La aventura ex¨®tica del Gran C¨¢ucaso

Hay muchos motivos por los que viajar a la vasta regi¨®n del Gran C¨¢ucaso. Con el espectacular tel¨®n de fondo de sus monta?as y la diversidad cultural que le da su situaci¨®n entre Europa y Asia, Georgia, Armenia y?Azerbaiy¨¢n son todav¨ªa hoy destinos muy originales y con grandes dosis de exotismo para el turista occidental. La primera de estas naciones ha pasado en menos de 10 a?os de ser un secreto de mochileros a convertirse en el pa¨ªs m¨¢s visitado del C¨¢ucaso meridional. Armenia puede presumir de tener una historia m¨¢s antigua, pero sobre todo, un pasado tormentoso y tr¨¢gico sobre el que se ha forjado una cultura rica y resistente (y una di¨¢spora de armenios por todo el mundo). No es f¨¢cil viajar por sus carreteras, tortuosas como su historia, pero resulta una extraordinaria aventura recorrer el pa¨ªs. M¨¢s ex¨®tica todav¨ªa resulta Azerbaiy¨¢n, un territorio lleno de contradicciones y contrastes: no es europeo ni asi¨¢tico, pero tiene huellas de antiguos imperios de ambos continentes. Tambi¨¦n conserva vestigios de su pasado sovi¨¦tico m¨¢s reciente y de la guerra que lo desangr¨® en la d¨¦cada de 1990. Recientemente, el petr¨®leo ha convertido a este pa¨ªs en un rico patrocinador de carreras de F¨®rmula 1 y equipos de f¨²tbol. Estos son solo 10 de los motivos m¨¢s irrefutables para animarnos a viajar por esta regi¨®n.

1. Tiflis, camino de la modernidad (Georgia)

Con su espectacular ubicaci¨®n, encajada en un valle, y un centro hist¨®rico pintoresco y bastante ecl¨¦ctico, ning¨²n otro sitio fusiona mejor el amor por el pasado y el deseo de proyecci¨®n hacia el futuro que la m¨¢gica y ca¨®tica capital de Georgia, Tiflis (o Tiblisi). El casco antiguo, con zonas magn¨ªficamente restauradas y otras pr¨¢cticamente en ruinas, resulta evocador con sus sinuosas callejuelas, antiguas iglesias de piedra y plazas a la sombra. Tambi¨¦n hay mucho que ver en la zona vieja que se despliega en torno a la avenida Rustaveli y el barrio de Avlabari, en la orilla izquierda del r¨ªo Mtkvari. El resto de la urbe es un escaparate de todo lo que la Georgia contempor¨¢nea ofrece: buena gastronom¨ªa, bares de vinos naturales, marcas de moda, una efervescente escena de m¨²sica techno y un mont¨®n de joyas arquitect¨®nicas, tanto antiguas como modernas. Y en los alrededores, la exclusi¨®n obligada es a Mtskheta, el centro espiritual de Georgia, a unos 20 kil¨®metros de la capital, donde se re¨²nen tres lugares declarados patrimonio mundial: las iglesias de Samtavro y Jvari y la catedral de Svetiskhoveli.

2. Stepantsminda y la Carretera Militar Georgiana

Para conocer de verdad Georgia es imprescindible visitar la cara sur del Gran Ca?ucaso, la cordillera m¨¢s alta de Europa que se extiende a lo largo de la frontera norte del pa¨ªs: paisajes espectaculares, caminatas maravillosas y pintorescos pueblos con torres defensivas. La identidad misma de Georgia radica en este poderoso macizo que nace en la regi¨®n de Abjasia, se extiende a lo largo de la frontera de Georgia con Rusia y contin¨²a hacia Azerbaiy¨¢n. El destino m¨¢s accesible es la ciudad de Stepantsminda (conocida tambi¨¦n como Kazbegi), adonde se llega desde Tiflis por la espectacular Carretera Militar Georgiana, en un recorrido de 208 kil¨®metros. Pero hay otras zonas que bien merecen el esfuerzo de llegar, como la enigm¨¢tica y misteriosa Svanetia, un reducto de aldeas remotas, y la preciosa y virgen regi¨®n de Tusheti, base de operaciones para realizar excursiones, escalada y observar aves.

M¨¢s informaci¨®n

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La Carretera Militar es un antiguo paso a trav¨¦s de las monta?as, hacia Vladikavkaz, en Rusia. Partiendo de Tiflis se pasa por la presa de Zhinvali y la fortaleza de Ananuri, se sigue hasta la estaci¨®n de esqu¨ª de Gudauri y, tras dejar atr¨¢s el monasterio ortodoxo de Jvari, patrimonio mundial a 2.379 metros de altura, se baja al valle de Tergi. Despu¨¦s la carretera contin¨²a hasta Stepantsminda, la capital no oficial de la espectacular regi¨®n de alta monta?a de Kazbegi. La visi¨®n de la iglesia de la Trinidad de Guergueti (Tsminda Sameba, en georgiano) en lo alto de una colina, con el gigantesco cono nevado del monte Kazbek como tel¨®n de fondo, quiz¨¢ sea una de las mejores postales de Georgia. Multitud de rutas de senderismo, a caballo y en bicicleta de monta?a recorren esta zona.

3. Svanetia, agreste y misteriosa (Georgia)

Los misteriosos valles de monta?a de Svanetia son la prueba de que a¨²n quedan rincones casi salvajes en Europa. Anclado en lo alto del C¨¢ucaso, rodeado por espectaculares cimas nevadas, prados alpinos y densos bosques, es un para¨ªso para excursionistas en verano. Se trata de un territorio tan remoto que ning¨²n gobernante consigui¨® dominarlo. Aislado y protegido del mundo exterior durante mucho tiempo, Svanetia ha conservado su propio idioma y una cultura muy tradicional, que simbolizan las centenarias 175 koshkebi (antiguas torres defensivas de piedra), la mayor¨ªa erigidas entre los siglos IX al XIII, que se alzan orgullosas en multitud de pueblos, y los milenarios frescos de sus iglesias. La capital del Alto Svaneti es Mestia, a 1.500 metros de altitud, un extenso conjunto de al menos 10 pedan¨ªas, salpicadas de torres svan, fortalezas defensivas t¨ªpicas de la zona. Hasta hace poco solo era accesible tras un largo trayecto por carretera, pero hoy se puede llegar en avi¨®n desde Tiflis. Aunque el viajero no tendr¨¢ ya la sensaci¨®n de explorar una remota regi¨®n de monta?a, resulta un punto de partida ideal para organizar excursiones hacia otros muchos sitios en los que parece que el tiempo se ha detenido.

4. Davit Gareja, ruta de monasterios y vinos (Georgia)

La regi¨®n oriental de Kajetia es la principal zona vin¨ªcola de Georgia, donde est¨¢ floreciendo una incipiente industria de enoturismo. Muchas bodegas ofrecen visitas y catas guiadas o cuentan con restaurantes e incluso hoteles. Al viajero suelen invitarle a una copa del tradicional qvevri, un vino ambarino de extraordinaria calidad.

Kajetia tambi¨¦n est¨¢ llena de historia: aqu¨ª se encuentran la localidad de Sighnaghi, en lo alto de una colina y con cierto aire toscano; iglesias y castillos, tanto en ruinas como restaurados, en torno a Telavi, la encantadora capital de la regi¨®n, pero sobre todo se halla el complejo mon¨¢stico de Davit Gareja, excavado en la roca en un enclave desolado con vistas a la frontera con Azerbaiy¨¢n.

Davit Gareja es uno de los enclaves hist¨®ricos m¨¢s importantes del pa¨ªs y adem¨¢s un lugar singular por su situaci¨®n remota y rodeado por un paisaje semides¨¦rtico. Si a eso se a?ade que todav¨ªa no se ha preparado como lugar tur¨ªstico, y las frecuentes tensiones con Azerbaiya?n, visitarlo sigue siendo toda una aventura. Es conveniente llevar siempre a mano el pasaporte, ya que al ser una zona fronteriza hay patrullas militares georgianas o azerbaiyanas que pueden requerir la documentaci¨®n al viajero. A pesar de todo, se visita c¨®modamente en una excursi¨®n de un d¨ªa desde Tiflis, Telavi o Sighnaghi. Eso s¨ª, aunque Davit Gareja comprende unos 15 monasterios los visitantes suelen ver solo dos: Lavra, que se ha restaurado desde la ¨¦poca sovi¨¦tica y en el que ahora vuelven a vivir monjes, y, cuesta arriba, justo encima de este, Udabno, una serie de cuevas pintadas con bonitos frescos. Explorar Lavra y Udabno requiere en torno a tres horas y estar dispuesto a caminar mucho. Estos monasterios fueron excavados por misioneros del siglo VI en la pared de un risco. Aqu¨ª se origin¨® la cultura mon¨¢stica medieval y la pintura de frescos. Las tumbas de santos, intensos murales de hace mil a?os, un paisaje sobrenatural y la simple idea de que la gente eleg¨ªa voluntariamente vivir en cuevas del desierto (y sigue haci¨¦ndolo), convierten la visita a Davit Gareja en una experiencia fascinante.

5. Ereva?n, urbe contradictoria (Armenia)

La capital armenia suele contradecir cualquier idea preconcebida que se lleve desde casa. En los ¨²ltimos a?os ha experimentado una gran transformaci¨®n que ha acentuado el contraste con la vieja Armenia que se resiste a desaparecer: los lujosos coches Mercedes comparten las carreteras con Ladas tan antiguos que deber¨ªan estar en un museo; las tradicionales pandoks (tabernas) que sirven khoravats (carne a la barbacoa) y oghee (vodka de frutas) conviven junto a bares de vinos al estilo europeo. En verano, los vecinos salen a la calle por la noche, piden mesa en las numerosas terrazas, pasean por sus bulevares arbolados y se re¨²nen en la popular fuente musical de la plaza de la Rep¨²blica.

El visitante no se puede ir de la ciudad sin probar un soorch (caf¨¦ al estilo armenio), una cerveza artesanal o una copa de vino de la zona. Una de las principales atracciones culturales es el Centro Cafesjian para las Artes, ubicado en una gran escalera de piedra y conocido popularmente como la Cascada. Concebido originalmente en la d¨¦cada de 1920 por el arquitecto sovi¨¦tico Alexander Tamayan como parte de su plan para modernizar Erev¨¢n, las obras del monumental edificio empezaron en los a?os ochenta pero se paralizaron tras el gran terremoto de 1988. Un fil¨¢ntropo armenio-estadounidense, Gerard Cafesjian, fue quien rescat¨® el proyecto, convirti¨¦ndolo en un espacio de arte contempor¨¢neo.

Hay otros lugares interesantes, entre los que destaca el Museo Conmemorativo del Genocidio Armenio que recuerda la masacre de armenios en 1922, durante el Imperio Otomano; una terrible historia que ha condicionado la existencia de este pa¨ªs. Pero el centro de la vida ciudadana est¨¢ en la plaza de la Rep¨²blica, rodeada por edificios del Gobierno actual y del antiguo r¨¦gimen sovi¨¦tico, y con unas famosas fuentes musicales que son un popular punto de encuentro. Bajo la plaza (aunque no se puede visitar) se oculta un gigantesco b¨²nker construido durante la Guerra Fr¨ªa.

6. Dilij¨¢n y su parque nacional (Armenia)

A unos 90 kil¨®metros al noreste de Ereva?n, el parque nacional de Dilija?n, que ocupa una extensi¨®n de 240 kil¨®metros cuadrados, es un oasis con valles forrados de flores silvestres y densos bosques, donde tambi¨¦n encontraremos iglesias medievales en ruinas. La continua expansi¨®n de la Ruta Transcauc¨¢sica, que aspira a conectar el mar Negro y el mar Caspio, y la aplicaci¨®n HIKEArmenia, permiten trazar multitud de sendas en la zona.

Tal vez sea un poco exagerado el sobrenombre de la Suiza de Armenia, como algunos llaman a Dilij¨¢n, pero es innegable que el clima es agradable y los paisajes alpinos que la rodean son muy atractivos. En tiempos sovi¨¦ticos, los cineastas, compositores, artistas y escritores ven¨ªan aqu¨ª a cultivar la creatividad. Hoy es un centro tur¨ªstico que aspira atraer nuevas miradas, pero sigue funcionando como inspiraci¨®n para las mentes m¨¢s creativas. Los frondosos bosques de robles y carpes que rodean el pueblo de Dilij¨¢n con sus picos nevados a lo lejos son perfectos para el excursionismo. En verano, los vecinos bajan el ganado de los pastos de la monta?a y recogen setas y hierbas de los bosques caducifolios. La arquitectura local presenta muchos tejados empinados y vigas de madera, adem¨¢s de algunas casitas que parecen hechas de jengibre; incluso los monumentos sovi¨¦ticos tienen cierto estilo. Adem¨¢s de las iglesias medievales de Haghartsin y Goshavank, Dilij¨¢n presume de tener algunos de los mejores restaurantes de Armenia y excelentes bed & breakfast.

7. Monasterio de Noravank (Armenia)

Al tratarse del primer pa¨ªs del mundo que adopto? el cristianismo, Armenia esta? repleta de iglesias, pero ninguna eclipsa al monasterio de Noravank, del siglo XIII. Es obligado pararse frente a una de sus tres iglesias medievales al atardecer y contemplar c¨®mo se encienden los espl¨¦ndidos tonos rojos y dorados de los imponentes acantilados que lo rodean. Entonces, la piedra rojiza y dorada de sus iglesias adquiere una maravillosa luminosidad, con las monta?as colindantes como sobrecogedor decorado. La zona esta? llena de cuevas, entre ellas Areni-1, junto a la poblaci¨®n del mismo nombre, donde hace poco se hall¨® la bodega m¨¢s antigua del mundo (6.100 a?os).

All¨ª se encuentra la iglesia Surp Karapet, construida en el siglo XIII, junto a las ruinas de un templo m¨¢s antiguo, tambi¨¦n dedicado a San Juan Bautista. Pero el edificio m¨¢s fotografiado es la iglesia Surp Astvatsatsin (de 1339), construida encima del mausoleo del noble local Burtel Orbelian, enterrado aqu¨ª con su familia. Los historiadores dicen que la iglesia recuerda a las estructuras funerarias en forma de torre creadas en los primeros a?os del cristianismo.

8. Arquitectura en Baku?, volcanes en Qobust¨¢n (Azerbaiy¨¢n)

Azerbaiy¨¢n es el pa¨ªs menos conocido y visitado del C¨¢ucaso, y tal vez por eso tenga un aspecto m¨¢s ex¨®tico que sus vecinas Georgia y Armenia. Para el viajero europeo, su inspiraci¨®n asi¨¢tica y rusa, a partes iguales, nos habla de los antiguos imperios que pasaron por aqu¨ª pero tambi¨¦n del despegue de su econom¨ªa. El ejemplo m¨¢s evidente es Baku?, la capital, que ha transformado su perfil con osados elementos arquitect¨®nicos. Como contraposici¨®n a su casco antiguo medieval, tres rascacielos de 190 metros de altura en forma de llama de cristal parecen arder en la noche. Las blancas curvas del Centro Heydar Aliyev, de la arquitecta anglo-iran¨ª Zaha Hadid (1950-2016), forman un espect¨¢culo igual de emocionante, y frente al mar Caspio se esta? construyendo un asombroso complejo hotelero en forma de luna creciente. El resultado es una ciudad que nunca para de sorprender, una especie de cruce entre Par¨ªs y Dub¨¢i, a lo que hay que a?adir una muralla almenada que rodea la parte vieja, declarada patrimonio mundial y abrigada por mansiones de piedra elegantemente iluminadas y calles peatonales arboladas llenas de boutiques.

Entre palacios imperiales, como de los Sahs de Shirvan, y mezquitas de diferentes ¨¦pocas, encontramos espacios de arte experimental como el Artim, o algunas rarezas con encanto como el museo de los Libros en Miniatura, que responde a la pasi¨®n de una coleccionista privada.

A las afueras se acaban ya las referencias europeas, para encontrarnos inmersos en un pa¨ªs diferente a todos, como demuestran los curiosos volcanes de lodo de la regi¨®n de?Qobust¨¢n,?a unos 50 kil¨®metros al sur de Bak¨². 50 formaciones con m¨¢s de 12.000 a?os de antig¨¹edad entre las que se han hallado misteriosos petroglifos, y que regalan vistas panor¨¢micas desde lo alto que alcanzan hasta el lejano mar Caspio.

9. En los palacios de Sheki (Azerbaiy¨¢n)

Situada entre bosques monta?osos, sus casas antiguas con tejados de tejas y su reluciente palacete del kan hacen de Sheki la ciudad con m¨¢s encanto de Azerbaiy¨¢n. En 2019, su casco antiguo fue declarado patrimonio mundial por la Unesco. En la antiguedad, cuando se llamaba Nukha, estaba situada en la ruta comercial de las caravanas de la seda que se dirig¨ªan a Baku?, Tiflis y Derbent (Daguesta?n), llegando a albergar hasta cinco caravasares, edificaciones dispuestas a modo de posadas para el descanso de los viajeros. En la d¨¦cada de 1960 Nukha fue rebautizada como Sheki.

Su casco antiguo, rodeado por una robusta fortaleza de piedra, patrimonio mundial de la Unesco desde 2019, encierra dos palacios con paredes llenas de murales de los antiguos kanes y viejas mezquitas de ladrillo. Hoy hay tambi¨¦n varios talleres artesanales y un caf¨¦-restaurante, todos emplazados entre campos de hierba segados por ovejas, y dos museos totalmente olvidables.

Pero el gran atractivo est¨¢ en sus dos palacios. El Xan Sarayi, de 1762, con llamativos murales y asombrosas vidrieras de colores por las que se filtra la luz, fue originariamente la sede de la administraci¨®n del kan; uno de los 40 edificios reales que hab¨ªa dentro de la fortaleza y que hoy han desaparecido. El otro complejo palaciego, menos publicitado, es el Xanlarin Evi, o Casa del Kan, que es una versi¨®n antigua del Xan Saray con el que comparte el mismo jard¨ªn de rosas.

Fuera de la fortaleza, pero en el recinto amurallado, est¨¢ la ciudad nueva, con varias mezquitas del siglo XIX y dos grandes caravasares, uno de ellos de los tiempos de la Ruta de la Seda y reconvertido en un hotel boutique. Es tambi¨¦n aqu¨ª donde encontraremos otro de los emblemas de la ciudad, sus pasteler¨ªas.

10. Quba y Xinaliq, en lo m¨¢s alto de Europa (Azerbaiy¨¢n)

De las muchas maravillas de Azerbaiy¨¢n, pocas pueden equipararse a los imponentes paisajes monta?osos del norte, el misterioso encanto de sus atemporales pueblos y la lujosa estaci¨®n de esqu¨ª de Shahdag. La regi¨®n tambi¨¦n presume de coloridos parajes semidesiertos que se extienden hasta Xizi y de los abruptos riscos del castillo de C?irax y de Besbarmaq Dag.

Pero si vamos en busca de los pueblos m¨¢s aut¨¦nticos hay que hacer parada en Quba, famosa por sus manzanas y sus alfombras. Con tres barrios muy diferenciados que corresponden a sus momentos ¨¢lgidos ¡ªsus or¨ªgenes en el siglo XVII, la ¨¦poca imperial rusa y el asentamiento posterior de una comunidad jud¨ªa¡ª, es perfecta para escaparse unos d¨ªas y disfrutar de los pueblos monta?osos m¨¢s remotos del pa¨ªs. Detr¨¢s de esta apacible localidad rural hay zonas cubiertas de bosques y laderas mordisqueadas por ovejas que conducen a los pies del Gran C¨¢ucaso. Aqu¨ª, separados por espectaculares ca?ones y valles de r¨ªos bravos, encontraremos varios pueblos de pastores remotos y dispersos, algunos con idiomas propios. El m¨¢s conocido es Xinaliq con sus casas apiladas de piedra gris, una sensaci¨®n de estar en medio de la nada, y el alojamiento en casas particulares que proporcionan una visi¨®n m¨¢s aut¨¦ntica de la vida de pastor en Azerbaiy¨¢n.

Xinaliq es considerado como el pueblo m¨¢s alto de Europa, a 2.335 metros de altitud, y suele estar envuelto entre nubes que, cuando se desvanecen, dejan ver unas fabulosas vistas del C¨¢ucaso. Adem¨¢s de esta hipn¨®tica panor¨¢mica y del fabuloso camino hasta llegar aqu¨ª, el principal atractivo es relacionarse con los vecinos, pastores con su propia lengua (ketsch). Aunque el pueblo tiene dos peque?os museos, la colecci¨®n privada de curiosidades hist¨®ricas y culturales de Hajibala, el historiador local, disponible para los hu¨¦spedes de su pensi¨®n, tiene m¨¢s inter¨¦s. La atracci¨®n principal de Xinaliq, con todo, es el Ateshgah, un santuario con una llama que arde de forma espont¨¢nea y vistas a un glorioso valle.