Aguilar de Campoo, capital del rom¨¢nico norte y tierra de bisontes
Senderismo y escalada en el paraje de Las Tuerces, el monasterio de Santa Mar¨ªa la Real, el mirador de Valcabado y m¨¢s lugares que ver en esta villa de Palencia y sus alrededores
La muy noble y galletera Aguilar de Campoo es el epicentro del rom¨¢nico norte de Palencia, la mayor concentraci¨®n mundial de templos de este estilo. Cerca de la localidad hay varias maravillas geol¨®gicas: la m¨¢s alucinante de todas, Las Tuerces, presidida por Pe?a Mesa, donde podr¨ªan sentarse c¨®modamente Gargant¨²a y Pantagruel y zamparse los 80 millones de galletas que se fabrican cada d¨ªa en Aguilar. Eso s¨ª, para verlo todo hay que madrugar.
8.30. Rumbo a Pe?a Mesa
A seis kil¨®metros de Aguilar, Pisuerga abajo, junto a la aldea de Villaescusa de las Torres, se halla el paraje protegido de Las Tuerces (1), una meseta caliza llena de rocas fant¨¢sticas que suelen congregar a escaladores. La m¨¢s vistosa es Pe?a Mesa, que parece eso, una mesa redonda con un pie central de siete metros de altura. O un champi?¨®n gigantesco. Desde la aldea se tarda media hora en subir por una senda empinada, aunque sin p¨¦rdida. Si se quiere ver y andar m¨¢s, al lado de Las Tuerces est¨¢ el ca?¨®n de la Horadada, que toma su nombre de una abertura o t¨²nel natural por el que hay que abrirse paso a trav¨¦s de los cortados. Desde Mave hasta Villaescusa de las Torres, subiendo por el ca?¨®n, se echan dos horas. Y otras dos en bajar.
11.00. 150 templos
Hora de visitar en la villa de Aguilar de Campoo el monasterio de Santa Mar¨ªa la Real (2), monumento grande y capital del rom¨¢nico norte palentino, entre cuyas ruinas jugaba de ni?o el hombre que, ya como arquitecto, dirigir¨ªa su restauraci¨®n: Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez, Peridis. La sacrist¨ªa y la iglesia albergan el Museo ROM, en el que se viaja al pa¨ªs rom¨¢nico a trav¨¦s de maquetas, audiovisuales y mesas interactivas. All¨ª veremos una colecci¨®n de r¨¦plicas en madera de las mejores iglesias rom¨¢nicas de la zona. Ni aunque dedic¨¢ramos 24 d¨ªas, en vez de 24 horas, podr¨ªamos ver los 150 templos rom¨¢nicos del norte de Palencia.
Tenemos que ir s¨ª o s¨ª a Vallespinoso de Aguilar (3), una aldea a 10 kil¨®metros que, a pesar de su nombre, est¨¢ en un vallecito de lo m¨¢s suave: regatos, ¨¢lamos, aradas y, expuesta en lo alto de una pe?a, la ermita de Santa Cecilia. A¨²n m¨¢s cerca, en Olleros de Pisuerga (4), se encuentra la iglesia rupestre de los Santos Justo y Pastor, que fue excavada cuan grande es ¡ªcon sus dos naves cubiertas con b¨®vedas de ca?¨®n y sus dos ¨¢bsides semicirculares¡ª a fuerza de pico en la roca madre del monte. Puede que la fe nunca haya movido de verdad ninguna monta?a, pero esta la ha dejado hueca. Para visitarla, hay que llamar antes (619 15 56 81).
12.30. La reserva de San Cebri¨¢n
En San Cebri¨¢n de Mud¨¢ (5), a 22 kil¨®metros al norte de Aguilar, tambi¨¦n hay un templo curioso: la iglesia de San Cornelio y San Cipriano, del siglo XII. Luce portada y espada?a de esa ¨¦poca y pinturas murales de tres siglos despu¨¦s que, obviamente, no son rom¨¢nicas, pero alegran la vista. Como alegra ver de nuevo, en los prados de San Cebri¨¢n, a un gigante que se esfum¨® de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica al mismo tiempo que se levantaban los templos rom¨¢nicos, el bisonte eu?ropeo, reintroducido aqu¨ª en 2010. La reserva Bison Bonasus se puede recorrer a pie, en bici, en todoterreno o calesa de caballos.
14.30. Para comer ?Lechazo asado o tapas?
Quien quiera comer lo de siempre (lechazo asado, chuletillas y chulet¨®n) con todas las garant¨ªas, en Aguilar ir¨¢ al restaurante A?ejo (calle del Comercio, 10; 979 12 29 71) (6), a El Bar¨®n (El Pozo, 14) (7) o a Valent¨ªn (avenida de Ronda, 23) (8). M¨¢s de este siglo son las tapas, las hamburguesas y el ambiente de El Perro de San Roque (Puente, 36; 979 12 52 27) (9). Pero si nos tira el campo, nos plantaremos en El Chili (10), junto al embalse de Aguilar, donde se remansa el Alto Pisuerga. Est¨¢ temporalmente cerrado, con previsi¨®n de abrir en junio. Aqu¨ª ya solo las vistas alimentan.
16.00. En la cueva de los Franceses
Durante la guerra de la Independencia se lio una buena cerca de Aguilar y muchos de los franceses ca¨ªdos fueron sepultados (y dieron nombre) en la Cueva de los Franceses (11), en la localidad de Revilla de Pomar. Se recorren 482 metros de los casi 1.000 que tiene (para visitarla hay que reservar; 659 94 99 98). Fuera, caminando 10 minutos, encontraremos el Canto Hito, un menhir de m¨¢s de tres metros que lleva 4.500 a?os hincado en medio del p¨¢ramo calizo de la Lora. Y avanzando en coche otro kil¨®metro y medio, al final de la carretera, a los pies del mirador de Valcabado se despliegan los hayedos y robledales del valle c¨¢ntabro de Valderredible.
18.00. Emporio galletero
Con el trigo de Tierra de Campos y el az¨²car de las colonias, que llegaba al norte de Palencia desde el puerto de Santander, se cre¨® un emporio galletero en Aguilar a finales del siglo XIX. Lleg¨® a haber hasta cinco f¨¢bricas: Fontaneda, Gull¨®n, Fontibre, Ruvil y Tefe. Queda Gull¨®n (12), donde se fabrican 80 millones de galletas al d¨ªa y hay una tienda (avenida de Burgos, 2) en la que antes de la pandemia bajaba todas las tardes a despachar la m¨¢xima accionista, Mar¨ªa Teresa Rodr¨ªguez. Que una multimillonaria casi octogenaria despache galletitas a los vecinos y a los turistas es muy Marca Espa?a.
21.00. Noche en el convento
Para cenar e irnos a la cama, porque ya estaremos rotos tras un d¨ªa intenso, hay pocos lugares como El Convento de Mave (13), un monasterio que ha sido rehabilitado como hotel rural y restaurante junto a una iglesia rom¨¢nica, a 11 kil¨®metros de Aguilar, con buena cocina castellana y detalles de impactante dise?o, como la fuente zen del claustro. Las habitaciones monacales son m¨¢s econ¨®micas, pero, como indica su nombre, son celdas comparadas con las superiores. En la misma villa de Aguilar est¨¢ la Posada Santa Mar¨ªa la Real (14), que ocupa un edificio del siglo XVIII anejo al monasterio. Y en Salinas de Pisuerga, a unos 14 kil¨®metros de Aguilar, el Molino de Salinas (15), que fue una ace?a y ahora es un alojamiento donde el r¨ªo pasa justo por debajo de la sala de lectura. Ya no mueve nada. Solo pensamientos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.