La magia de los t¨ªteres llega a Segovia

En Segovia, Cristobalito se ha abierto paso con su cachiporra espantando al mal¨¦fico drag¨®n, este a?o con una extra?a forma de virus, y se ha colado en la programaci¨®n del Festival Internacional de T¨ªteres Titirimundi que, con nuevas fechas y un programa m¨¢s reducido, celebra su 34? edici¨®n, entre el 22 y 27 de septiembre, convirtiendo as¨ª el oto?o en primavera, aunque tomando medidas extraordinarias para evitar aglomeraciones de p¨²blico y controlar las entradas y los aforos.

Despu¨¦s de dar la vuelta a la programaci¨®n, como a un calcet¨ªn imaginario, cuando ya estaba cerrada antes del confinamiento para celebrarse en mayo, un total de 21 compa?¨ªas, en su mayor¨ªa espa?olas, manteniendo la esencia de combinar diversas t¨¦cnicas del arte del teatro de t¨ªteres, llevar¨¢n a cabo 89 funciones en 15 espacios de la ciudad "privilegiando la belleza inesperada de las peque?as cosas y habitando lugares de fantas¨ªa y realidad donde parecen revelarse los misterios de la existencia", seg¨²n sostiene la organizaci¨®n. Adem¨¢s, 38 pueblos de la provincia segoviana disfrutar¨¢n de sus espect¨¢culos.

Se trata de una edici¨®n muy particular, condicionada por las medidas sanitarias, por lo que no habr¨¢ espect¨¢culos de calle, talleres y tampoco se instalar¨¢ el carrusel Magique, con or¨ªgenes en el siglo XVIII, a los pies del Acueducto. Los montajes pasar¨¢n a salas de interior y a lugares abiertos pero controlables, como patios de edificios y torreones medievales o jardines acotados, como el ubicado junto a la antigua iglesia rom¨¢nica de San Juan de los Caballeros. "La proximidad ser¨¢ emocional. Espect¨¢culos m¨¢s intimistas, pero manteniendo la magia y celebrando la vida, abriendo una ventana a la riqueza de la ilusi¨®n que propicia la creaci¨®n art¨ªstica en una apuesta por impulsar un sector duramente castigado por la pandemia y en la experiencia de vivir las artes esc¨¦nicas presencialmente, como hecho intr¨ªnseco al teatro", explica la directora del encuentro, Marian de Palma.

Este Titirimundi especial se llenar¨¢ de criaturas particulares, como las de Roberto White, las del veterano Jordi Bertran con su emblem¨¢tica Antolog¨ªa o las de Javier Aranda (Vida y Parias); la delicadeza de Mar¨ªa Parrato, proporcionando Alas para renovar los espacios m¨¢s ¨ªntimos o la fe en el porvenir con T¨ªteres Etc¨¦tera (Totol¨ªn). No faltar¨¢n la audacia de La Chana con su nuevo montaje Blancanieves y su inolvidable Entrediluvios; los cuentos de Rodor¨ªn y de La gotera de lazotea; los caminos de b¨²squeda de La Ortiga, o hacer la realidad m¨¢s m¨¢gica Con la cabeza en las nubes de la siempre imaginativa Eugenia Manzanera, o del insustituible Mister Barti de Alex. Desde la Rep¨²blica Checa llegar¨¢ Pavel ?m¨ªd para hablar de lo r¨¢pido o lento que se discurre por la vida, y Pelele y El Retablillo nos llevar¨¢n a la tradici¨®n del t¨ªtere de guante y cachiporra. La sana locura de los franco-argentinos de Mundo Costrini se mezclar¨¢ con la fantas¨ªa de las compa?¨ªas segovianas Mutis y Tamanka y con la algarab¨ªa de los Titiriteros de Bin¨¦far. Y surgir¨¢ la intimidad m¨¢s suave desde todo aquello que revive a trav¨¦s de los residuos de la memoria con La melancol¨ªa del turista, de Oligor y Microscop¨ªa, esas Cosas que se olvidan f¨¢cilmente, de Xavier Bob¨¦s y Conservando memoria con El Patio.

En un a?o en el que se aprender¨¢ a acudir ir al teatro de otra manera, pero no por ello evitar el gozo del hecho art¨ªstico, los t¨ªteres se mantendr¨¢n en su empe?o de ayudar al p¨²blico a tocar la Luna, tratando de mantener el esp¨ªritu caracter¨ªstico con el que naci¨® el festival en un momento en el que es m¨¢s necesario que nunca renovar la ilusi¨®n.