Fiesta de los verdiales: erotismo, iron¨ªa y folclore ancestral
Este fandango, expresi¨®n popular malague?a a la que han rendido homenaje desde Los Planetas a Roc¨ªo M¨¢rquez, celebra este 28 de diciembre su d¨ªa grande con un gran encuentro de pandas
Los primeros acordes de viol¨ªn anuncian la sal¨ªa. Luego comienza el pase¨ªllo, tras el que se arranca el cantaor con sus coplas. Despu¨¦s de los bailes llega el punto m¨¢s ¨¢lgido, marcado por la sub¨ªa de una m¨²sica que es pura efervescencia. Son las fases de una lucha, t¨¦rmino que se refiere a cada una de las canciones que ejecuta una panda de verdiales.
Esta tradici¨®n popular vive el 28 de diciembre su d¨ªa grande con una gran fiesta en la barriada de Puerto de la T...
Los primeros acordes de viol¨ªn anuncian la sal¨ªa. Luego comienza el pase¨ªllo, tras el que se arranca el cantaor con sus coplas. Despu¨¦s de los bailes llega el punto m¨¢s ¨¢lgido, marcado por la sub¨ªa de una m¨²sica que es pura efervescencia. Son las fases de una lucha, t¨¦rmino que se refiere a cada una de las canciones que ejecuta una panda de verdiales.
Esta tradici¨®n popular vive el 28 de diciembre su d¨ªa grande con una gran fiesta en la barriada de Puerto de la Torre. Es una expresi¨®n popular que sale de las entra?as y est¨¢ enmarcada hist¨®ricamente en un min¨²sculo territorio que no se aleja m¨¢s de 30 kil¨®metros de la ciudad de M¨¢laga, pero no es ajeno a lo contempor¨¢neo. Los Planetas, El Ni?o de Elche, Rodrigo Cuevas y m¨¢s recientemente Roc¨ªo M¨¢rquez y Bronquio se han acercado a su esencia desde distintos puntos de vista, incluida la electr¨®nica.
La fiesta de los verdiales es una de esas manifestaciones tan profundas que solo se comprende al vivirla. Declarada Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC), es un primitivo fandango nacido entre finales del siglo XVIII y comienzos del XIX que va mucho m¨¢s all¨¢ de lo musical. ¡°Tiene que ver con una expresi¨®n festiva donde confluyen toque, cante y baile, pero tambi¨¦n bromas, iron¨ªa o el lenguaje como forma de vida¡±, explica Kisko Llorente, profesor de Antropolog¨ªa Social de la Universidad de M¨¢laga. Surgi¨® antes que el flamenco e influy¨® en ¨¦l. Antonio Mandly, doctor en Antropolog¨ªa por la Universidad Complutense de Madrid, ya jubilado, recuerda que su origen se remonta a¨²n m¨¢s atr¨¢s: ¡°Las saturnales romanas¡±, aclara. Luego sum¨® la influencia ¨¢rabe y el viol¨ªn, que lleg¨® con los primeros emigrantes alemanes a las zonas rurales de la provincia malague?a hace 250 a?os. Es ah¨ª, entre lagares y cortijos, donde esta manifestaci¨®n popular tiene su raz¨®n de ser. El campo ha ejercido de refugio para que la fiesta apenas cambie con el paso de las d¨¦cadas.
Con M¨¢laga en el centro, las fronteras de los verdiales no van m¨¢s all¨¢ de un c¨ªrculo formado por la localidad de Comares al este, el r¨ªo Guadalhorce al oeste y el Torcal de Antequera al norte. Los l¨ªmites marcan sus tres estilos ¡ªAlmog¨ªa, Comares y Montes¡ª y acogen a un territorio abrupto ¡ªhoy Parque Natural de los Montes de M¨¢laga¡ª que las pandas recorr¨ªan entre durante varias jornadas en una fiesta sin fin, generalmente en ¨¦pocas ligadas a los solsticios de verano e invierno y la matanza del cerdo. Eran los d¨ªas grandes de los campesinos. Tambi¨¦n una de las pocas ocasiones en las que los j¨®venes pod¨ªan encontrarse. El baile tiene un gran componente er¨®tico, perfecto para el coqueteo. Las coplas ¡ªgeneralmente en cuartetos o quintillas¡ª hacen el resto. Una bonita letra, en el momento adecuado, conquista: ¡°Al verte las flores lloran / Cuando entras en tu jard¨ªn / Porque las flores quisieran / Toditas parecerse a ti¡±.
Salvador Pend¨®n, de 68 a?os y ligado a los verdiales desde los 20, recuerda que sali¨® una vez con su panda el d¨ªa 24 y volvi¨® a casa el 29. Era 1982. ¡°Posiblemente, una noche de la ruta del bakalao fuese m¨¢s suave que una noche con una panda¡±, a?ade entre risas su amigo Pepe Molina, violinista experimentado. Pend¨®n es autor del libro Que asome por el oriente¡ La fiesta de verdiales. Memoria y reflexiones (Ediciones del Genal, 2022) que present¨® hace unos d¨ªas en la Sociedad Econ¨®mica de Amigos del Pa¨ªs. La obra es un repaso hist¨®rico a los verdiales, pero tambi¨¦n una recopilaci¨®n de experiencias alrededor de esta expresi¨®n popular y un homenaje a varios relevantes protagonistas. Cuenta con im¨¢genes de Jorge Drag¨®n. ¡°Que esto se mantenga vivo es una joya que debemos conservar¡±, subraya el fot¨®grafo. Tan vivo que las pandas sorprenden a los asistentes cada verano de la Feria de M¨¢laga en calle Larios y un montaje de v¨ªdeo de las luces navide?as de la misma v¨ªa con fondo verdialero se hizo viral hace unos a?os.
Traspaso de generaciones y fronteras
Hoy los verdiales se han mudado de territorio. ¡°Hist¨®ricamente, la fiesta crece, se desarrolla y cultiva en el medio rural, pero hace 50 a?os empez¨® el ¨¦xodo de los fiesteros del campo a la ciudad¡±, contaba Pend¨®n durante la presentaci¨®n de su trabajo. Los emigrantes agricultores se asentaron en la periferia malague?a y, con ellos, llevaron sus tradiciones. Ahora M¨¢laga y sus barriadas la mantienen al d¨ªa con nueve escuelas municipales a las que acuden casi 500 personas para aprender a tocar, cantar o bailar de forma gratuita. M¨¢s all¨¢ de localidades como Almog¨ªa, Alm¨¢char, Total¨¢n o Benagalb¨®n, su arraigo es fuerte en barrios perif¨¦ricos como Mangas Verdes, Campanillas o Puerto de la Torre.
Este ¨²ltimo acoge la edici¨®n n¨²mero 60 de la fiesta mayor de los verdiales, donde se reunir¨¢n una treintena de pandas y muchos litros de vino dulce. En 2020 no se celebr¨® por la pandemia, y en 2021 se hizo de una forma muy ligera por la misma causa. ¡°Volvemos con m¨¢s ganas que nunca¡±, asegura Jos¨¦ Mar¨ªa Cuenca, presidente de la Federaci¨®n Provincial de Pandas de Verdiales, que re¨²ne a 35 agrupaciones. Reconocerlas es f¨¢cil: son corros que incluyen viol¨ªn, guitarra, platillos y pandero (salvo en el estilo Montes, que a?ade la¨²d o bandurria), adem¨¢s de un abanderado. Los hombres llevan pantal¨®n y chaleco negro, camisa blanca y faja roja; las mujeres, falda estampada, blusa blanca y mantoncillo de flecos. Todos comparten un llamativo sombrero multicolor compuesto por flores, espejos, cintas y abalorios. Sus miembros, entre 20 y 30 y denominados fiesteros, son desde ni?os de pocos a?os hasta mayores que superan los 90. A quien manda se le denomina alcalde.
A la aplicaci¨®n Shazam le cuesta la vida reconocer los verdiales en su formato original, pero esta expresi¨®n ha traspasado generaciones y fronteras. La banda granadina Los Planetas ya incluyeron en La leyenda del espacio (2007) el tema Si estaba loco por ti, que inclu¨ªa una letra que antes hab¨ªa cantado Fosforito. Tambi¨¦n investig¨® sobre ellos El Ni?o de Elche en su espect¨¢culo Raverdial, que lleg¨® hasta el S¨®nar de Barcelona. M¨¢s recientemente han sido la cantaora onubense Roc¨ªo M¨¢rquez y Bronquio han visitado la fiesta en su Tercer Cielo con el verdial Ni?a de Sangre. En una entrevista en la web Jenesaispop, el productor sevillano emparentaba a los verdiales con el techno o las raves, porque son momentos ¡°de comuni¨®n, trance y fiesta¡±. Ya lo dice la letra: ¡°Venga, fiesta y alegr¨ªa / Baila hasta romper el suelo / Venga, fiesta y alegr¨ªa / Por un motivo / Por un motivo profundo / Que me ilumina vida / Y por si se cayera el mundo¡±.
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