Cieza, ecos nazar¨ªes a orillas del Segura
El yacimiento de Medina Siy?sa, los bellos parajes naturales del valle de Ricote, delicias de la huerta murciana y aguas que alivian el estr¨¦s en el balneario de Archena
En torno a 10.000 personas viven del melocot¨®n en Cieza, que es el mayor productor de esta fruta en Europa. La mejor ¨¦poca para dejarse caer por este fruct¨ªfero rinc¨®n del norte de Murcia es a finales de invierno, cuando los campos se llenan de las flores rosas de los melocotoneros, ofreciendo un espect¨¢culo que no tiene nada que envidiar a la floraci¨®n de los cerezos en el cacere?o valle del Jerte.
9.00. Caminata ma?anera
El Paseo Ribere?o (1), un itinerario circular de siete kil¨®metros que recorre ambas m¨¢rgenes del r¨ªo Segura, entre el puente del Argaz y el de la Presa, bordeando las huertas m¨¢s pr¨®ximas a Cieza, es ideal para ver y fotografiar con el primer sol la floraci¨®n de los melocotones, estallido rosa que dura un mes, desde finales de febrero hasta finales de marzo. Se puede hacer a pie o en bici. Y con ni?os, porque es facil¨®n. Quien quiera m¨¢s acci¨®n puede descender por el Segura haciendo paddle surf con Buitre Aventuras ¡ªremar hasta la vecina Abar¨¢n lleva unas tres horas¡ª o darle al rafting y al pirag¨¹ismo en este y otros tramos del r¨ªo con Avennatura.
11.00. Vistas desde la Atalaya
Justo al lado de este municipio murciano se alza la Atalaya (2), un abrupto cerro de 592 metros desde el que se ven a ojo de p¨¢jaro sus tejados y sus campos de melocotones. All¨ª se encuentran las ruinas de Medina Siy?sa (3), que fue la mayor ciudad musulmana de la Vega Alta del Segura, con cerca de 4.000 habitantes, y hoy es uno de los yacimientos arqueol¨®gicos m¨¢s importantes en decoraci¨®n isl¨¢mica de Europa. Sobre el terreno se pueden ver restos de algunas de las 750 viviendas que hubo. Pero es en el Museo de Siy?sa (4) (calle San Sebasti¨¢n, 17), en el casco hist¨®rico de Cieza, donde se exhiben los principales hallazgos. Adem¨¢s se han reproducido a escala real dos casas del yacimiento, con los arcos, ventanas, miradores y celos¨ªas originales, verdaderas obras de arte. Todo esto y la cueva de la Serreta, que veremos dentro de un rato, se puede visitar con un gu¨ªa de Stipa.
12.30. Dentro de la sima
Aguas arriba de Cieza, el Segura surca el ca?¨®n de los Almadenes (5), un desfiladero con paredes de hasta 100 metros de altura que hoy es refugio de vida salvaje y anta?o lo fue de cavern¨ªcolas. Acompa?ados por gu¨ªas locales, se puede hacer barranquismo y body rafting en estas rec¨®nditas aguas, y visitar la cueva-sima de la Serreta (6), con valiosas pinturas rupestres esquem¨¢ticas y restos de una vivienda romana. La cueva, a unos 15 kil¨®metros de la localidad y declarada patrimonio mundial por la Unesco en 1998, tiene una terraza natural con unas vistas al r¨ªo que asustan por bellas y vertiginosas.
14.30. Para comer, ricas flores
Si no hemos tomado el almuerzo campero ¡ªel que comen a media ma?ana los huertanos para matar el gusanillo a base de habas crudas, salchichas secas, masa morcilla, michirones, magras con tomate, caracoles¡¡ª, ahora tendremos hambre. El mejor lugar para calmarlo es Tarradellas (7) (868 96 22 33), un restaurante de moderno montaje con cocina elaborada y presentaciones cuidadas. Ya que el d¨ªa va de flores, comeremos una: la flor de alcachofa con crema de parmesano y trufa negra. M¨¢s flores: las comestibles que acompa?an a las berenjenas fritas con miel de romero en Gomis (8) (659 15 18 67), en la c¨¦ntrica plaza de Espa?a, donde tambi¨¦n hay que probar las gambas rojas y las croquetas de boletus y trufa. Tercera buena opci¨®n: Cen¨¢culo (9) (868 96 26 72), con terracita y tapas creativas.
16.00. Entre norias y garzas reales
Hay dos planes vespertinos perfectos en el cercano valle de Ricote, un oasis de palmeras datileras, naranjos y limoneros del que se dir¨ªa que los moriscos fueron expulsados hace cuatro a?os y no 400, porque se conserva tal cual. El primero es pasear por la ruta de las Norias de Abar¨¢n (10), admirando varios de estos antiqu¨ªsimos ingenios hidr¨¢ulicos a¨²n usados para regar los huertos, incluida una noria de 11 metros de di¨¢metro. El segundo es el mirador del Alto de Bayna, en el municipio de Blanca, para contemplar el Azud de Oj¨®s (11), donde el Segura se remansa antes de colarse por el desfiladero del Chinte. Este embalse es tambi¨¦n un excelente lugar para espiar a garzas reales, garcetas, avetorillos y martinetes.
18.00. Ba?os curativos
Siguiendo la l¨ªnea verde del Segura se hallan los bonitos pueblos de Oj¨®s (12) y Ulea (13). Y tambi¨¦n el famoso balneario de Archena (14), donde, a juzgar por los muchos restos romanos que han aparecido y siguen apareciendo, ya se sab¨ªa hace 2.000 a?os que sus aguas son casi milagrosas porque alivian reumatismos, dolores vertebrales, afecciones respiratorias, enfermedades de la piel, ansiedad y estr¨¦s. Pasear por los jardines y sotos ribere?os de este complejo termal, contemplando las ruinas romanas y la capilla neobizantina, es gratis. Pagando (cuando reabra el 18 de marzo tras permanecer cerrado por la pandemia), se accede a la Galer¨ªa Termal decimon¨®nica y a las modernas piscinas termales.
21.00. Tapeo art d¨¦co
Si somos previsores, cenaremos uno de los magn¨ªficos cochinillos y cabritillos al horno de El Sordo (15), en Ricote (se asan por encargo). Si preferimos algo m¨¢s ligero e improvisado, iremos al bar La Plaza (16), en Cieza, con barra para tapear y terraza en el mercado de abastos, de estilo art d¨¦co.
23.00. Dulces sue?os
Podemos so?ar con la Cieza isl¨¢mica en San Sebasti¨¢n (17), un hotelito moderno y asequible del casco hist¨®rico con buenas vistas desde sus ¨¢ticos. O descansar en el campo dulce y florido que rodea a la hospeder¨ªa Casa de la Campana (18), a cinco kil¨®metros del centro. O hacerlo en alguno de los hoteles del balneario de Archena, como en una habitaci¨®n con vistas al Segura del hotel Termas, de finales del XIX y estilo neonazar¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.