Les Jardins du Liban, esencias de la cocina libanesa en Marbella

Se cumplen algo m¨¢s de dos meses desde que el cocinero Fawzi el Asmar y su hijo Rabah se trasladasen a los bajos del hotel Puente Romano, en Marbella, para inaugurar Les Jardins du Liban. Un restaurante liban¨¦s donde replican los platos que durante 20 a?os han elaborado en L¡¯Oriental, su anterior restaurante en Benamara (Estepona). A todas luces, un espejo de las tradiciones culinarias de aquel pa¨ªs, encrucijada de culturas y religiones. Recetas fr¨ªas y calientes que, de lo salado a lo dulce, recuperan sabores populares, alma y esencia de la milenaria dieta mediterr¨¢nea: salteados en aceite, asados a la parrilla, guisos caseros y frituras. Algunas muy conocidas; otras menos habituales. En todos los casos, con los contrapuntos de las especias y hierbas frescas, los frutos secos, semillas y cereales, el s¨¦samo, el bulgur, el yogur, el agua de azahar y de rosas, aparte de dos carnes preponderantes, el pollo y el cordero. Sin duda, una de las mejores cocinas del Mediterr¨¢neo.

Con la ayuda del pan de pita se degustan algunos de sus entrantes fr¨ªos: suculento el moutabal, pur¨¦ de berenjenas asadas con crema de s¨¦samo; suave el hummus de garbanzos, con tahina y lim¨®n; excelente el tabouleh, ensalada de perejil, tomate y trigo bulgur, y sabrosas, pero algo grasientas, las warak enab, hojas de parra rellenas de verduras y arroz. Platos ideales para compartir como los falafel, bolas de garbanzos fritas a la crema de s¨¦samo. O las kebbeh akras, croquetas de trigo rellenas de carne picada. O sus empanadillas de cordero y pi?ones (sambousek), de espinacas (fatayer) y de queso y perejil (rekakat). Por el contrario, carecen de inter¨¦s las lonchas de queso halloumi a la parrilla. En el listado de calientes abundan las sugerencias: sabrosa la carne de cordero con almendras y arroz (kharouf mahshi) y notable la trilog¨ªa de pinchos (mashawi mouchakal) de cordero, pollo y carne picada. Desmerecen los postres, solo pasables y de precios elevados: irrelevantes sus baklawa (pastelitos de hojaldre a la miel) y las katayef (empanadillas rellenas de nueces). Al menos, la cuajada libanesa (mohalabieh) con almizcle, pistachos, agua de rosas y de azahar cumple con lo esperado. Aparte de la limonada, dos t¨¦s (marroqu¨ª y liban¨¦s) y dos caf¨¦s (italiano y liban¨¦s), dif¨ªcil de entender para el gusto occidental, ponen el punto final. Aunque sus comedores abren en todos los turnos, al anochecer el ambiente sube de pulsaciones. L¨¢stima la sala, lenta y desorientada.