Tony Wheeler, fundador de Lonely Planet: ¡°La primera gu¨ªa fue un accidente¡±
Aunque ya no le une ning¨²n v¨ªnculo con la editorial viajera, el 50? aniversario de la publicaci¨®n de su primer libro le ha tra¨ªdo hasta Madrid. Hoy mantiene ese mismo esp¨ªritu de trotamundos, seg¨²n sus cuentas la mitad del ¨²ltimo a?o ha dormido en hoteles
La casualidad hizo que Tony y Maureen Wheeler se sentaran en el mismo banco de Regent¡¯s Park, en Londres, un d¨ªa de octubre de 1970. Un a?o despu¨¦s contra¨ªan matrimonio, y 12 meses m¨¢s tarde, en 1972, cruzaban Europa y Asia en coche hasta Afganist¨¢n, y desde all¨ª en avi¨®n hasta S¨ªdney, capital australiana a la que llegaron con unos pocos centavos en su bolsillo. De su aventura naci¨® Atravesar Asia con poco dinero, la que est¨¢ considerada como la primera gu¨ªa de Lonely Planet, libro del que se cumplen ahora 50 a?os. Vendieron 1.500 ejemplares en una semana; 50.000 copias en un mes. Un aniversario que ha tra¨ªdo a Tony Wheeler (76 a?os, Bournemouth, Reino Unido) a Madrid.
?l ya no mantiene ning¨²n tipo de v¨ªnculo con la editorial viajera. En 2007, el matrimonio vendi¨® el 75% de su empresa a la BBC, que cuatro a?os despu¨¦s se har¨ªa con el total tras desembolsar en toda la operaci¨®n unos 130 millones de libras esterlinas (m¨¢s de 151 millones de euros). En diciembre de 2020, Lonely Planet pasar¨ªa a manos de Red Venture, que se la compr¨® a NC2 Media. A Ric Elias, due?o actual del sello, dice que espera conocerle en su pr¨®ximo viaje a Nueva York. Pero su nombre siempre estar¨¢ asociado a la creaci¨®n de unas gu¨ªas que revolucionaron el sector, de las que en estas cinco d¨¦cadas se han publicado m¨¢s de 1.000 t¨ªtulos cubriendo 200 destinos de todo el globo. La agenda de Tony Wheeler, para quien en la era preinternet exist¨ªa m¨¢s improvisaci¨®n en los viajes, quita el hipo. Antes, fuera donde fuera, siempre le mandaba una postal a su madre y otra a la t¨ªa de su esposa. Ahora eso ya no lo hace, y no es lo ¨²nico que ha cambiado en sus viajes.
Pregunta. Se cumplen 50 a?os de la primera gu¨ªa. ?Mantiene el mismo esp¨ªritu viajero?
Respuesta. La cosa de hacer un gran viaje como el que hicimos cuando ¨¦ramos j¨®venes es que no puedes volver a hacerlo nunca m¨¢s. No vuelves a ser joven nunca m¨¢s, no vuelves a tener ese tiempo. Si alguien me pregunta: ¡°?Cu¨¢l es el mejor viaje que has hecho?¡±, fue ese. No voy a decir que otros no hayan sido fant¨¢sticos, pero no fueron como el primero.
P. En ese tiempo no exist¨ªan ni internet ni las redes sociales¡ ?C¨®mo planearon esa aventura?
R. Hab¨ªa un poco de informaci¨®n, pero nada que ver con lo que hay ahora. Ahora lo encuentras todo en 10 minutos en Google. Entonces cog¨ªas la poca informaci¨®n que ten¨ªas, y mucha parte del viaje era conocer a otras personas durante el camino.
P. Escribi¨® el primer libro por las peticiones de recomendaciones de amigos y familiares. ?De haber existido internet, habr¨ªan contado su viaje en un blog o en Instagram?
R. S¨ª, hubiera hecho un blog. Lo que hago ahora.
P. ?Por qu¨¦ cree que la gente sigue comprando gu¨ªas de viaje f¨ªsicas?
R. Mucha gente lo hace, pero muchos otros no. Estaba en Suiza hace dos semanas, en un curso de turismo en la universidad, y les pregunt¨¦ a los alumnos si usaban las gu¨ªas. Ninguno lo hac¨ªa.
P. ?Usted las utiliza?
R. S¨ª, y siguen funcionando. Tengo muchas experiencias divertidas gracias a ellas. El a?o pasado estaba en Am¨¦rica con un periodista brit¨¢nico, conduciendo a trav¨¦s de Wisconsin y Minnesota, y decidimos quedarnos en una ciudad que la gu¨ªa dec¨ªa que era una ciudad interesante, que se hab¨ªa puesto de moda, y recomendaba un hotel. Y en su web dec¨ªa: ¡°Tiene un aire h¨ªpster¡± y ¡°Descuento para mayores¡±. Cuando encuentras esos dos conceptos juntos¡ para eso merece la pena tener una gu¨ªa. As¨ª que las sigo utilizando, nunca se les acaba la bater¨ªa y no te fallan al conectarse al wifi.
P. Vivi¨® la transformaci¨®n digital como responsable de la editorial viajera¡ ?Cu¨¢ndo se dio cuenta de ese cambio?
R. Muy pronto. La primera vez que hicimos algo digital fue en 1994, hace 30 a?os. Cuando exist¨ªa la web, pero no ten¨ªa nada que ver con lo que es ahora. Nuestra oficina en California estaba muy cerca de la de O¡¯Reilly [Tim O¡¯Reilly, quien acu?¨® el concepto Web 2.0], y por entonces ¨¦l cre¨® la p¨¢gina web GNN [Global Network Navigator], que luego vendi¨® por mucho dinero. Con mi mujer y mis hijos ¨ªbamos a cruzar Am¨¦rica, desde San Francisco por la Ruta 66 hasta Boston, y luego volver. Me dijo: ¡°Escribe algo cada d¨ªa y m¨¢ndalo¡±. Y as¨ª lo hicimos, aunque de una manera muy primitiva. Fueron de las primeras cosas de ese estilo. Y desarrollamos la web de Lonely Planet entre 1994 y 1995.
P. ?Cu¨¢ndo se dio cuenta de que Lonely Planet iba a ser un ¨¦xito?
R. Fue instant¨¢neo. Tan pronto como hicimos el primer libro, a la gente le gust¨®. Y el segundo era mejor [Sudeste asi¨¢tico para mochileros, conocido como La Biblia amarilla del viajero por el color de la portada con el que se public¨® en 1974]. El primero fue un accidente. No nos fuimos de Europa para viajar por Asia con planes de hacerlo. As¨ª que qued¨® muy fino, sin mucha informaci¨®n. El segundo lo planeamos, investigamos¡ ?De eso hace 48 a?os! [r¨ªe]. Cuando empez¨® Lonely Planet nadie sab¨ªa lo que era, lo ten¨ªamos que explicar. Y despu¨¦s, todo el mundo lo conoc¨ªa y ten¨ªa gu¨ªas. Ahora, cuando digo que fui uno de los fundadores, la respuesta es: ¡°Ah, s¨ª. Mis padres sol¨ªan usar esas gu¨ªas¡±. Y pronto ser¨¢: ¡°Mis abuelos¡¡±.
P. ?Por qu¨¦ decidi¨® vender la compa?¨ªa a la BBC?
R. Nuestros hijos no se iban a quedar con ello, no se iban a poner al frente. Y el mundo se estaba convirtiendo en algo mucho m¨¢s digital. Y si haces algo, tienes que ser realmente un entusiasta. Y no era la cosa que m¨¢s nos entusiasmaba. Nos est¨¢bamos haciendo mayores¡ decidimos que era el momento de irnos y hacer otra cosa.
P. ?Lo que le interesaba era The Planet Wheeler Foundation?
R. Ya ten¨ªamos la fundaci¨®n, se llamaba Lonely Planet Foundation. Es algo que naci¨® de los escritores de las gu¨ªas, que nos dec¨ªan que hab¨ªan visto ciertas cosas en los destinos, y decidimos dar un porcentaje de los beneficios a la fundaci¨®n. As¨ª que una parte del dinero que ganamos cuando vendimos Lonely Planet lo invertimos en ella [en 2008 pas¨® a ser The Planet Wheeler Foundation]. Los ¨²ltimos a?os en lo que nos hemos centrado es en hacer menos proyectos, pero m¨¢s grandes, y trabajamos con Human Rights Watch.
P. ?Es posible el turismo sostenible?
R. ?Oh, no lo s¨¦! Ten¨ªa que ir de Suiza a Londres hace, creo, una semana, y lo f¨¢cil era ir en avi¨®n hasta Mil¨¢n y luego otro a Londres. Y pens¨¦ que iba a ir en tren. Esa es una de las cosas que se pueden hacer. Pero es dif¨ªcil, porque no todo est¨¢ bien conectado para hacerlo en tren, por ejemplo, si vives en Corea del Sur o Australia. Creo que viajar aporta muchas cosas buenas, pero tambi¨¦n malas. Y los viajes no solo tienen un impacto negativo en el cambio clim¨¢tico, tambi¨¦n sobredesarrollamos algunas zonas, y hay zonas con turismo masivo.
P. ?Es optimista con el futuro?
R. Durante la pandemia cambiaron muchas cosas. Pensamos que pod¨ªamos cambiar, que si quer¨ªamos dejar de volar, pod¨ªamos hacerlo. Que no necesit¨¢bamos cruceros. En cuanto se acab¨® la pandemia, los cruceros y los vuelos regresaron como si nada hubiera pasado. Aunque algunas cosas han cambiado¡ la gente ahora es m¨¢s consciente de los viajes en tren en contraposici¨®n a los vuelos.
P. ?Sabe si pasa m¨¢s tiempo en casa que viajando?
R. S¨ª, lo apunto. Puedo decirte los d¨ªas que he pasado en hoteles en los 12 meses. En el ¨²ltimo a?o, 150 noches en hoteles. Tengo una casa en Londres y otra en Melbourne, y le digo a la gente que paso seis meses en el Reino Unido, seis en Australia y otros seis en cualquier otra parte cada a?o.
P. Dijo en una entrevista que el ¨²nico sitio al que no volver¨ªa es a Maldivas¡
R. S¨ª [r¨ªe]. No me sedujo¡ aunque lo hicimos mal, debimos movernos de sitio. Si fuera otra vez lo har¨ªa diferente. Pero las Maldivas no son para m¨ª, no necesito volver nunca m¨¢s.
P. ?Sus imprescindibles en la maleta?
R. Quiz¨¢ perder la maleta de vez en cuando es algo bueno, porque te das cuenta de lo que necesitas de verdad. Yo dir¨ªa que son el pasaporte, la tarjeta de cr¨¦dito y el tel¨¦fono, que tiene c¨¢mara, te puedes comunicar, correos electr¨®nicos¡ pero no me gusta escribir en el m¨®vil, as¨ª que prefiero llevar un port¨¢til. Y siempre suelo viajar con una maleta de cabina, es raro que facture. Me ahorro el check in, esperar la maleta¡ se pierde mucho tiempo y es m¨¢s f¨¢cil.
P. ?A¨²n hay alg¨²n destino al que le gustar¨ªa ir?
R. Me quedan muchos sitios a los que no he ido. Nunca he hecho el Camino de Santiago, es terrible. He visto la plaza de la catedral, pero no he hecho el Camino. Y justo antes de la pandemia iba a ir a Paraguay y Uruguay. Quiz¨¢ lo haga este a?o. Y tampoco he estado en Argelia.
P. ?D¨®nde viajar¨¢ tras irse de Madrid?
R. A Barcelona, despu¨¦s a B¨¦lgica para hablar en una librer¨ªa, m¨¢s tarde ir¨¦ en tren hasta el sur de Francia, donde con un grupo har¨¦ un viaje en canoa de tres d¨ªas por un r¨ªo. Despu¨¦s a G¨¦nova y a Mil¨¢n, donde me encontrar¨¦ con mi mujer, que le encanta la ¨®pera. Y luego volaremos juntos a Londres. Y quiz¨¢ a Paraguay y Uruguay.
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