo nos lanzamos a recorrer esta emblem¨¢tica calle para entrar en sitios como ?Co-LAB (en el n¨²mero 123), un punto de venta de artistas locales; Fox + Feather (en el 43), preciosa tienda de ropa y decoraci¨®n; las numerosas charities con objetos de segunda mano, o The Gallimaufry (2) (en el 26-28), un pub conocido por sus conciertos y jam sessions todos los d¨ªas de la semana.
12.00 Barrio creativo
Tras los arcos por los que cruza la v¨ªa del tren, Gloucester Road cambia el nombre por Cheltenham y nos adentra en el barrio en el que se respira la esencia de Bristol. Aunque Stokes Croft (3) era, hasta hace apenas unos a?os, una de las ¨¢reas m¨¢s conflictivas de la ciudad, hoy se ha convertido en el epicentro creativo. El arte callejero decora cada pared del barrio y su esp¨ªritu combativo sigue vivo gracias a la asociaci¨®n de vecinos People¡¯s Republic of Stokes Croft (Rep¨²blica Popular de Stokes Croft) y a uno de los espacios que mejor representan el esp¨ªritu de la zona: Hamilton House (4) (Stokes Croft, 80), una antigua sede de banco que hoy ofrece alquiler de espacios a precios asequibles a artistas, asociaciones y organizaciones sin ¨¢nimo de lucro. Deslic¨¦monos entre el Mild Mild West de Banksy y el enorme grafiti de un Jesucristo que hace break dance para comer en The Canteen (5), el restaurante que ocupa la planta baja de Hamilton y en el que disfrutar de cervezas y sidras locales y un men¨² en el que la sostenibilidad es la clave. Si, como suele pasar a mediod¨ªa, est¨¢ lleno, a apenas unos metros se encuentra el restaurante turco Biblos, el premiado local Poco Tapas o el aclamado Jamaica Street Stores.
14.00 Comidas del mundo
Seguimos bajando por Stokes Croft hasta llegar a la plaza Bear Pit, tomada por skaters y grafiteros. Si tomamos Rupert Street, acabaremos por toparnos con The Island (6) (Nelson Street), una antigua comisar¨ªa reconvertida en espacio de exposiciones y estudios de artistas que incluye hasta una discoteca en los calabozos. En la misma manzana, un viejo parque de bomberos se ha reutilizado como centro juvenil. En el centro hist¨®rico, caminar es requisito indispensable para descubrir callejuelas como los Christmas Steps (7). En esta calle escalonada que data del siglo XVII se encuentran varios negocios antiguos como, por ejemplo, uno de los ¨²ltimos videoclubes en funcionamiento con peque?as salas en las que disfrutar de las pel¨ªculas que se alquilan. Aunque la joya de la corona en el centro es el Saint Nicholas Market (8) (Corn Street), el m¨¢s antiguo de la ciudad, con calles empedradas y arcadas acristaladas. No hay que perderse sus puestos de flores y libros, ni su fant¨¢stico mercado de comida callejera, con oferta de platos para llevar de todo el mundo.
17.00 Un puerto muy vivo
A apenas unas calles del mercado, llegamos a Harbourside. El antiguo puerto, que ostenta el dudoso honor de haber tenido un papel clave en el comercio de esclavos, es hoy centro de la vida social de Bristol. Una sesi¨®n de cine en el centro cultural Water?shed (9), una visita a las exposiciones del espacio de arte contempor¨¢neo Arnolfini (10) o un paseo en el peque?o ferri que recorre el puerto son algunos de los posibles planes. Cruzamos el puente para llegar a Wapping Wharf y confirmar que la reciente reconstrucci¨®n del antiguo embarcadero ha sido un acierto. Todo lo que queramos saber sobre la historia de Bristol nos lo cuentan en el museo gratuito M Shed (11). Y si lo que apetece es tomar una copa o comprar quesos y sidras, ponemos direcci¨®n al complejo Cargo (12), construido a partir de viejos contenedores de carga. Acabamos con un paseo junto a la marina, desde donde se disfruta de las mejores vistas de la colina de Clifton y sus casas de colores.
19.00 Dos finales posibles
Para terminar el d¨ªa tenemos dos opciones (o las dos). La primera es tomar el autob¨²s desde el jard¨ªn frente a la catedral de Bristol (13) para subir hasta el Clifton Observatory (14). Por el camino podremos echarles un vistazo r¨¢pido a los imponentes edificios del Bristol Museum and Art Gallery y el de la Universidad de Bristol. Subimos hasta lo alto de la colina para poder disfrutar de una maravillosa panor¨¢mica del monumento m¨¢s emblem¨¢tico de la ciudad, Suspension Bridge (15), y de la impresionante garganta del r¨ªo Avon. Luego bajamos paseando tranquilamente para cenar en el agradable restaurante Rosemarino (16) (York Place, 1).
Si lo que nos apetece es empaparnos del ambiente festivo de la noche de Bristol, podemos acabar el d¨ªa con una buena pinta de cerveza local (bombeada del barril y no tirada a presi¨®n) y con un concierto de m¨²sica en directo en No.1 Harbourside (17) (Canon¡¯s Road, 1), o acomodarnos en alguno de los cuatro pisos del hist¨®rico edificio en el que se ubica The Milk Thistle (18) (Quay Head House, Colston Avenue) para un buen c¨®ctel de autor.
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