Wildwood: arquitectura ¡®doo-wop¡¯, largas playas de arena blanca y delfines
El viaje por esta ciudad localizada en Nueva Jersey es inolvidable para los amantes de lo retro. El arte callejero recuerda a iconos de la d¨¦cada de los cincuenta, sus arcades cuentan con m¨¢quinas de juegos que eran populares hace m¨¢s de 70 a?os y los comercios mantienen la est¨¦tica de anta?o
La ciudad de Wildwood Crest, localizada en la regi¨®n del Cabo May, en Nueva Jersey (EE UU), parece un escenario cinematogr¨¢fico. Es una invitaci¨®n a viajar al pasado, concretamente a los dorados a?os cincuenta a ritmo de doo-wop (dudu¨¢), el g¨¦nero musical que caracteriz¨® a bandas como The Flamingos, The Cadillacs, The Platters o Maurice Williams & The Zodiacs. Se trataba de una ¨¦poca de esplendor marcada por la prosperidad y la vitalidad, donde se dispon¨ªa de m¨¢s tiempo libre, y tambi¨¦n de m¨¢s dinero para disfrutarlo.
Gracias a que los establecimientos de la ciudad todav¨ªa mantienen su esencia, resistentes a los altibajos del tiempo, este se convierte en un viaje inolvidable para los amantes de lo retro. Lo mejor es pasear. Incluso el arte callejero, que se manifiesta principalmente en enormes y coloridos murales dedicados a iconos de la ¨¦poca, preserva el halo de aquel momento hist¨®rico del siglo XX. Uno de ellos homenajea The Twist, la canci¨®n que Chubby Checker cant¨® por primera vez en el Rainbow Club, el que fuera el local nocturno de moda, cuando solo ten¨ªa 18 a?os. Otro, a la m¨ªtica banda Bill Haley and His Comets. Y Bobby Rydell ocupa otro mural por ser el cantante que contribuy¨® a la fama de la ciudad con una oda que resume en dos estrofas el esp¨ªritu de Wildwood: ¡°Whoa whoa whoa whoa los d¨ªas en Wildwood, salvajes, salvajes los d¨ªas en Wildwood / Oh nena, cada d¨ªa es festivo y cada noche es s¨¢bado noche¡±. Wildwood, NJ (1994), un documental rodado en Super 8 bajo la direcci¨®n de Carol Weaks Cassidy y Ruth Leiman, narra las historias y los sue?os de mujeres y ni?as que veraneaban all¨ª, sirviendo de representaci¨®n del verano americano desde una perspectiva femenina.
Los moteles ¡®doo-wop¡¯
Wildwood es conocida por sus ic¨®nicos moteles vintage que representan lo que se conoce como arquitectura doo-wop o de la era espacial, que sigue respet¨¢ndose y manteni¨¦ndose. Uno de los m¨¢s populares es el Caribbean, de tem¨¢tica tropical, el primer motel incluido en la lista de hoteles hist¨®ricos de Estados Unidos, clasificado tambi¨¦n como monumento hist¨®rico. Se trata de un alojamiento con habitaciones color verde pistacho y muebles pintados de amarillo, que dan a una piscina com¨²n en forma de medialuna, junto a palmeras artificiales. Se requieren un m¨ªnimo de dos noches de estancia para reservar y cuesta en torno a 214 d¨®lares (199 euros) por noche en temporada alta. Capturando la esencia de las t¨ªpicas vacaciones americanas de aquellos tiempos, cuenta con una pista para Shuffleboard, una especie de petanca que se juega con discos. Para los amantes de este tipo de est¨¦tica es recomendable visitar el Doo-Wop Experience Museum y jard¨ªn de luces de ne¨®n, un divertido espacio cuya colecci¨®n a¨²n no se da por completada y que incluye muebles, carteles e interiores t¨ªpicos de los a?os cincuenta y sesenta del siglo pasado.
La playa, el paseo mar¨ªtimo, los veranos
En aquel tiempo, la costa de Wildwood era la predilecta para pasar unas alegres vacaciones familiares. Sus playas de arena blanca de m¨¢s de ocho kil¨®metros de longitud todav¨ªa se consideran las mejores de Nueva Jersey. Su paseo mar¨ªtimo se extiende a lo largo de 38 calles y conforma uno de sus mayores reclamos tur¨ªsticos, ofreciendo un verano entero de entretenimiento. Es tan largo que para recorrerlo de principio a fin y hacer buen uso del tiempo es recomendable subirse al tren tur¨ªstico. En este paseo hay todo tipo de comercios que mantienen los r¨®tulos de anta?o, m¨¢s de 200 restaurantes, tiendas de regalos, un minigolf a oscuras con luces de ne¨®n y decoraci¨®n de dragones y mazmorras, bares, dos cines, locales para practicar el tiro de hacha, un casino, alquiler de monster truck para recorrer la playa, tiendas de alquiler de bicicletas, laberintos, varios parques acu¨¢ticos y varios arcades (salas recreativas). Uno de los favoritos es el Retro Arcade, que cuenta con m¨¢quinas y juegos que eran populares hace m¨¢s de 70 a?os, entre ellos el Fascination, un cl¨¢sico que el due?o del local, Randy Senna, ha resucitado.
El paseo mar¨ªtimo desemboca en Morey¡¯s Piers, un recinto con dos parques acu¨¢ticos y m¨¢s de un centenar de atracciones, adaptadas tanto para los m¨¢s peque?os como para adultos que demandan experiencias m¨¢s extremas, como el skycoaster, en el que se recorre la playa a 30 metros de altura en la posici¨®n de Superman. Este parque de atracciones nocturno es un viaje inmersivo en el tiempo, donde se pueden recrear las t¨ªpicas citas veraniegas de los adolescentes americanos de anta?o, comiendo algod¨®n de az¨²car y jugando en cada una de las casetas de feria bajo las luces de ne¨®n, con el arrullo del mar a lo lejos.
Y nada mejor para terminar con este sue?o de una noche de verano que tomar un helado en Cool Scoops, una ic¨®nica helader¨ªa para so?ar. Los asientos tienen forma de Cadillac, el suelo es de azulejos blancos y negros y las paredes est¨¢n empapeladas con recortes de peri¨®dicos con noticias de la ¨¦poca. Se puede jugar al pinball o escuchar m¨²sica de la gramola y cuenta con una colecci¨®n de mu?ecos antiguos, adem¨¢s de ofrecer los mejores sabores de toda la ciudad.
Delfines y ballenas
De mayo a septiembre es la mejor ¨¦poca para ver ballenas jorobadas en Cape May, y hay varias compa?¨ªas que ofrecen rutas a diario (Silver Bullet Tours, Thunder Cat Dolphin Watch, Cape May Whale Watcher). Aunque el avistamiento de este tipo de cet¨¢ceos suele ser cuesti¨®n de suerte en estas aguas, lo que s¨ª est¨¢ garantizado es ver delfines. Multitud de ellos, que suelen nadar amigablemente junto a los barcos.
Estas excursiones, con una duraci¨®n que oscila de los 90 minutos a las tres horas y que incluyen refrescos y perritos calientes, son tambi¨¦n una buena oportunidad para admirar las interesantes edificaciones victorianas en la costa y los balnearios. Estas mismas compa?¨ªas tambi¨¦n ofrecen excursiones para ir de pesca, lo que se convierte en otra oportunidad para ver a los mam¨ªferos m¨¢s grandes del mundo. Y en Park Boulevard, junto a la salida de los barcos, hay varios restaurantes y puestos de pescado fresco para llevar, donde degustar ostras, almejas y langostas de la zona. Aun as¨ª, el restaurante Boathouse sigue consider¨¢ndose el mejor sitio para comer marisco.
El b¨²nker de Cape May
Esta ruta de ensue?o concluye con una parada en el Cape May Point State Park, que da un giro bizarro e inesperado al itinerario. En este parque, al final de una playa tranquila, se encuentra el faro, lo que ya de por s¨ª hace recomendable la visita. Pero lo m¨¢s interesante es acercarse a ver el exterior de un mastod¨®ntico b¨²nker de cemento que permanece en la playa desde 1942. Se trataba de un refugio militar temporal construido durante la II Guerra Mundial, que ahora permanece como un vestigio de la batalla al que los locales se han acostumbrado.
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