24 horas en El Raval, un paseo por uno de los barrios m¨¢s din¨¢micos y variados de Barcelona
Exposiciones vanguardistas, bares bohemios, tiendas de dise?o, arte callejero en los alrededores del mercado de La Boqueria y m¨¢s pistas en el coraz¨®n de la capital catalana
Algunos vecinos dicen que el nombre de El Raval proviene de la palabra arrabal, mientras que otros mencionan la palabra ¨¢rabe rabad, que significa suburbios o extramuros. En sus or¨ªgenes, a mediados del siglo XIV, cuando una epidemia de peste azotaba Barcelona, el barrio acogi¨® a los enfermos e infectados, que eran expulsados de los n¨²cleos urbanos, generando actividades marginales. Durante a?os tuvo el apelativo de Barrio Chino, sobrenombre que se lo puso el periodista Paco Madrid cuando escrib¨ªa reportajes para la revista Esc¨¢ndalo, all¨¢ por los a?os veinte del siglo pasado y que hac¨ªa referencia a las chinas (guilletes) que los carteristas utilizaban para cortar los bolsillos de sus v¨ªctimas y as¨ª poder robarles (chinar).
Hoy, El Raval es un barrio lleno de vida, con m¨¢s de la mitad de su poblaci¨®n de origen migrante, que acoge bares con historia, locales alternativos y mucha vida nocturna.
10.00 Desayuno en La Boqueria
Es m¨¢s que recomendable entrar al barrio por el remodelado mercado de La Boqueria (1), que este a?o cumple 182 a?os y que ahora luce modernizado, con bares y locales de comida. Mucho se ha discutido en Barcelona acerca del p¨²blico (turista o no) al que deber¨ªan dirigirse los propietarios de los locales, pero el cambio parece inminente e irreversible. En La Boqueria se puede desayunar en el Clemen¡¯s, una empresa familiar que lleva aqu¨ª desde 1969, o en el bar Boqueria. Para los amantes de los zumos naturales, la renovada fruter¨ªa Ribas los tiene de todos los sabores a dos euros el vaso. Para los que prefieren el dulce, Creps Barcelona los vende a cinco euros.
11.00 Los jardines de Rubi¨® y Lluch
Saliendo el mercado por la plaza de Sant Josep y cogiendo la calle de las Floristas de la Rambla se llega a la plaza del Canonge Colom, una esquina singular con una terraza acogedora: Mendizabal (Junta del Comercio, 2) (2), donde es muy apetecible tomarse un caf¨¦. El origen de la plaza est¨¢ vinculado al can¨®nigo Joan Colom, tesorero del rey Jaime I, quien construy¨® un hospital para acoger a enfermos y peregrinos en lo que entonces era el arrabal oeste de Barcelona. A su lado est¨¢ La Capella (calle Hospital, 56) (3), que en su momento fue la capilla del antiguo hospital de la Santa Creu y que ahora es un edificio considerado monumento hist¨®rico art¨ªstico de inter¨¦s nacional. Comenz¨® a construirse en 1401 y actualmente es un espacio del Instituto de Cultura de Barcelona, donde se pueden ver videoinstalaciones, exposiciones de arte contempor¨¢neo y creaci¨®n emergente. Una de las salidas de La Capella da a los jardines de Rubi¨® i Lluch, donde se encontraba el mencionado hospital de la Santa Creu, cuya arquitectura muestra lo que fue el g¨®tico civil catal¨¢n. El complejo medieval alberga ahora la Biblioteca de Catalu?a. En los mismos jardines est¨¢ la Real Academia de Farmacia de Catalu?a.
12.00 Raval norte y sur
Si seguimos por el Carrer Hospital veremos la enorme cantidad de peque?os comercios que est¨¢n esparcidos a ambos lados de la calle. En su mayor¨ªa se trata de locales regentados por inmigrantes. En El Raval, entre un 50% y un 60% de sus vecinos es de origen extranjero. Los m¨¢s numerosos son los paquistan¨ªes, que suelen vivir en la zona sur, y los filipinos, que suelen habitar en la zona norte del barrio. El l¨ªmite lo establecer¨ªa la misma calle Hospital.
En la parte norte es donde se encuentra el MACBA (plaza del ?ngels,1) (4), donde siempre es bueno darse una vuelta para ver las ¨²ltimas tendencias en cuanto a arte contempor¨¢neo, y el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona, CCCB (Montalegre, 5) (5) donde, por las noches, en su patio, los adolescentes y veintea?eros suelen reunirse a beber en la calle y a montar en skate.
En la parte sur es donde se encuentra la plaza del Raval y el monumento del Gato, conocido como el Gato del Raval (6), gran escultura hecha en bronce por Fernando Botero, y que ya se ha convertido en la mascota simb¨®lica del barrio. Algo m¨¢s al sur est¨¢ el Palacio G¨¹ell (Nou de la Rambla, 3-5) (7), la impresionante obra arquitect¨®nica de Antonio Gaud¨ª que termin¨® de construirse en 1890 sobre una superficie de m¨¢s de 2.500 metros cuadrados. La Virreina. Centro de la Imagen (Rambla 99) (8) es un palacio de arquitectura barroca, donde tambi¨¦n hay muchas actividades culturales y exposiciones interesantes.
14.00 Sabores del mundo
En El Raval es imposible no caer en la tentaci¨®n de degustar comida extranjera, como la pakistan¨ª, en cualquiera de sus innumerables locales de shawarma o de kebabs. En el n¨²mero 54 de la calle Joaqu¨ªn Costa hay un D?ner Kebab, y a su lado, en el n¨²mero 56, est¨¢ el ya m¨ªtico Patatas del Sult¨¢n (9) que, aunque no vende kebabs sino bocadillos, algunos vecinos siempre lo mencionan porque sigue vendiendo las patatas fritas a un euro a pesar de la oleada inflacionaria. En Caravelle (Pintor Fortuny, 31) (10), adem¨¢s de brunch hay una interesante carta de platillos originales, y tambi¨¦n elaboran su propia cerveza. La Rosa Negra (Angels, 6) (11) tiene comida mexicana entre 21-40 euros. Paloma Blanca (Hospital, 124) (12) ofrece comida marroqu¨ª en abundancia y, seg¨²n los propios vecinos, la relaci¨®n calidad-precio es insuperable. Dos Palillos (Elisabets, 9) (13), del chef con estrella Michelin Albert Raurich, es, seg¨²n Ferran Adri¨¤, ¡°el restaurante asi¨¢tico m¨¢s importante fuera de Asia¡±.
16.00 El legado de Martorell
El pasaje Bernard¨ª Martorell (14) une la calle de San Rafael con Hospital. Es un pasaje estrecho y curioso que llama la atenci¨®n porque al recorrerlo uno percibe la impronta de El Raval en sus paredes y balcones. Martorell impuls¨® la transformaci¨®n industrial de la zona en el siglo XIX. ?l compr¨® una serie de terrenos donde comenz¨® a instalar su f¨¢brica y su figura es, por lo menos, algo pol¨¦mica. Se dice que cuando las f¨¢bricas fueron sustituyendo a los conventos y huertos los pobladores no lo vieron con buenos ojos, ya que ve¨ªan a la industria como una amenaza a la agricultura que iba cediendo terreno a la tecnolog¨ªa. Conforme la f¨¢brica comenz¨® a pagar mejor que el trabajo en el campo, la percepci¨®n de la gente cambi¨® e incluso se hablaba de que muchos comenzaron a admirarlo y a quererlo. Otras versiones, por el contrario, hablan de un jefe bastante duro y cruel con sus obreros, ya que no quer¨ªa ning¨²n tipo de reivindicaci¨®n laboral, ni reclamaciones. Incluso se dice que un grupo de trabajadores se le present¨® armado, lo que oblig¨® a Martorell a cerrar la f¨¢brica y construir, ah¨ª mismo, en el 99 de la calle Hospital, su casa, un edificio de cinco plantas. En su fachada ornamentada con paneles verticales de tierra cocida y relieves de estilo isabelino llaman la atenci¨®n los elementos decorativos, donde se ve, por ejemplo, a un grupo de ni?os realizando trabajos industriales.
17.00 El Raval anarquista y obrero
El Raval es un barrio que siempre se ha caracterizado por tener un esp¨ªritu marginal y contestatario. Esto se puede corroborar cuando uno recorre algunas de sus librer¨ªas. El Lokal (Cera, 1) (15) lleva abierta desde 1987 y est¨¢ regentada por I?aki Garc¨ªa (66 a?os). ¡°Hist¨®ricamente ha sido un barrio muy rebelde. La gente que no se acostumbra a la normatividad siempre ha encontrado aqu¨ª un territorio mucho m¨¢s amable¡±, dice Garc¨ªa, que se considera a s¨ª mismo un anarquista. ¡°El Raval era el lugar donde la burgues¨ªa ven¨ªa a ejercer sus vicios¡±, a?ade. En esta librer¨ªa se pueden encontrar desde libros libertarios editados por ellos mismos hasta caf¨¦ procedente de la mexicana Chiapas, al que llaman ¡°caf¨¦ solidario¡±.
A pocos metros se encuentra la editorial y distribuidora Virus (Junta del Comercio, 18) (16), que lleva operando desde 1991. ¡°Esto naci¨® gracias a un grupo de gente vinculada a movimientos sociales y del barrio que decidi¨® potenciar los debates, el pensamiento cr¨ªtico y la recuperaci¨®n de la memoria del movimiento obrero y el movimiento anarquista¡±, cuenta H¨¦ctor Garc¨ªa (39 a?os), uno de los miembros del equipo. Virus tambi¨¦n ha servido como espacio de encuentro entre los vecinos, muchos de ellos agrupados para hacer frente al problema de la vivienda en la zona. ¡°El Raval, como el resto de Barcelona, ha sido objeto de deseo por un lado y, por otro, territorio de conflicto constante¡±, agrega Garc¨ªa. Otras librer¨ªas son La Rosa de Foc (Joaqu¨ªn Costa, 34) (17), Fatbottom (Lluna, 21) (18) ¡ªespecializada en c¨®mic, ilustraci¨®n y autoedici¨®n¡ª o La Panafricana (Junta del comercio, 20) (19), enfocada en la literatura africana.
18.00 Negocios que se reinventan
La Vilanoteca (plaza del Pedr¨®, 7) (20) es un ejemplo de los negocios que se han reinventado debido a las necesidades del barrio. Originalmente abierto como un colmado en 1949 por el padre de Isidoro Vilanova, hoy abastece de vino y verm¨² a granel no solo a bares y locales, sino tambi¨¦n a los vecinos. ¡°Antes, donde estaban los barriles hab¨ªa fruta y yo mismo iba a Mercabarna a comprarla, pero con tantas fruter¨ªas que surgieron de origen pakistan¨ª ya no ten¨ªa sentido seguir con el modelo de negocio y poco a poco lo fui cambiando¡±, dice Vilanova, de 67 a?os. ¡°Como comprender¨¢s, este es un barrio que tiene el poder adquisitivo que tiene, y el vino se lo llevan en garrafas que sale m¨¢s barato¡±.
21.00 Cena con el Maki
Antes de salir a tomar algo a bailar para alargar la noche, es recomendable hacer una parada para cenar. Una alternativa es irse de tapeo al bar Makinavaja (Carretes, 51) (21), que debe su nombre a una serie de historietas que Ram¨®n Tosas (Iv¨¤) public¨® entre 1986 y 1994 en la revista El Jueves. El protagonista del mismo nombre, Maki, es un atracador chapado a la antigua que lleva tup¨¦, algo fil¨®sofo y poeta de tendencia anarquista. Aqu¨ª, adem¨¢s de suculentas tapas y raciones, hay m¨²sica en vivo. Casa Fidel (Ferlandina, 249) (22) es uno de los favoritos de los vecinos, ya que tiene una carta de bocatas muy surtida y variada. Reconocible por sus gatos en la fachada, Gats (Xucl¨¤, 7) (23) es un acogedor y luminoso lugar con una terraza con vistas a la calle y con una carta original.
23.00 La noche y la marcha
La vida nocturna en El Raval suele ser bastante movida, con una serie de locales alternativos y llenos de energ¨ªa. El Club Cronopios (24) lleva ocho a?os en activo y es un centro cultural que sirve como punto de encuentro en Barcelona y realiza distintos tipos de actividades, como micr¨®fonos abiertos donde cualquiera puede subirse al escenario. ¡°Estamos muy en conexi¨®n con el barrio porque los concurrentes habituales son de El Raval¡±, dice Berta Riera, una de las colaboradoras del centro. ¡°Tambi¨¦n tenemos noches de speed dating y Tinder en vivo, entre otras muchas actividades. Todo muy autogestionado¡±, a?ade.
La calle Joaqu¨ªn Costa es una de las m¨¢s animadas. La Casa Almirall (en el n¨²mero 33) (25) fue fundada en 1860 por la familia del mismo nombre y hoy est¨¢ regentada por Pedro, que cuenta que la parte de la barra tiene la misma decoraci¨®n que la original, sin apenas cambios desde su construcci¨®n. El Macabra (Ferlandina, 55) (26) ofrece, tambi¨¦n, c¨®cteles cl¨¢sicos y de autor. El Nevermind (Tallers, 68) (27) despliega un ambiente m¨¢s underground y una est¨¦tica grunge con una pista de skate donde se puede uno sentar a beber en la misma pista de patinaje. En La Rouge (Rambla del raval, 10) (28) hay espect¨¢culos de tablao flamenco y rumba catalana con taquilla inversa (se paga despu¨¦s del espect¨¢culo cuando pasan el sombrero). Si la noche se quiere continuar y extender algo m¨¢s, en la sala Moog (Arco del teatro, 3) (29) suena m¨²sica electr¨®nica hasta pasadas las cinco de la ma?ana.
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