Hotel Cristina, vistas de lujo sobre el crep¨²sculo grancanario

Desde luego que la d¨¦cada de 1960 no fue una belle ¨¦poque para la arquitectura de consumo en Espa?a. Ni tampoco en Canarias, donde ciudades se?eras como Las Palmas de Gran Canaria apantallaron sus playas con inmuebles impersonales, de fachadas re?ticulares, que alojaron al turismo de aluvi¨®n proveniente de los pa¨ªses centroeuropeos, hambrientos de buen clima invernal y lugare?os amables y hospitalarios. Tal puede decirse de este hotel Cristina, en la playa urbana de Las Canteras, que toma su nombre de la antigua explotaci¨®n de rocas sedimentarias con alineamiento de arrecife que fueron empleadas en la construcci¨®n de la catedral de Santa Ana, entre otros edificios hist¨®ricos. Mirada desde las habitaciones superiores, en d¨ªas sin excesivas aglomeraciones tur¨ªsticas, la playa recuerda en algunos frentes la atm¨®sfera costumbrista descrita por el brit¨¢nico Archibald Joseph Cronin en su novela Gran Canaria.

En 1970, tres lustros despu¨¦s de que John Huston rodara aqu¨ª algunas escenas de su pel¨ªcula Moby Dick, con Gregory Peck en el papel del capit¨¢n Ahab, el perfil del hotel Cristina llen¨® el vac¨ªo que quedaba entre La Puntilla y Playa Grande con 10 plantas de terrazas acristaladas cuya renovaci¨®n, en 2010, signific¨® la entrada de la marca Sercotel en el manejo de los servicios. Si el turismo vacacional dio sentido al gigantismo de sus instalaciones, la nueva orientaci¨®n corporativa consigue llenar sus 12 salones de distintas capacidades y decoraciones, capaces de reunir a m¨¢s de 350 personas en banquetes y seminarios de trabajo.

El vest¨ªbulo sirve para aposentar a esta legi¨®n de ejecutivos. Sillones, sof¨¢s y pufs invitan al relajo con una copa en la mano y el sonido amortiguado de un piano de cola en una zona privilegiada del sal¨®n. Nada que no pueda ofrecer la barra fosforescente del denominado Living Bar. Tambi¨¦n es atractivo el Sunset Pool Bar, cuyo nombre lo explica todo. Es la terraza, en la azotea, donde las mesas quedan alineadas para la contemplaci¨®n del crep¨²sculo sobre el horizonte grancanario.

De abajo arriba, las 310 habitaciones ofrecen una tonalidad funcional, confortable, sin la enso?aci¨®n oce¨¢nica de las cinco estrellas con que est¨¢ catalogado el hotel, aunque tampoco se las pueda tildar de anodinas. El lujo est¨¢ en las vistas hacia ambos lados del istmo que dibuja la Isleta capitalina.

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Todas las habitaciones incluyen: aire acondicionado, ba?o privado, televisi¨®n de pantalla plana y minibar.

Valoraci¨®n media en Booking: 8,3 (1.443 comentarios)

Desde 111€ la noche en Booking