Grenoble, una puerta a los Alpes franceses
La casa natal de Stendhal, pasajes medievales y edificios 'art d¨¦co', un restaurante de 1739 y arte urbano en una ciudad verde que invita al paseo
Desde que el alcalde ecologista ?ric Piolle, en el cargo desde 2014, puso en marcha su idea de ciudad verde, inteligente y bicicletable, Grenoble, 100 kil¨®metros al sureste de Lyon, se ha convertido en lugar de referencia (y de controversias). Pero quiz¨¢ sorprenda m¨¢s que sea pionera en atraer turismo por su street art. Se mire donde se mire, hay una intervenci¨®n. Se contabilizan 86 frescos y grafitis con nombres reputados en la escena internacional (Will Barras, Kouka, Isaac Cordal) y un festival exclusivo, del 31 de mayo al 30 de junio. Todo ello unido a la tradici¨®n universitaria y su pujanza en tecnolog¨ªa hacen de Grenoble una ciudad que responde a las expectativas que genera su fama de ser un laboratorio urbano.
10.00 Refugio de un escritor
En el 14 de la Rue Jean-Jacques Rousseau se halla la casa natal de Henry Beyle, m¨¢s conocido como Stendhal (1783-1842). El escritor de Rojo y negro, La cartuja de Parma o Paseos por Roma ¡ªy quien dio nombre al famoso s¨ªndrome provocado por la visi¨®n de la belleza en el ¨¢nimo del viajero¡ª vivi¨® en el centro hist¨®rico de Grenoble el despertar de la infancia, pero tambi¨¦n el desencuentro con la autoridad, encarnada en la figura de un padre nada condescendiente con la rebeld¨ªa juvenil. Stendhal hall¨® refugio a la vuelta de la esquina, en casa de su abuelo, el doctor Gagnon, que tan determinante fue para ¨¦l. En su hotel particulier se levanta su museo (1) (20 Grande Rue), que recorre la vida y obra del escritor. Desde la terraza se obtienen las vistas que ve¨ªa Stendhal del Jardin de Ville (2), un amplio parque por el que hoy corretean otros ni?os y en cuyo final se le dedica un medall¨®n esculpido por Rodin.
12.00 Entre arcos g¨®ticos
Pasear por este centro medieval, comercial y colorido es ir al encuentro de mercados y edificios hist¨®ricos como el hotel Rabot, del siglo XVI, que alberga la librer¨ªa Arthaud (3) (23 Grande Rue). El cercano mercado cubierto de Sainte-Claire (19 Place Sainte-Claire) es refinado y c¨®modo. Pero por dimensiones (tan familiar) y por ubicaci¨®n (al aire libre) es m¨¢s result¨®n el de la Place aux Herbes (4). Todos los caminos llevan a la catedral de Notre Dame (5), cuya plaza viene presidida por la Fontaine des Trois Ordres, esculpida por Henri Ding en 1897. A unos 200 metros, en la escondida Place des Tilleuls se encuentra el peculiar anticuario L¡¯?le Aux Tr¨¦sors (6).
Durante el paseo conviene prestar atenci¨®n a los cours y passages medievales que conducen a patios interiores, conservados de manera envidiable. En la Rue Barnave, el H?tel de Fran?ois-Marc (7) es buen ejemplo, en pie desde 1494. La Rue Chenoise, en sus n¨²meros 7, 10 (H?tel de Sautereau-Amat), 14 y 18 (casa de Fran?ois Bigillion, amigo de Stendhal), es, por su variedad de arcos, ideal para poner a prueba conocimientos de terminolog¨ªa arquitect¨®nica g¨®tica.
13.00 En la mesa de Rousseau
Contra el hambre hay opciones t¨ªpicamente savoyardes como La Ferme ¨¤ D¨¦d¨¦ (8), con todo tipo de gratins y andouillettes (salchichas regionales). Y en la plaza de Saint-Andr¨¦ se encuentra el Caf¨¦ de la Table Ronde (9), el m¨¢s legendario de Grenoble y uno de los m¨¢s antiguos de Francia (abierto desde 1739). Es toda una instituci¨®n y el sitio perfecto para probar un plato representativo de la gastronom¨ªa local: ravioles ¨¤ la cr¨¨me (raviolis de reducidas dimensiones rellenos de queso), mientras se atiende a la memoria del lugar. Aqu¨ª se han sentado, inspirado y conspirado Jean-Jacques Rousseau, Stendhal, L¨¦on Gambetta, Sarah Bernhardt, L¨¦on Blum, Jacques Brel, Georges Brassens o L¨¦o Ferr¨¦. Cerca est¨¢n el Parlamento y el Teatro Municipal, con su estupenda fachada trasera d¨¦co.
15.00 La torre Perret
Y ahora s¨ª, ya se puede entrar en el Grenoble del siglo XX, decisivo para una ciudad en la que el uso del hormig¨®n transform¨® su condici¨®n de capital de los Alpes dejando una s¨®lida huella arquitect¨®nica. En el parque Paul Mistral, la torre Perret (10), de Auguste Perret, es el faro que queda de la exposici¨®n internacional de la energ¨ªa hidroel¨¦ctrica y el turismo de 1925. El genial arquitecto concibi¨® una obra que llam¨® ¡°torre para poder mirar a las monta?as¡± y fascin¨® a una ciudad que estaba acostumbrada a observarse desde las monta?as, pero no a la inversa. Hasta 1965 su ascensor no dej¨® de subir a gente hasta sus 86 metros de altura para que sucumbieran a la belleza natural que les rodeaba. En cuesti¨®n de 10 a?os se inau?guraron bulevares que abrieron las perspectivas. Irrumpi¨® el art d¨¦co con su afirmaci¨®n horizontal, sus balcones circulares y su elegancia geom¨¦trica. En la ruta destacan cuatro inmuebles de Georges Serbonet: Gambetta Rivet (11) (Boulevard Gambetta, 61-63-65, y Place Gustave Rivet, 2-4-6; de1 a?o 934); Le Turenne (Place Jacqueline Marval, 1; de 1933); Strasbourg (Rue de Strasbourg, 8; de 1933), cuyas fachadas son paradigmas de los juegos de vol¨²menes caracter¨ªsticos del estilo, y el Condorcet (12) (Rue Condorcet, 20; de 1954).
17.00 Arquitectura en el parque
Tras la gran guerra, hubo que esperar a 1968, cuando la ciudad acogi¨® los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno, para recomponerse e incorporar a su espacio urbano formas arquitect¨®nicas in¨¦ditas. En el parque Paul Mistral se encuentran dos modelos imprescindibles: el Palacio de los Deportes (13), de Robert Demartini y Pierre Junillon, y el H?tel de Ville (14). Jean Prouv¨¦ fue el ingeniero de esta obra determinante de la arquitectura civil, en la que participaron los arquitectos Maurice Novarina, Jacques Giovannoni, Jacques Christin y Marcel Welti. Visitar la recepci¨®n, ante las escaleras, bajo el muro cortina, y dialogar con el parque a trav¨¦s de la fachada acristalada es algo emocionante. Saliendo de Paul Mistral por la Rue de Strasbourg, no queda otra que sucumbir a los quesos de la Fromagerie Les Alpages (15).
21.00 El barrio de las pizzas
La universidad, la investigaci¨®n ¡ª?atenci¨®n al centro de cultura cient¨ªfica La Casemate (16)¡ª y la industria ayudaron a impulsar la ciudad. Y tambi¨¦n contribuy¨® a desarrollar su esp¨ªritu cosmopolita la inmigraci¨®n italiana. En el barrio de Saint-Laurent, al otro lado del r¨ªo Is¨¨re, donde est¨¢ la fortaleza de la Bastille (17), a la que se accede con funicular, se instal¨® la mayor parte de ella y su influencia hoy tiene forma de pizza. Se hace imposible contabilizar el numero de pizzer¨ªas que llenan el Quai Perri¨¨re. Si no hay ninguna que le convenza, aqu¨ª est¨¢ el restaurante Saint Vincent (18), una forma refinada de despedir el d¨ªa o de llevar la contraria.
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