Formentera, un para¨ªso de 83 kil¨®metros cuadrados?

Quiz¨¢ madrugar sea el ¨²ltimo plan en la lista de un viaje a Ibiza. Hacerlo para tomar a primera hora de la ma?ana cualquiera de los muchos ferris que unen la mayor de las islas Pitiusas con la menor es, sin embargo, una gran idea. En Formentera la palabra para¨ªso se queda corta. Aguas de un intenso color turquesa, bosques, un par de faros y una gran gastronom¨ªa son argumentos de sobra para descubrir la belleza salvaje de sus 83 kil¨®metros cuadrados.

9.00?Del ferri a la bici

Compa?¨ªas como Bale¨¤ria, Trasmapi o Mediterr¨¢nea Pitiusa disponen de infinidad de conexiones desde primera hora de la ma?ana. El trayecto desde el puerto de Ibiza apenas dura entre 30 minutos y una hora. Si el Mediterr¨¢neo est¨¢ calmado, la traves¨ªa es dulce. Si hay viento, es como viajar en una atracci¨®n de feria divertida que invita a tomar Biodramina.

Alquilar un veh¨ªculo es requisito indispensable para recorrer la isla en un solo d¨ªa. El coche puede parecer la mejor opci¨®n (los Citro?n Mehari caracter¨ªsticos en Formentera son todo un capricho), pero el espacio para aparcar es tan escaso que es preferible una moto o incluso una bicicleta el¨¦ctrica, con mucho carril bici a su disposici¨®n. La oferta junto al puerto de la Savina es exuberante, y los precios, entre 20 y 30 euros la jornada. Para coger energ¨ªas, el pan con cosas del hostal Rafalet, en Es Cal¨® (1), con vistas a embarcaderos declarados lugar de inter¨¦s cultural y pescado sec¨¢ndose al sol. Es ya el momento de quitarse el reloj.

10.30?Alternativas para un ba?o

P¨®ngase el casco y dele gas (o a los pedales) para ir al cielo. No hay m¨¢s que tomar las indicaciones hacia Ses Illetes (2), donde se despliegan las playas m¨¢s fotografiadas de Espa?a. El extremo norte de Formentera ¡ªincluido en el parque natural de Ses Salines, donde hay que pagar para acceder y aparcar¡ª es un arenal id¨ªlico con aguas turquesa a ambos lados que se puede rematar en el islote de S¡¯Espalmador (3). Desde la villa de La Savina hay barquitas que ahorran la caminata. Es Cavall d¡¯en Borr¨¤s, la playa de Llevant, Ses Canyes o Sa Roqueta, ya cerca de Es Pujols, son maravillosas alternativas para un chapuz¨®n. Y gratis.

13.00?Una peque?a capilla rom¨¢nica

El coraz¨®n de la isla late en Sant Francesc Xavier (4), pueblito con poco m¨¢s de 3.000 habitantes. En su zona peatonal destaca la iglesia hom¨®nima, del siglo XVIII, y la peque?a capilla rom¨¢nica de Sa Tanca Vella, del XIV. Las callejuelas descubren tiendas de recuerdos, productos locales y una variada oferta de barecitos para el aperitivo.

14.00?Bogavante con patatas y huevo

Nunca hubo una isla tan peque?a con tantas posibilidades gastron¨®micas. Desde chiringuitos prohibitivos (especialmente en Ses Illetes) hasta restaurantes tradicionales y multitud de opciones de comida italiana. En la playa de Migjorn (5), higueras con forma de sombrero gu¨ªan por un camino de tierra hasta Sa Platgeta (Camino de Can Simonet I) (6). Este negocio familiar est¨¢ escondido en un pinar al lado de la playa, cerca de la torre des Pi des Catal¨¤, una de las cuatro de Formentera. Con precios contenidos, preparan bullit de peix, exquisitos arroces y bogavante con patatas y huevos fritos que sirven con mucho garbo. A un paso, Sol y Luna?(7) ofrece platos cl¨¢sicos locales como la ensalada payesa de pescado seco o el frit¨¢ de pulpo. M¨¢s al este, el pintoresco Kiosko Bartolo (8) tiene hamburguesas, tortillas y ensaladas junto al arenal de Es Copinyar. Ojo, que si lleva el bocata a la playa, tambi¨¦n vale.

16.00?Siesta y buceo en Ses Platgetes

Ah¨ª mismo existe fina arena y aguas cristalinas para celebrar la siesta. Y hacia el oeste, caminando, hay diminutas calas para elegir si no sopla el viento del sur. Si lo hace, arribazones de posidonia inundan una orilla que se convierte en chapapote. La soluci¨®n est¨¢ a pocos minutos en la orilla norte y se llama Ses Platgetes (9). El acceso al agua es por zona rocosa y los ba?istas se adentran como si caminasen sobre hielo. Es la hora de las gafas de buceo.

18.00?Mercadillo hippy

El Pilar de la Mola es otra min¨²scula localidad a la que se asciende por las pocas curvas que tiene la carretera PM-820 que atraviesa la isla. El viejo Cam¨ª de Sa Pujada, repleto de coloridas sargantanas que corretean bajo la sombra de los pinos, es una alternativa para llegar a pie. Es de origen romano y regala incre¨ªbles vistas al perfil de Formentera. Can Toni (avenida de la Mola, 1) (10) es ideal para recuperarse del esfuerzo ¡ªlas anisadas orelletes, la hierbabuena del fla¨® y la greixonera ponen el punto dulce¡ª, y el mercadillo hippy de mi¨¦rcoles y domingos tarde, la oportunidad para llevarse un recuerdo. El mejor se quedar¨¢ en la memoria continuando hasta el faro de la Mola (11), a 120 metros de altitud y con un espacio cultural en su interior. El paisaje es tan agreste como delicioso.

20.00?Un lugar de cine

Momento para recorrer los 25 kil¨®metros que separan el altiplano de la Mola con el faro de Cap de Barbaria?(12), ic¨®nico gracias a Julio Medem y Luc¨ªa y el sexo. La carretera es tan estrecha que es una alegr¨ªa ir a dos ruedas. El atardecer reclama a las masas que quieren triunfar en Instagram. Es irremediable porque la excursi¨®n es sensacional. Tambi¨¦n desviarse seis kil¨®metros antes hacia cala Saona (13). En el chiringuito hom¨®nimo se puede brindar por c¨®mo el mar engulle al sol entre pinos, cuevas y acantilados.

21.30?Cuatro opciones para cenar

Mejillones en salsa de coco y curri es la sorprendente cena que ofrecen, junto a otros muchos platos, en la Fonda Pepe (calle Major, 51) (14), en Sant Ferran de ses Roques. Cuenta la leyenda que all¨ª jugaba Bob Dylan al ajedrez, pero nunca lo hizo. S¨ª estuvieron integrantes de Led Zeppelin, Pink Floyd o King Crimson. A su alrededor hay mucha oferta de cocina italiana, como la de la pizzer¨ªa Macondo. Sa Panxa?y La Mariterr¨¢nea?son otras propuestas saludables. La medianoche, cual Cenicienta, ser¨¢ el momento de tomar el ¨²ltimo ferri de vuelta a Ibiza. ?Repetimos ma?ana?